38) La Guerra Civil Española. Las Brigadas Internacionales
Por su parte el periodista John Green en su libro “Willi Münzenberg: Fighter against Fascism and Stalinism”, se muestra crítico ante el libro de Koch el cual contiene especulaciones más propias de una novela que intenta presentarlas como verdades históricas. Green destaca en la introducción que el alemán fue una de las figuras más coloridas y carismáticas dentro del comunismo y movimientos antifascistas, al menos, en los primeros 30 años del siglo XX. Cualquier persona que estuviese involucrada en organizaciones de izquierda sabían quién era y su importancia. A pesar de sus orígenes humildes (a diferencia de muchos intelectuales comunistas), se forjó el camino hacia el éxito social y material, lo que le valió el apodo del “millonario rojo”. Por ende estamos ante una figura de relevancia que conoció a Lenin en 1915 en Suiza, para posteriormente trabajar para él en la difusión del comunismo en la década de 1920.
Al parecer Münzenberg habría tenido un rol medular en la creación y la implementación de las Brigadas Internacionales, gracias sus contactos a lo largo de Europa y, por ende, el apoyo necesario para tal empresa. Pero tras concretarse el plan, la Comintern (creada por Lenin en 1919) iría perdiendo influencia hasta que cesó de operar en 1943. Resulta que la erosión del poder de la Comintern significaba también el desmoronamiento del poder de Münzenberg. Francoise Furet afirmaba que, si bien para 1936 Münzenberg se encontraba en la “cumbre de su arte”, tal no era el caso en lo que se refería a sus relaciones con Moscú. La detención de su amigo y protector Karl Radek, sumado a la ejecución de Neumann y la pérdida de influencia de la Comintern, terminaron por precipitar su caída.
Münzenberg finalmente terminaría siendo perseguido tanto por los servicios secretos nazis como alemanes. Finalmente su cadáver descompuesto fue encontrado en una aldea de Montagne (próxima a Grenoble) sentado después de haber caído sentado frente a un árbol. En realidad se había ahorcado y su cuerpo había caído, pero lo más quizás se haya sido asesinado y no se tratase de un suicidio. Así moría en el anonimato quien, como señala Koch, dirigió los lazos invisibles entre la política y el gran poder. Quizás en un futuro próximo dedique algunos artículos sobre este interesante personaje. Pero ahora debemos continuar con las Brigadas Internacionales.
Regresemos a las Brigadas. Una obra sobre las BI que de la Cierva destaca es el de Andreu Castells titulado “Las Brigadas Internacionales de la guerra de España” (1974). Castells fue miembro del Estado Mayor de la 129 Brigada Internacional, que fue la última creada en la zona izquierdista. Castells confirma el origen soviético de las BI así como su carácter comunista. De acuerdo a este ex-brigadista, la idea de las BI habría nacido en una reunión en Praga el 26 de julio de 1936 , en donde miembros de la Comintern y la Profintern (Internacional Sindicalista Comunista) acordaron formar “una brigada de cinco mil hombres reclutados entre los izquierdistas de cualquier país, que dispondrían de un grupo de aviones y de todo el armamento necesario para combatir como unidad independiente”.
En virtud de lo anterior, de la Cierva vuelve a enfatizar en que tanto la idea como la inspiración de las BI fueron comunistas, al igual que sus centros y canales de reclutamiento ubicados en París, específicamente en “rue Lafayette” y “rue Mathurin-Moreau”. Así mismo, también eran comunistas sus organizadores y los jefes de la s BI en España. De acuerdo a de la Cierva el porcentaje de comunistas en las BI en España fueron de un 65% para llegar al 80% cuando estas abandonaron el país. La llegada del embajador Moses Rosenberg a España el 29 de agosto de 1936 aceleraron las negociaciones entre la el Frente Popular y la Comintern, aunque con anterioridad ya habían extranjeros combatiendo en el frente.
