Otro tema que aborda el informe es el ejemplo que da Mazzucato es sobre el iPhone. Una idea medular de la economista es la relevancia que tuvieron las inversiones públicas en las revoluciones tecnológicas, incluyendo la computación e internet. Y acá viene la afirmación controversial y es que, si bien el iPhone (diseño y atractivo) provienen del genio de Steve Jobs, la realidad es que “casi todas las tecnologías avanzadas que se encuentran en el iPod, iPhone y iPad representan logros a menudo infravalorados e ignorados de los esfuerzos de investigación y financiación del gobierno y el ejército”. Frente a esto el IJM señala lo contrario y es que es Mazzucato la que sobrevalora el rol del Estado. El informe rechaza la idea de que el Estado jugó un rol clave en transformar la investigación científica en avance técnico como es el caso del disco duro.
5/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato. Las críticas al libro. (por Jan Doxrud)
Estamos así ante un constructivismo arrogante y ciego ante el hecho de que las sociedades son complejas, en donde la causalidad es sistémica y la incertidumbre tiene un rol preponderante. En virtud de lo anterior, los autores resaltan que la innovación no es algo que se pueda planificar desde las alturas del poder y es mejor aceptar que opera mejor desde abajo hacia arriba. Frente a lo que ellos denominan como el paradigma del “diseño inteligente”, que abraza Mazzucato, ellos oponen la teoría evolutiva de Darwin en donde no existe ningún cerebro o autoridad celestial que guíe el proceso desde las alturas. Añaden los autores que la planificación es, por definición, un intento por evitar la creatividad puesto que constituye un intento de “por tumbar el futuro por acción de la rutina”. En palabras de McCloskey y Mingardi:
4/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato. Las críticas al libro (por Jan Doxrud)
Mazzucato está lejos de lograr proporcionar evidencia en favor de la idea de un Estado dinámico, innovador y emprendedor que pueda equipararse con el sector privado. Sin duda el Estado es capaz de “inventar” utilizando para ello los impuestos obtenidos coactivamente de la sociedad. Como la misma Mazzucato señala, la URSS logró notables avances tecnológicos, pero no tuvo los buenos resultados que, por ejemplo, Japón.
3/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato. Las críticas al libro (por Jan Doxrud)
Sin lugar a dudas el libro de Mazzucato es una contribución para reanimar el debate en torno a la innovación, así como también acerca del rol del Estado en esta materia de manera que, independiente de si se esté de acuerdo o no con ella, es un libro que debe ser leído. Sin embargo, el libro adolece de problemas relevantes que guardan relación con sus tesis central. Cabe aclarar que aquí no se está en desacuerdo con todo, pero en relación el tema medular sobre el rol que Mazzucato quiere para el estado. Quien escribe es claro en afirmar que no concuerda con este rol que Mazzucato pretende darle al Estado y tampoco concuerda con su visión del panorama económico actual ni con la idea de que el Estado pueda ser igualmente eficiente en manera de innovación que el sector privado.
2/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato. Reconstruyendo la narrativa. (por Jan Doxrud)
Dicho esto, el orden de los artículos será el siguiente. En primer lugar expondré las principales ideas expuestas del libro de Mazzucato sobre el Estado emprendedor. Se ha escrito mucho sobre su libro por lo que me referiré a las ideas medulares de la autora y no entraré en detalles sobre las diversas tecnologías a las que se refiere y detalles de cada capítulo. Posteriormente, pasaré a examinar las distintas críticas que se han realizado a la autora. También me referiré brevemente a la experiencia chilena entre las década de 1930 y 1950 en donde el Estado asumió un rol preponderante dentro del sistema económico, pero cuyos resultados fueron mediocres. También me referiré brevemente al libro del economista chileno Hernán Cheyre sobre la revolución del emprendimiento en Chile y el rol del Estado en este.
1/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato. Palabras preliminares (por Jan Doxrud)
En esta serie de artículos me referiré a las ideas planteadas por la economista Mariana Mazzucato en su libro “El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado”. Este libro es una expansión de su monografía (2011) que se encuentra disponible en el sitio web del think tank “Demos”. Dicho esto, cabe también añadir que estos artículos trascenderán lo planteado específicamente por el libro de Mazzucato para abordar el tema que subyace a su libro. Me refiero al largo y espinoso tema de las relaciones entre mercado y Estado. En virtud de lo anterior se hace necesario delimitar correctamente los conceptos que son clave en este debate y que ya he abordado en otros artículos previos, como por ejemplo: Estado, mercado, innovación y emprendimiento. Para ello, dejaré al final de cada artículo los links para que el lector pueda consultar mis demás escritos relacionados con este tema.
