3/7- Política monetaria ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)

Pasemos ahora a examinar el tema central, la función medular de todo Banco Central: ¿qué es la política monetaria? Por política – en el sentido de “policy” en inglés (y no “politics”), tenemos que es un principio de acción adoptado por una organización o individuo. En virtud de lo anterior tenemos que la PM es unaherramienta del BC por medio de la cual trata de controlar en la cantidad de dinero, influyendo en componentes de la demanda agregada, esto es, en el consumo e inversión, aunque también se ve afectado el comercio puesto que afecta a su vez al tipo de cambio.

2/7- Política monetaria ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)

Un protagonista crucial en la implementación de la PM es el Banco Central (BC). Este Banco fue fundado en 1925 durante la convulsiona presidencia de Arturo Alessandri (1920-1925) y bajo la asesoría del prestigioso economista y catedrático de la Universidad de Cornell (1906-1912) y Princeton (1912-1943) Edwin W. Kemmerer (1875-1945). Como explica Camilo Carrasco en su excelente obra “Banco Central de Chile 1925-1964. Una Historia Institucional”:

1/7- Política monetaria ¿de qué estamos hablando? Introducción (por Jan Doxrud)

El ex presidente de la Reserva Federal (2006-2014), Ben Bernanke, en su reciente libro “21st Century Monetary Policy: The Federal Reserve from the Great Inflation to COVID-19”, señala que la política monetaria no es la panacea, pero que el dinero importa mucho. Y todavía sigue importando, más aún, en este siglo XXI con una economía globalizada y nuevas crisis con consecuencias sistémicas como la subprime y ahora la crisis derivada de la pandemia, las cuarentenas y la guerra en Ucrania.

8/8- Profetas del pesimismo. Los Ecologistas (por Jan Doxrud)

Puede ser bastante fácil sugerir dejar los combustibles fósiles desde la comodidad de un país desarrollado e incluso darse el lujo de hacer una huelga para no ir al colegio, mientras que en países africanos los padres y madres deben escoger cual de sus hijos tendrá el privilegio de ir a la escuela. Debemos preguntarnos si acaso se está siendo justo y empático recomendar a los países aún pobres que no utilicen combustibles fósiles por el bien de planeta. ¿Tenemos derecho si quiera a sugerirles que no pueden seguir el camino al desarrollo tal como lo hicieron los países considerados como modernos y desarrollados? El impacto cero no existe e incluso las llamadas tecnologías verdes y energías alternativas dependen de los combustibles fósiles ( y de mano de obra esclava como es el caso de las tierras raras)

7/8-Profetas del pesimismo. Los Ecologistas (por Jan Doxrud)

Otro componente propio del ecologismo profundo es el miedo y el consecuente catastrofismo y pesimismo. Luc Ferry trae a la palestra el fenómeno del miedo como pasión política, la misma que – siguiendo a Thomas Hobbes – hace que los seres humanos abandonen el “estado de naturaleza” en favor de una regida por un sistema normativo que imponga orden. Ahora bien, en el caso de la ecología profunda – y aquí Ferry sigue las ideas de Hans Jonas – el miedo sería para “el otro”, es decir, para las generaciones futuras.

6/8- Profetas del pesimismo. Los Ecologistas (por Jan Doxrud)

El filósofo australiano Peter Singer se pregunta en su libro “Ética práctica” si acaso existe un valor más allá de los seres sensibles? La respuesta del autor y su posición ética frente a esta problemática consiste en extender la ética de la tradición occidental dominante centrada en el ser humano. En palabras de Singer: “Esta ética extendida traza la línea de división de la consideración moral alrededor de todas las criaturas sensibles, pero deja otros seres vivientes fuera de dicha línea”.

5/8- Profetas del pesimismo. Los Ecologistas (por Jan Doxrud)

Volviendo a Horckheimer, su “Crítica de la razón instrumental” no tenía un tono muy esperanzador. En el prefacio de la primera edición alemana el autor mostraba su preocupación sobre el avance progresivo de los medios técnicos que traía consigo un proceso de deshumanización de la sociedad . De acuerdo al autor, el mundo carecía de un sentido claro o principio superior de racionalidad.

4/8- Profetas del pesimismo (por Jan Doxrud)

Otros autores, como Gustave Le Bon (1841-1931), centraron su interés y preocupación por el fenómeno de las multitudes o las masas. Para Le Bon sucedía que cuando los individuos se encontraba inmersos en una multitud o “masa psicológica”, su personalidad se esfumaba y quedaba diluid dentro de esta “alma colectiva”. Por ende, las masas mostraban propiedades emergentes de las cuales carecían las personas consideradas individualmente, es decir, al margen de esa masa. Sumado a esto, para Le Bon añadía que el ser humano ya no era él/ella misma, sino que pasaba a transformarse en un autómata carente de voluntad propia.

