En el programa chileno “Tolerancia Cero” se entrevistó a la abogada, diputada y miembro del Partido Comunista, Carmen Hertz, sobre temas relacionados con las elecciones parlamentarias y la primera vuelta presidencial. Lo que pretendo aquí es analizar unas breves aseveraciones realizadas por la diputada en el transcurso de la entrevista que podrán llamar la atención de algún telespectador (sinceramente no en mi caso) y que merecen ser abordadas, ya que lo que señala son lisa y llanamente mentiras. Como ya he señalado en otro artículo, la característica central del comunismo no es el de ser una aberración antropológica y económica que significó la muerte de millones de personas, sino que es su capacidad de mentir y de manipular y deformar la realidad (y la historia) para adaptarla a sus intereses.
8) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Para terminar, quisiera hacer referencia al concepto de biopoder y biopolítica, tal como lo expuso Foucaul en su lección del año 1976 en el Collège de France. Explica que uno de los fenómenos fundamentales del siglo XIX fue lo que denomina la consideración de la vida por el poder, un ejercicio del poder sobre el ser humano en cuanto ser viviente. Foucault se refiere también a este fenómeno como una “estatización de lo biológico”. A lo largo del siglo XVIII habría surgido una tecnología de poder que no excluye a la otrora técnica disciplinaria, sino que la engloba, integra y modifica parcialmente.
7) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Otras limitaciones que se pararon en frente de la razón de Estado fue el Derecho natural y la teoría del contrato entre los individuos para constituir el soberano, claro que se trata de un contrato con cláusulas que el soberano deberá acatar y respetar. Recordemos que se desarrollaron teorías del regicidio, por ejemplo el caso del jesuita Juan de Mariana (1536-1624), donde existían casos en donde era lícito dar muerte al monarca si éste no se mantenía fiel a los principios del cristianismo. Otro límite a la razón de estado lo representa una “nueva naturalidad”, que surge con el pensamiento de los economistas. Foucault menciona este tema en su curso de 1978 y lo continúa desarrollando en el de 1979. Con respecto a esta “nueva naturalidad” escribe el intelectual:
6) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
La policía juega un papel central, y Foucault advierte que este concepto, al menos desde el siglo XVII hasta fines del siglo XVIII, tenía un significado muy diferente al que tiene en nuestros días. Por ejemplo, lo que hasta el final del Antiguo Régimen en Francia se denominaba policía, esto quería decir algo más que la institución policía, para querer significar “el conjunto de mecanismos por medio de los cuales se aseguran el orden, el crecimiento canalizado de las riquezas y las condiciones de mantenimiento de la salud «en general»”[1].
5) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
¿Qué hay de la figura de Nicolás Maquiavelo a la que suele asociarse este concepto de razón de Estado? Maquiavelo es generalmente presentado como aquel que secularizó la política. Pero también tenemos otros retratos del pensador italiano, como lo señala George H. Sabine, era patriota apasionado, nacionalista ardiente, un jesuita político, demócrata convencido y adulador sin escrúpulos que buscaba el favor de los déspotas. A Maquiavelo se lo presenta también como un político práctico, un agudo analista de la situación histórica de su tiempo con un gran talento literario.
4) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Otro fenómeno de relevancia que aconteció a lo largo del siglo XVI fue el desarrollo de la conducción del ser humano al margen de la autoridad ecclesiastica. Fue la obra de Descartes, especialmente sus “Meditaciones metafísicas”, la que representa para Foucault un punto culminante sobre cómo el ser humano puede conducirse al margen de toda consideración religiosa. En su “Discurso del Método” escribió el filósofo francés:
2) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
¿Que sería un “mal pastor”? Foucault señala que el mal pastor es aquel que piensa en las pasturas para su propio beneficio, el que busca engordar el Ganado para poder vender y dispersar. Por otro lado, el buen pastor solo piensa en su rebaño y no va más allá. El mal pastor no debe abusar de su poder y resguadarse de no caer en una especie de egocentrismo espiritual que busca crear dependencia en las ovejas con respecto a su persona. El poder del pastor, añade Foucault, es un poder oblativo, de carácter transicional. A esto añade el mismo autor:
1) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
En esta serie de artículos abordaré algunas de las ideas del intelectual francés Michel Foucault. Me centraré principalmente en algunos capítulos de sus clases impartidas en el Collège de France: “Defender la sociedad”, Seguridad, territorio, población” y “Nacimiento de la biopolítica”. Así, a lo largo de estos artículos examinaremos varias ideas entre las cuales caben destacar el de “Estado”, “gubernamnetalidad”, “poder pastoral” (y su crisis), la noción de “razón de Estado” y los cuestionamientos a este durante la Edad Moderna. Finalmente abordaré el tema de la “biopolítica” o esta “estatización de lo biológico”.
