4) Oskar Lange: Economía Política Marxista y Planificación Central (por Jan Doxrud)
En el capítulo VI de su libro Lange aclara que su concepción de economía política, junto a su objeto y método se basan en los trabajos de Karl Marx, de manera que se trata de una concepción marxista de la economía política. Junto a esto reconoce la existencia de otras escuelas económicas como la escuela histórica y su critica a la economía clásica por el “ahistoricismo” de las leyes que enunciaba. Lange se detiene especialmente en las subjetivistas que incluyen a la Escuela de Lausana (Walras), Escuela Austriaca (Menger) y la anglosajona (Jevons y Marshall). La idea central de Lange es el camino que tomó la economía política: el convertirse en una capítulo de la praxeología o teoría de la acción racional (término que abordaremos más adelante). En otras palabras de acuerdo al economista polaco la economía política dejó de ser una ciencia empírica que trata de “problemas graves” para transformarse en una “lódica de la elección formal”.
El punto cúlmine de este tránsito lo constituye la ya célebre definición del economista británico y académico de la London School of Economics: Lionel Robbins (1898-1984). La definición de economía de Robbins destaca el hecho de que esta “ciencia” estudia la “conducta humana”, conducta que apunta a satisfacer fines pero que cuenta con medios no solo escasos para conseguirlos, sino que tienen también “usos alternativos”.
Así, el autor se muestra en contra de concebir la economía como una suerte de ciencia formal cuyas afirmaciones no tienen que ser corroboradas empíricamente y en donde solo basta la no contradicción de los axiomas elegidos. Junto a esto, Lange critica el hecho de que se descuide otro aspecto importante como lo son las relaciones sociales y la economía real, en favor del análisis formal de la acción humana. En palabras de Lange:
“Una teoría económica así concebida deja de ser una ciencia social. Ateniéndose de este modo al aspecto formal de la actividad humana, en vez de estudiar un campo determinado de esta actividad, el subjetivismo se desinteresa de los problemas del proceso económico real, y pierde su carácter de ciencia empírica, cuyas afirmaciones deben ser consideradas confrontándolas con la realidad”.
Al abandonar los problemas reales como las relaciones de producción y de distribución de que se ocupó la economía política clásica y, posteriormente, la economía política marxista, Lange señala que el subjetivismo termina por liquidar la economía política. Lange hace eco de la crítica efectuada por el economista marxista alemán, Rudolf Hilferding (1877-1941), a la Escuela Austriaca de Menger y Böhm-Bawerk.
De acuerdo a Hilferding tal enfoque toma como punto de partida al individuo (y su relación con las cosas) en lugar de las relaciones económicas y sociales y, junto a esto, concibe al individuo desde una dimensión psicológica y sometidos a una suerte de leyes naturales e inmutables. Sumado a lo anterior, el economista alemán que lo anterior significaba dejar de lado factores importantes como las relaciones de producción y la idea de un desarrollo económico de acuerdo con leyes específicas. En suma, para Hilferding este enfoque significaba la auto-liquidación de la economía política.
Lange también critica las ideas de Werner Sombart y Max Weber sobre le origen del capitalismo, puesto que prescinden del enfoque marxista de la lucha de clases y la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Así en ambos autores el desarrollo económico se basa en el idealismo hegeliano, por ejemplo, cuando hablan de un “espíritu” que es peculiar a una época determinada. Así los cambios se darían, utilizando la terminología marxista, en la “superestructura” desde donde se llevan los cambios en la “infraestructura” económica. Para rebatir esto, Lange se apoya en la crítica a Weber elaborad por el socialdemócrata Karl Kautsky para quien el capitalismo no es fruto de la “ética” protestante y de las ideas predicadas por Calvino. Para este autor las “actitudes mentales” no surgieron de manera espontánea sino que obedecieron a contradicciones de clases que se daban en la infraestructura, específicamente la rebelión del artesanado frente a los señores feudales, la Iglesia y los usureros
Una vez definido el concepto de economía política pasemos a examinar distintos conceptos o “ladrillos conceptuales” que Lange expone en el primer capítulo para, desde allí, construir toda su explicación ulterior. Posteriormente, continuaremos con la exposición de la “metodología de la economía política” tal como la expone el economista polaco.Comienza con el concepto de necesidad, que se encuentra históricamente determinada y que, por tanto, evoluciona en el tiempo. Dentro de estas necesidades se encuentran las biológicas que también son función dela cultura de la sociedad de un país determinado. Estas necesidades biológicas no se limitan solo al individuo sino que también son de carácter colectivo como es la seguridad en sus diversas dimensiones.