3/8-Profetas del pesimismo (por Jan Doxrud)

Ahora bien, el pesimismo no desemboca necesariamente en esta última actitud de resignación. Por el contrario, el pesimismo irracional puede dar rienda suelta a un optimismo igualmente poderoso e irracional que raya en el utopismo y en soluciones del tipo “top-down” que advertía Roger Scruton:

2/8- Profetas del pesimismo (por Jan Doxrud)

Ahora bien, el pesimismo está lejos de ser un fenómeno nuevo, puesto que nos acompaña desde hace siglos, siendo lo único que cambia la causa de ese pesimismo. El pesimismo – inherente al género humano – está ligado a nuestra condición no solo de ser seres temporales, sino que también de ser conscientes de tal temporalidad. Sumado a esto, somos seres racionales así como también emocionales, de manera que nuestra propia existencia no la experimentamos al margen de esos rasgos constitutivos de nuestro ser.

1/8-Profetas del pesimismo (por Jan Doxrud)

En esta serie de artículos abordaremos el fenómeno del pesimismo y el catastrofismo que ha invadido algunas narrativas en la actualidad. Esta visión lúgubre del futuro incluye a una gran variedad de personas como científicos, académicos, intelectuales, políticos y activistas. También debemos incluir las personas común y corrientes (legos) que consumen los diversos medios de comunicación que operan como caja de resonancia de los profetas de la catástrofe. A medida que avancemos el lector podrá ir percatándose de varios aspectos importantes.

2/2- Masculino genérico ¿un artilugio lingüístico patriarcal? (por Jan Doxrud)

El ya mencionado Alexis Grijelmo comienza el capítulo 1 de su libro con el concepto de “prototipo” que, etimológicamente, significa “primer tipo”, en otras palabras, un modelo. Grijelmo nos presenta un primer ejemplo en donde se le pide a unos (¿unas?) estudiantes que dibujen a una persona. El resultado fue que los pequeños (¿pequeñas?) estudiantes trazaron líneas para el cuerpo, brazos y piernas, y un círculo representando la cabeza. A partir de este resultado el autor se pregunta si tal dibujo excluye a quienes carecen de alguna de sus extremidades, es decir, ¿serían excluidos del concepto de persona? Qué sucede con las personas colorinas, rubias, morenos, indígenas o asiáticos…¿quedan también excluidos? La respuesta es negativa, puesto que tal dibujo, como ya se señaló, seria un prototipo. En palabras de Grijelmo:

1/2- Masculino genérico ¿un artilugio lingüístico patriarcal? (por Jan Doxrud)

En este artículo abordaré específicamente el tema del genérico masculino y, por ende, no tratará sobre aquel tema más amplio que es el del lenguaje inclusivo. Para ello haré referencia principalmente al excelente libro del periodista Alex Grijelmo titulado “Propuesta de acuerdo sobre el lenguaje inclusivo”. Dicho esto, en lo que sigue, abordaremos qué es el masculino genérico y cómo se originó, para posteriormente evaluar si realmente estamos ante una especie de artilugio ideológico machista que pretende invisibilizar a la mujer.

5/5-Libro: La historia olvidada del liberalismo de Helena Rosenblatt (por Jan Doxrud)

Estas ideas chocaron con el papado de Pío IX, quien publicó la encíclica Quanta cura, junto al “Syllabus errorum complectens praecipuos nostrae aetatis errores” (Listado recopilatorio de los principales errores de nuestro tiempo). En este último podemos leer un a serie de críticas hacia el panteísmo, racionalismo absoluto, socialismo, comunismo, sociedades secretas, sociedades bíblicas y sociedades clérico-liberales. Como señala la autora, esta postura de la Iglesia solo vino a reforzar la idea de los liberales de que el principal enemigo era el catolicismo. Debemos tener en consideración que en 1854 se había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción, pero más polémico fue el dogma de la infabilidad papal. Al respecto comenta Rosenblatt:

4/5- Libro: La historia olvidada del liberalismo de Helena Rosenblatt (por Jan Doxrud)

Otra celebre obra y autor destacado por Rosenblatt es “La democracia en América” (1835) de Alexis de Tocqueville (1805-1859). Tocqueville fue parte de una misión para viajar a los Estados Unidos para estudiar su sistema penitenciario, pero finalmente su estadía en el país terminó por ser un agudo análisis de sus sistema político y social. Como señala Rosenblatt, si bien Tocqueville compartía los temores de los liberales respecto a la democracia, tenía claro que el avance de la igualdad era imparable, por lo que había que preparar a Francia para las consecuencias que traía consigo tal avance. En virtud de lo anterior, Estados Unidos podía servir como referencia para Francia, esto es, que esta adoptara ciertas instituciones, valores y formas de organización político-territoriales tales como la descentralización administrativa, la separación entre política y religión, libertad de asociación, etc.