Para el 4 de septiembre de 1936 Largo Caballero se había convertido en jefe de Gobierno y Ministro de Guerra, junto a un Estado Mayor cuyo jefe era Manuel Estrada (1902 - 1980), y al que pertenecían otros, Vicente Rojo (1894-1966) y Segismundo Casado (1893-1968), siendo este último quien llevaría un golpe de Estado en marzo de 1939 contra el sucesor de Largo Caballero: Juan Negrín. Como explica de la Cierva la liberación del Alcázar de Toledo en septiembre de 1936 tuvo 3 efectos importantes en el bando frente populista. En primer lugar fue una victoria moral para los nacionales, creándose así una gesta de heroísmo para quienes resistieron y quienes liberaron.
En segundo lugar el autor destaca el ascenso de Franco en el campo de Salamanca como jefe supremo de la zona nacional. Por último está la convulsión en la zona republicana, en donde Largo Caballero aceleró las gestiones para crear un nuevo “Ejército Popular” de la República. Para acelerar los planes para la creación de las BI se encomendó al secretario de la Comintern y diputado francés, André Marty (1886-1956), para que se pusiera al mando de estas. En síntesis, de la Cierva sintetiza las aventuras de las BI en España en 3 disposiciones oficiales. En primer lugar está la creación misma de las BI por el comunismo internacional guiado por Moscú.
En tercer lugar está el decreto del gobierno español (formado por el Ministro de Defensa, Indalecio Prieto) en virtud del cual se constituyen las BI el 27 de septiembre de 1937. Explica de la Cierva que en decreto se establecía que las BI eran el equivalente republicano de la Legión o Tercio Extranjero (creada por Alfonso XIII en 1921). En cuarto lugar está la retirada de las BI durante el gobierno de Juan Negrín que, para de la Cierva, era en realidad el gobierno de Stalin
André Marty, “el carnicero de Albacete”.
Las BI fueron finalmente creadas en Albacete bajo la supervisión inmediata del ya mencionado André Marty quien se ganaría el apodo – en varios idiomas – de “el carnicero de Albacete”. Ahora bien la BI se encontraban bajo el mando superior de la División Orgánica española. Paso seguido se organizaron 8 brigadas Mixtas, 6 españolas y las 2 primeras internacionales, las cuales llevaron el número XI y XII.En total las BI serían en un comienzo 5 XI, XII, XIII, XIV y XV. A esta se sumaría la 150 y la 129. De estas solo las 2 primeras intervinieron en la batalla de Madrid en noviembre de 1936. Añade que muy pocas veces estas brigadas lucharon juntas en un solo sector, y los resultados fueron “negativos y aun desastrosos”.
Paradójicamente, como explica de la Cierva, Albacete, cabeza de una de las provincias más extensas de España, era en su mayoría católica y de derechas, lo que explica las atrocidades cometidas por el Frente Popular contra la población. Era famosa, por lo demás, por su industria de cuchillería y sus industrias agrícolas. Así fue aquí, en donde el Frente Popular salió perdedor en las elecciones, donde se instaló André Marty y la BI. Este último, al parecer, no habría aparecido en el lugar hasta el 26 de octubre, cuando ya estaba formada la primera brigada XI. En cuanto a la figura de Marty, de la Cierva destaca que es una de carácter histórica y legendaria desde los tiempos de la revolución en Rusia en el año 1917. Era hijo de un revolucionario de la Comuna de Paris y su vida estuvo marcada por la revolcuión, rebeliones y violencia.
Fue en Albacete donde Marty hizo honor a la fama que le precedía, es decir, su violencia que rayaba en el sadismo. Ya es célebre su informe sobre los fusilamientos que llevó a cabo por motivos de disciplina. Ante las acusaciones de violencia, Marty respondió en un escrito fechado el 15 de noviembre de 1937 haciendo una descripción de los brigadistas presentes en su bando. Ahí el comunista francés relata la presencia centenares de elementos criminales que se dedicaban cómodamente sin hacer nada . Peor aún tales lacras aprovechándose del desorden cometían numerosos delitos como extorsión, secuestros, estupro, homicidios y hurtos. No bastando esto, Marty relata que tales elementos criminales habían promovido sangrientas rebeliones en contra de la autoridad en Valencia y que incluso algunos era espías de Franco.