2/2-Socialismo y prusianismo (por Jan Doxrud)
Ya visto brevemente un breve perfil de Spengler y una referencia a Prusia, pasemos al libro en cuestión: “Prusianidad y Socialismo”. En la introducción el autor comienza refiriéndose a la confusión reinante en torno al significado del concepto mismo de socialismo. Así Spengler afirma que cada persona lo emplea y comprende bajo distintas formas y lo adorna con lo que le agrada, con lo que le aborrece y con lo que desea o teme. Ya en estas primeras páginas el autor deja caer sus invectivas contra Marx quien se había limitado a ser un crítico pero no un creador, lo que lleva a que los marxistas sean “solamente fuertes en la negación y fallan en lo positivo”.
1/2-Socialismo y prusianismo (por Jan Doxrud)
El presente artículo viene a complementar otro anterior en donde abordé el tema de por qué razón los nazis eran socialistas. El mero título del artículo causó las respuestas esperables, en este caso específico, el cómo era posible que yo pudiera calificar a los nacionalsocialistas de “socialistas”. Como ya señalé, a quienes se autodenominan como socialistas no les acomoda que tal etiqueta la puedan portar los nazis alemanes, pero el problema con esta postura es que se fundamenta en la ignorancia, puesto que no reconoce la existencia de distintas vertientes dentro del socialismo. Para ser más específico, el socialismo no se reduce al marxismo (al mal llamado “socialismo científico”) ya que el primero es anterior al segundo.
39/39-La Guerra Civil Española. Las Brigadas Internacionales (artículo final)
Continúa relatando Marty que meintras algunsod e estos elementos lograron lavar sus culpas, otros dieron pruebas de ser incorregibles. Antes esto, Marty narra que, como encargado de la formación de las BI en Albacete, ordenó la ejecución de estos elelementos precisando que aquellas ordenadas por él mismo no superaron las 500. Ricardo de la Cierva, siguiendo al abogado, militar e historiador José Manuel Martínez Bande (1907-2001), señala que existían varios centros de represión y de “reeducación”, muy similares a los centros de tortura establecidas por las izquierdas: las chekas. El historiador español añade, basándose en las palabras del gobernador civil de Albacete, el socialista Justo Martínez Amutio (1896-1983), que los servicios secreto soviéticos de la NKVD utilziaron Albacete com plataforma para llevar a cabo crímenes políticos por orden de Stalin. Regresemos a las BI. Tenemos que la primera constituida fue la XI que de la Cierva describe como la más efectiva y sacrificada.
38/39 La Guerra Civil Española. Las Brigadas Internacionales
Por su parte el periodista John Green en su libro “Willi Münzenberg: Fighter against Fascism and Stalinism”, se muestra crítico ante el libro de Koch el cual contiene especualciones más propias de una novela que intenta presentarlas como verdades históricas. Green destaca en la introducción que el alemán fue una de las figuras más coloridas y carismáticas dentro del comunismo y movimientos antifascistas, al emnos, en los primeros 30 años del siglo XX. Cualquier persona que estuviese involucrada en organizaciones de izquierda sabían quién era y su importancia. A pesar de sus orígenes humildes (a diferencia de muchos intelectuales comunistas), se forjó el camino hacia el éxito social y material, lo que le valió el apodo del “millonario rojo”. Por ende estamos ante una figura de relevancia que conoció a Lenin en 1915 en Suiza, para posteriormente trabajar para él en la difusión del comunismo en la década de 1920.
37/39 La Guerra Civil Española. Las Brigadas Internacionales
Pasemos ahora a abordar el tema de las “Brigadas Internacionales” (en adelante BI). Para esto me remitiré principalmente al libro de Ricardo de la Cierva titulado “Brigadas Internacionales 1936-1996. La verdadera historia”. Junto a esto también me basaré en algunos pasajes del libro de Cesar VIdal titulado “Las brigadas Internacionales” y el capítulo que Pio Moa destina a estas brigadas, así como también Stanley Payne.
35/39 La reacción internacional ante la Guerra Civil en España (por Jan Doxrud)
Siguiendo a Courtois y Panné, en Barcelona se realizaron una versión del “proceso de Moscú”. Entre el 11 y el 22 de octubre de 1938, lo miembros del comité ejecutivo del POUM fueron citados ante un tribunal especial. Para alivio de los acusados no se pronunció ninguna pena de muerte como lo deseaban los comunistas, pero fueron condenados a prisión, por haber ordenado que el gobierno de la República se encontraba bajo las órdenes de Moscú. Si bien en ambos bandos se cometieron atrocidades, llama la atención esta guerra interna a muerte que se generó dentro de la izquierda en donde la URSS se dedicó tanto a combatir a las tropas de Franco pero también a imponer la ortodoxia comunista por medio del terror stalinista. Como comenta
34/39 La reacción internacional ante la Guerra Civil en España (por Jan Doxrud)
En cuanto al apoyo de Italia y Alemania, Payne afirma que Que tanto Emilio Mola, así como los demás organizadores de la insurrección del 18 de julio “no le dedicaron demasiada atención a la cuestión del apoyo extranjero” y que Mola y Franco por separado habrían negociado por separado. Quién finalmente se ganó la confianza de los dos líderes fue finalmente Franco /de acuerdo a Tamames, por la intervención de del almirante alemán Wilhelm Canaris). Si bien existían ciertas afinidades entre el bando nacional y el fascismo, Payne explica que los fascistas italianos se vieron a menudo desconcertados debido al carácter derechista del régimen franquista, con tintes “reaccionarios” y “clericales”.