4/4-Las mentiras de los comunistas chilenos (por Jan Doxrud)
Lo mismo aconteció con la invasión de Afganistán (1979-1989) que, como explica Mauricio Rojas, fue alabada por Orlando Millas en presencia de Luis Corvalán. Aquí Millas hace referencia a las fuerzas progresistas que venían a traer la civilización a esta nación. Como señala Rojas, esto recuerda a la “carga del hombre blanco” propia del imperialismo de segunda mitad del siglo XIX, en donde el hombre blanco debía llevar la civilización a las demás culturas. Así, con Rojas habla de la “carga del hombre soviético” (muy en la línea del pensamiento de Marx influenciado por esta mentalidad decimonónica así como por la idea de progreso). Añadía Millas que fueron los patriotas y revolucionarios de Afganistán quienes pidieron la ayuda soviética y que la ayuda de esta última representaba el “internacionalismo consecuente del país de Lenin”.
3/4- Las mentiras de los comunistas chilenos (por Jan Doxrud)
Abordemos ahora el comunismo chileno. No realizaremos una historia del Partido Comunista ya que para ello existen varias obras como la de Sergio Grez, así como el libro editado por Varas, Riquelme y Casals, y los libros y documentos disponibles en Memoria chilena. Haremos alusión a temas puntuales que demuestran que el PC chileno era simplemente parte de la Internacional Comunista y, por lo tanto, seguidora del marxismo-leninismo y del stalinismo”. El PC tiene su orígenes en el Partido Obrero Socialista fundado en 1912 por Luis Emilio Recabarren pero que, posteriormente, cambiaría el nombre a Partido Comunista al unirse a la IC. Como explica Sergio Grez y Mauricio Rojas en su libro “El libro negro del comunismo chileno”, el PC se sometió a un profundo proceso de bolchevización al decidir ser parte de la Tercera Internacional Comunista.
2/4-Las mentiras de los comunistas chilenos (por Jan Doxrud)
Sabemos que tras la caída del muro de Berlín, la sublevación de los países de Europa del Este y la desintegración del imperio soviético, los partidos comunistas quedaron huérfanos y completamente desorientados con la desaparición de su hermano mayor. Comunistas devotos que había dedicada más de la mitad de sus vidas a la sagrada causa presenciaron como su ideología se desmoronaba desde adentro producto de la ineficiencia misma del sistema, la violación de la propiedad privada y la implementación de un sistema estatista de planificación central.
1/4- Las mentiras de los comunistas chilenos (por Jan Doxrud)
En el programa chileno “Tolerancia Cero” se entrevistó a la abogada, diputada y miembro del Partido Comunista, Carmen Hertz, sobre temas relacionados con las elecciones parlamentarias y la primera vuelta presidencial. Lo que pretendo aquí es analizar unas breves aseveraciones realizadas por la diputada en el transcurso de la entrevista que podrán llamar la atención de algún telespectador (sinceramente no en mi caso) y que merecen ser abordadas, ya que lo que señala son lisa y llanamente mentiras. Como ya he señalado en otro artículo, la característica central del comunismo no es el de ser una aberración antropológica y económica que significó la muerte de millones de personas, sino que es su capacidad de mentir y de manipular y deformar la realidad (y la historia) para adaptarla a sus intereses.
8) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Para terminar, quisiera hacer referencia al concepto de biopoder y biopolítica, tal como lo expuso Foucaul en su lección del año 1976 en el Collège de France. Explica que uno de los fenómenos fundamentales del siglo XIX fue lo que denomina la consideración de la vida por el poder, un ejercicio del poder sobre el ser humano en cuanto ser viviente. Foucault se refiere también a este fenómeno como una “estatización de lo biológico”. A lo largo del siglo XVIII habría surgido una tecnología de poder que no excluye a la otrora técnica disciplinaria, sino que la engloba, integra y modifica parcialmente.
7) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Otras limitaciones que se pararon en frente de la razón de Estado fue el Derecho natural y la teoría del contrato entre los individuos para constituir el soberano, claro que se trata de un contrato con cláusulas que el soberano deberá acatar y respetar. Recordemos que se desarrollaron teorías del regicidio, por ejemplo el caso del jesuita Juan de Mariana (1536-1624), donde existían casos en donde era lícito dar muerte al monarca si éste no se mantenía fiel a los principios del cristianismo. Otro límite a la razón de estado lo representa una “nueva naturalidad”, que surge con el pensamiento de los economistas. Foucault menciona este tema en su curso de 1978 y lo continúa desarrollando en el de 1979. Con respecto a esta “nueva naturalidad” escribe el intelectual:
6) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
La policía juega un papel central, y Foucault advierte que este concepto, al menos desde el siglo XVII hasta fines del siglo XVIII, tenía un significado muy diferente al que tiene en nuestros días. Por ejemplo, lo que hasta el final del Antiguo Régimen en Francia se denominaba policía, esto quería decir algo más que la institución policía, para querer significar “el conjunto de mecanismos por medio de los cuales se aseguran el orden, el crecimiento canalizado de las riquezas y las condiciones de mantenimiento de la salud «en general»”[1].
5) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
¿Qué hay de la figura de Nicolás Maquiavelo a la que suele asociarse este concepto de razón de Estado? Maquiavelo es generalmente presentado como aquel que secularizó la política. Pero también tenemos otros retratos del pensador italiano, como lo señala George H. Sabine, era patriota apasionado, nacionalista ardiente, un jesuita político, demócrata convencido y adulador sin escrúpulos que buscaba el favor de los déspotas. A Maquiavelo se lo presenta también como un político práctico, un agudo analista de la situación histórica de su tiempo con un gran talento literario.
4) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Otro fenómeno de relevancia que aconteció a lo largo del siglo XVI fue el desarrollo de la conducción del ser humano al margen de la autoridad ecclesiastica. Fue la obra de Descartes, especialmente sus “Meditaciones metafísicas”, la que representa para Foucault un punto culminante sobre cómo el ser humano puede conducirse al margen de toda consideración religiosa. En su “Discurso del Método” escribió el filósofo francés:
3) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
Foucault agrega otra característica del pastorado cristiano y es lo que denomina como la instancia de obediencia pura, como tipo de acción unitaria, altamente valorada y que tiene lo esencial de su razón de ser en sí misma. El cristianismo no es una religión de la ley, sino que una religión de la voluntad de Dios de las voluntades de Dios para cada uno en particular. El pastor no es un juez u hombre de la ley, ya que para Foucault, se asemeja más bien al medico.
2) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
¿Que sería un “mal pastor”? Foucault señala que el mal pastor es aquel que piensa en las pasturas para su propio beneficio, el que busca engordar el Ganado para poder vender y dispersar. Por otro lado, el buen pastor solo piensa en su rebaño y no va más allá. El mal pastor no debe abusar de su poder y resguadarse de no caer en una especie de egocentrismo espiritual que busca crear dependencia en las ovejas con respecto a su persona. El poder del pastor, añade Foucault, es un poder oblativo, de carácter transicional. A esto añade el mismo autor:
1) Michel Foucault: Estado y Biopoder (por Jan Doxrud)
En esta serie de artículos abordaré algunas de las ideas del intelectual francés Michel Foucault. Me centraré principalmente en algunos capítulos de sus clases impartidas en el Collège de France: “Defender la sociedad”, Seguridad, territorio, población” y “Nacimiento de la biopolítica”. Así, a lo largo de estos artículos examinaremos varias ideas entre las cuales caben destacar el de “Estado”, “gubernamnetalidad”, “poder pastoral” (y su crisis), la noción de “razón de Estado” y los cuestionamientos a este durante la Edad Moderna. Finalmente abordaré el tema de la “biopolítica” o esta “estatización de lo biológico”.
2/2-Socialismo y prusianismo (por Jan Doxrud)
Ya visto brevemente un breve perfil de Spengler y una referencia a Prusia, pasemos al libro en cuestión: “Prusianidad y Socialismo”. En la introducción el autor comienza refiriéndose a la confusión reinante en torno al significado del concepto mismo de socialismo. Así Spengler afirma que cada persona lo emplea y comprende bajo distintas formas y lo adorna con lo que le agrada, con lo que le aborrece y con lo que desea o teme. Ya en estas primeras páginas el autor deja caer sus invectivas contra Marx quien se había limitado a ser un crítico pero no un creador, lo que lleva a que los marxistas sean “solamente fuertes en la negación y fallan en lo positivo”.
1/2-Socialismo y prusianismo (por Jan Doxrud)
El presente artículo viene a complementar otro anterior en donde abordé el tema de por qué razón los nazis eran socialistas. El mero título del artículo causó las respuestas esperables, en este caso específico, el cómo era posible que yo pudiera calificar a los nacionalsocialistas de “socialistas”. Como ya señalé, a quienes se autodenominan como socialistas no les acomoda que tal etiqueta la puedan portar los nazis alemanes, pero el problema con esta postura es que se fundamenta en la ignorancia, puesto que no reconoce la existencia de distintas vertientes dentro del socialismo. Para ser más específico, el socialismo no se reduce al marxismo (al mal llamado “socialismo científico”) ya que el primero es anterior al segundo.