¿Por qué le tememos a la muerte?Las respuestas pueden ser múltiples. Pero quizás muchas de las explicaciones se reducen a la incertidumbre frente a lo desconocido y la angustia y miedo de abandonar lo conocido. De sólo pensar que existirá un momento en que no veré más a mi padre, madre, hijos, hermanos, el cielo y las montañas, se produce un gran vértigo existencial. Por lo demás, con la muerte ya ni siquiera experimentaré las emociones y sentimientos, los lazos afectivos cesarán y ni siquiera me percibiré a mi mismo, puesto que el “Yo” cesará de existir.
2/3-La muerte (por Jan Doxrud)
De hecho, este planeta tierra ha visto pasar literalmente billones de personas que ya no existen.Se calcula, de acuerdo al Population Reference Bureau, que han pasado, al menos, 108 billones de miembros de nuestra especie. Esta cifra aumentaria a 113 billones para el 2050. En suma, la población actual representa un porcentaje ínfimo, que no llega a los dos dígitos, del total de miembros de nuestra especie que han vivido en este planeta.
1/3-La muerte (por Jan Doxrud)
2/2-Thomas Keating, O.C.S.O y la Espiritualidad Cristiana desde abajo (por Jan Doxrud)
En el lo que sigue de este escrito me referiré al tema de la espiritualidad desde la perspectiva de la tradición cristiana - católica y me basaré principalmente en los escritos del nonagenario monje católico perteneciente a La Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (también conocida como Trapenses) me refiero al padre Thomas Keating (1923). Keating es uno de los principales maestros de oración contemplativa (Centering Prayer) dentro del mundo cristiano. Cursó sus estudios en Yale y Fordham, para luego ingresar a la vida monacal.
1/2-Thomas Keating, O.C.S.O y la Espiritualidad Cristiana desde abajo (por Jan Doxrud)
En este artículo abordaré el tema de la espiritualidad cristiana, tema que puede resultar un tanto “elevado”, lejano y etéreo para algunas personas. Ahora bien, como tendremos la posibilidad de ver, la espiritualidad no tiene nada de mágico, sobrenatural, siendo más bien algo bastante terrenal. Quizás es la palabra “espíritu” (soplo o aliento) la que puede distorsionar nuestro entendimiento del concepto de “espiritualidad”, ya que este concepto de espíritu prácticamente está en boca de todos y no sabemos realmente qué significa.
Maya o el velo de la ilusión (por Jan Doxrud)
¿Cómo es posible que existan personas que crean en demonios, fantasmas o espíritus desencarnados? ¿Cómo es posible que ciertas personas crean que existan “energías” misteriosas como si existieran independiente de los cuerpos de los cuales son sólo propiedades”? ¿Cómo es posible que existan personas que crean que los muertos pueden “hablar” por medio de un “medium”? ¿Cómo es posible que existan personas que conciban al ser humano desde un punto de vista dualista, es decir, que está compuesto por un cuerpo y un alma? Por otro lado, podemos preguntarnos, ¿Cómo es posible que existan personas que no crean en seres fantasmales o cualquier entidad que no requiera de un cuerpo para existir?
2/2-Bosquejo sobre la filosofía de vida de León Tolstói (por Jan Doxrud)
Tolstói se mostraba escéptico frente a los progresos materiales, y se mostraba contrario, tal como lo escribe el 14 de abril de 1903, de medir el progreso humano de acuerdo con los éxitos técnicos y científicos. Ahora bien , tampoco se mostraba como un partidario acérrimo de Rousseau y su concepción romántica del “estado de naturaleza” previo al desarrollo de la civilización. Para el escritor ruso el aumento del bienestar de los seres humanos se producía únicamente cuando se producía un aumento del amor, que hace iguales a todos los hombres. En relación a al ciencia, Tolstoi se muestra como un fenomenista, es decir, escribe en su diario que los hechos no existen, puesto que todo lo que existe son nuestras percepciones de los hechos, algo que nos recuerda a aquella frase del Obispo Berkeley: “Ser es ser percibido”.
Sabiduría perenne para reflexionar (1): El Maestro, el discípulo y la sostenibilidad
Hoy lamentablemente las personas que consideramos "cultas" o "inteligentes" no son sabias, son sólo poseedores de un saber enciclopédico. Ni siquiera son inteligentes si nos remontamos a la etimología de esta palabra que hacía referencia "saber elegir" entre distintas alternativas. La palabra "sapere" también significa "inteligencia", de ahí la famosa sentencia de Kant "¡Sapere aude!, esto es, el atreverse a servirnos de nuestro propio entendimiento o a tener el valor de hacer uso de nuestra propia razón. Una persona sabia e inteligente es aquella que sabe conducirse rectamente en su vida. Después de todo, ¿de que me sirve ser un gran literato, filósofo o teólogo, si en mi vida diaria maltrato o abuso de todos aquellos que me rodean?