Para satisfacer tales necesidades se producen “bienes”· que son medios materiales que tienen como objetivo la satisfacción de tales necesidades. Los bienes de los que son objeto la economía política son los de carácter económico, de manera que los denominados “bienes libres” no caben dentro de su radar. La actividad humana encaminada a la utilización de las reservas y de las fuerzas de la naturaleza con el objetivo de crear bienes para la satisfacción de las necesidades humanas, Lange la denomina “producción” y los bienes obtenidos del proceso lo designa como “productos” y sin precisamente estos últimos (los productos) los que son objeto de estudio de la economía política.
Una precisión importante que realiza el economista polaco es que “productos” y “bienes” no son sinónimos, puesto que los primeros son pensados como un resultado de la actividad humana, mientras que los segundos son concebidos para la satisfacción de las necesidades humanas. Este proceso en donde se crean producto con el objetivos de ser vendidos para satisfacer las necesidades humanas son el resultado del “trabajo” que, para Lange (así como lo destacaba Marx en El Capital), es lo que diferencia al ser humano de los demás animales. En una nota a pie de página, Lange explica que los animales efectivamente utilizan la naturaleza que los rodea, estos no la adaptan a sus necesidades. Así, el autor da el ejemplo de la termitas, las cuales transforman el medio que las rodea a sus necesidades vitales, pero esto no lo hacen de manera consciente e intencional
En esto Lange sigue a Marx y escrito “La ideología alemana” en donde señaló que lo que diferenciaba a los hombres de los animales era que los primeros tenían la capacidad de producir sus medios de vida, y añadía que el ser humano era un ser activo y el trabajo constituía la expresión de sus capacidades físicas y mentales. Así, para Marx el trabajo no era solamente un medio para la producción de mercancías, sino que constituía la afirmación de la humanidad, por lo que un hombre sin trabajo no era un ser pleno. Junto a lo anterior, Marx y Engels, explicaban que lo que diferenciaba a los seres humanos de los demás seres vivos era su habilidad de fabricar además sus propias herramientas o los medios que permiten producir los productos con mayor eficiencia.
Regresando a Lange, tenemos que la producción (creación de “productos”) se basa en el “trabajo” con el objetivo de que los productos puedan satisface necesidades, vale decir, que se transformen en “bienes”. Para efectuar este proceso productivo, los seres humanos se sirven de “medios de producción” que van desde la fuerza animal hasta las modernas maquinarias. Dentro de estos medios de producción, Lange distingue, en primer lugar, los “objetos de trabajo” que son las riquezas naturales como bosques, carbón y las diversas materias primas. En segundo lugar tenemos los “medios de trabajo” que son las herramientas o instrumentos utilizados en el proceso de producción: edificios, puertos, hachas, carreteras, locomotoras, etc. Estos “medios de producción” que satisfacen las necesidades humanas de manera indirecta Lange los denomina como “bienes de producción”, mientras que aquellos que satisfacen directamente las necesidades los denomina “bienes de consumo”.
Ahora bien, puede darse el caso en que un mismo objeto puede ser, a la vez, un medio de producción así como también un medio de consumo, como es el caso del carbón o la madera (para hacer un asado o para utilizarlo para la chimenea de la casa), de manera que la diferencia entre ambos tiene un carácter funcional. Otros dos conceptos es el de “consumo”, que es el acto mismo de satisfacer las necesidades, y el “consumo productivo” que es el desgaste de los medios de producción, de manera que este último es un “consumo” de carácter gradual. En lo que respecta al concepto de trabajo, Lange distingue entre trabajo “productivo” e “improductivo”. El primero se refiere a aquel trabajo que crea objetos materiales, de manera que los que conocemos como el sector “servicios” se encuentran dentro de la categoría de trabajo improductivo. Así , Lange diferencia entre “trabajo productivo” y lo que conocemos como “servicios” (sector terciario).
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