33/39 La reacción internacional ante la Guerra Civil en España (por Jan Doxrud)
En síntesis, Pío Moa resume su postura sobre la reacción internacional en algunos puntos. En primer lugar, la “No Intervención” no impidió la intervención de otras potencias y esto no jugó a favor de ningún bando, de mnaera que la situación fue equilibrada. En segundo lugar, los aportes de las potencias extranjeras a ambos bandos no tuvo un valor decisiva en el conjutno de la guerra. En tercer lugar (salvo la ayuda soviética recibida por el Frente Popular en la batalla de Madrid). En cuarto lugar, en el bando frente populista el gobierno terminó por transformarse en un “pequeño protectorado” del Kremlin, influencia que nunca llegaron a tener los alemanes o italianos en el bando nacional.
32/39- La reacción internacional ante la Guerra Civil en España (por Jan Doxrud)
Lo que habría llevado a Mussolini a ayudar al bando nacional fue una mezcla de factores ideológicos – el anticomunismo – y, principalmente factores de orden estratégicos. Coverdale descara, de paso, factores vinculados a la “raza, cultura y religión”. De acuerdo al historiador, Mussolini había pensado en España sobre todo en términos del poderío político y militar de Italia en el Mediterráneo. En otras palabras, tenemos por un lado, un Frente Popular integrado por comunistas marxistas-leninistas antifascistas y, por otro lado, un Mussolini que temía que España se acercase a Francia, lo cual podría comprometer su posición en el Mediterráneo. Por ende, considerando este último punto, una victoria del bando nacional era percibida por Musolini como algo positivo en términos de seguridad colectiva y consolidación de interees estratégicos en la zona del mar Mediterráneo.
31/39- La reacción internacional ante la Guerra Civil en España (por Jan Doxrud)
Tenemos entonces que Viñas rechaza aquella narrativa, popularizada por el historiador y ex militante comunista estadounidense, Ronald Radosh (n. 1937), que decía que que Stalin quería simplemente incorporar a España dentro de la órbita soviética. Por lo demás, tal idea ya había sido expuesta por el ex militar, espía y desertor ruso Válter Krivitski (1899-1941). De acuerdo a Viñas el único descubrimiento de Radosh consistió la carta que el presidente José Giral envió al embajador soviético planteando la posibilidad de recibir material bélico. Así, Radosh, influenciado y proyectando al pasado las categorías de la Guerra Fría habría interpretado tal telegrama como una muestra de las proclividades republicanas hacia la URSS.
30/39- La reacción internacional ante la Guerra Civil en España (por Jan Doxrud)
Hitler además era consciente del anticomunismo en líderes políticos británciso y franceses, y que tanto el nazismo y el fascismo podían resultar útiles como diques que evitaran la propagación de esta ideología. De acuerdo a esto, la interpretación que nos señala que la intervención de Hitler fue producto de intereses económicos querdan descartadas. La razón de esto, explica Preston, es que los recursos minerales de España no eran relevantes para alimentar la política de rearme alemán. De acuerdo al autor el mineral de hierro español representaba solamente el 6,6% del consumo alemán en 1935. Por ende, Preston sinetiza como sigue la postura alemana frente al conflicto español:
29/39- La reacción internacional ante la Guerra Civil en España
Continuemos ahora con el tema acerca de cómo las demás naciones reaccionaron ante el estallido del conflicto. Ahora bien, para ser más precisos nos interesa ver la reacción y políticas adoptadas por Reino Unido, Francia, URSS, Alemania, Italia, Estados Unidos. De estos países sabemos que 3 eran dictaduras y, en 2 casos de tipo totalitarias. Así, en la URSS tenemos la dictadura comunista bajo el mando de Stalin. En Italia Mussolini había impuesto desde la década de 1920 un régimen fascista y, por último, Hitler ya se había hecho con el poder en 1933. En Francia gobernaba el Frente Popular bajo el liderazgo de León Blum, mientras que en Inglaterra Stanley Baldwin ejercía (por tercera vez) el cargo de Primer Ministro. Por último, en Estados Unidos gobernaba el demócrata Presidente Franklin D. Roosevelt desde 1933.