3/5-Libro: La historia olvidada del liberalismo de Helena Rosenblatt (por Jan Doxrud)

Como es sabido, en Francia comenzó a sobresalir la figura del corso Napoleón Bonaparte como Primer Cónsul en 1799 y Emperador a partir de 1804. Figuras como Staël y Constant apoyaron en un comienzo al cónsul pero luego se fueron decepcionando por una serie de medidas que tomó. Por ejemplo, Napoleón modificó la Constitución para poder así concentrar el poder en su figura. También llevó a cabo un proceso de centralización de la administración que dependía directamente de él. En tercer lugar declaró la religión católica como la oficial y entabló negociaciones con el Papa. Así, Napoleón se alejaba de los ideales propios de la liberalidad. A esto añade Rosenblatt:

2/5- Libro: La historia olvidada del liberalismo de Helena Rosenblatt (por Jan Doxrud)

Como señalé, Rosenblatt comienza su relato con la figura de Cicerón. En la antigua Roma “liber” significaba tanto “libre” como “generoso” y “liberalis” significaba “propio de una persona nacida libre” (que no es esclavo), esto es, un ciudadano que vivía dentro de una república bajo un Estado de Derecho. En esta época las personas no se autodenominaba como “liberales” y se hablaba, más bien, de “liberalidad”. Rosenblatt se concentra en explicar este concepto de “liberalidad” (liberalitas) que denotaba “una manera noble y generosa de pensar y tratar a los conciudadanos”, de manera que su contrario era el egoísmo. Este egoísmo era lo que los romanos conocían bajo el nombre de servilismo, esto es, pensar y actuar teniendo como referencia sólo a uno mismo.

1/5- Libro: La historia olvidada del liberalismo de Helena Rosenblatt (por Jan Doxrud)

En el presente artículo abordaremos el interesante libro de Helena Rosenblatt titulado “La historia olvidada del liberalismo: Desde la antigua Roma hasta el siglo XXI”. Rosenblatt es profesora de Historia en el Graduate Center de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Es autora de otras obras sobre Benjamin Constant y Jean Jacques Rousseau. El libro constituye una historia y, como tal, una genealogía del alabado, denostado y mal comprendido concepto de liberalismo. Como es sabido, las palabras tienen tanto un anclaje etimológico así como también histórico y, muchas veces, el concepto histórico puede desanclarse de su significado etimológico. Como ya he escrito en mis artículos sobre el lenguaje, tenemos que el análisis etimológico de una palabra ya no solamente es insuficiente, sino que de poca utilidad.

8/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato (por Jan Doxrud)

En suma, y como ya dije, la idea de un Estado protagonista y coordinador de la actividad económica no es nueva y no tiene nada de revolucionaria (todo lo contraria fue involucionaría). Ahora bien, no quiero dar a entender que Mazzucato quiera retomar un modelo similar al de sustitución de importaciones, ni a una modalidad de estatismo elefantiásico. Con esto quiero dar a entender que el Estado ya ha asumido en el pasado ese rol preponderante dentro de los sistemas económicos nacionales – desde la planificación central socialista hasta economías mixtas con un peso relativamente mayor del Estado – y que algunos autores reclaman en la actualidad como si no hubiese existido tal experiencia.

7/8- El Estado emprendedor de Mariana Mazzucato. Las críticas al libro. (por Jan Doxrud)

Cabe añadir que las ideas de Mazzucato no tienen nada de nuevas y menos aún son revolucionarias (la misma autora se refiere al Estado desarrollista). Son viejas ideas con ropajes nuevos y en el caso de mi país (y América Latina), ya experimentamos con la idea de un Estado emprendedor, interventor, coordinador y proveedor de recursos dentro del sistema económico. Este proceso fue tomando forma al menos desde la intervención de la oficialidad del Ejército en 1924 que forzaría al Congreso (durante el primer gobierno de Arturo Alessandri) a legislar en materia social.