La Tentación Totalitaria (por Jan Doxrud)
En este artículo me referiré al libro del intelectual francés Jean Francois Revel (1924-2006) titulado “La tentación totalitaria”, publicado en 1976. Para saber más detalles del autor, el lector puede hacer click en este artículo donde reseño otra obra de Revel. En la edición española de 1976 se puede leer abajo del título principal “El principal obstáculo para el socialismo no es el capitalismo, sino el comunismo”. Así, para entender este libro, se hace necesario aclarar qué entiende Revel por comunismo, socialismo y capitalismo. Comencemos por el comunismo. Para Revel el comunismo era simplemente la ideología que imperaba en aquellos países gobernados por le Partido Comunista, partido que, por lo demás, ejercía de forma absoluta todos los poderes: político, económico, sindical, legislativo, judicial, informativo, policial y militar. En suma, en palabras del autor: “Digamos por lo tanto, que desde un punto de vista técnico, y en cuanto a fenómenos políticos concretos, los países comunistas pueden definirse como aquellos en los cuales todo el poder está en manos de un partido único, que se autodenomina Partido Comunista”.
Por ende, tenemos que el comunismo, sistema comunista o régimen comunista se define en base al control “total” de un partido sobre todos los ámbitos de la sociedad. Es por ello que debemos ahora proceder a explicar que entiende Revel por sistema totalitarioque es la esencia del comunismo. Es por ello, quizás, que Revel señala que quien no comprenda el funcionamiento de los partidos comunistas, entonces no entenderá nada de la política moderna puesto que, los totalitarismos, es decir, el sistema totalitario aplicado a naciones completas, fue un fenómeno propio del siglo XX, desde el golpe de Estado bolchevique en 1917 hasta el desmembramiento del comunismo internacional a finales de la década de 1980.
Si bien existieron otros regímenes totalitarios que obedecieron a otras ideologías como el nazismo, Revel señala que ni el nazismo ni el fascismo (que para quien escribe no fue un totalitarismo) estaban apuntalados por una ideología prestigiosa y contagiosa que logró transformar a la ideología comunista en un fenómeno internacional. En otras palabras, ni Hitler ni Mussolini poseían una visión de mundo omniabarcante tan articulada y sustentada intelectualmente como fue el caso del comunismo que contaba con una tradición bastante dilatada y con numerosas obras como las de Marx, Engels, Lenin y Stalin. Ahora cabe aclarar qué entiende Revel por totalitarismo a lo cual responde con las siguientes características: la existencia de un partido único y oficial, falta de elecciones libres, falta de libertad de información y prensa, control de la música, las artes y la enseñanza, imposibilidad de los habitantes de viajar al exterior, determinación coercitiva del trabajo, imposibilidad de los extranjeros para visitar libremente el país. Esta lista, no exhaustiva aún es aplicable a la actual dictadura comunista norcoreana.
Pasemos ahora a explicar qué entiende Revel por Socialismo. Recordemos que el autor señala que el principal obstáculo para el socialismo es el comunismo (no el capitalismo), por lo que conviene aclarar este concepto.Revel señala que reserva el nombre de socialistas a los representantes de la corriente anticapitalista que desean conciliar el socialismo con la democracia política. Así, el socialismo del cual nos habla Revel es en realidad la “socialdemocracia” que, si bien comparten con los comunistas el rechazo del capitalismo, se distinguen de estos al no ser “stalinistas”. Estos arroja luces sobre otro aspecto del comunismo y es que el stalinismo no constituyó una desviación de un supuesto “verdadero comunismo”, todo lo contrario, el stalinismo es la esencia del comunismo. A esto hay que añadir que para Revel también resulta ser inverosímil aquel discurso que nos presenta a un malvado Stalin que traicionó el legado del benigno Lenin. A esto añade Revel:
“Por lo que hace al stalinismo, no es más que el leninismo – el mito piadoso de un Lenin traicionado por Stalin no resiste el examen de la carrera política de Lenin (…) Lenin apeló a la dictadura cuando el resultado de las elecciones fue muy desfavorable para el partido bolchevique. La dictadura del proletariado fue instaurada en un país en que la población tenía a lo sumo un 55 de proletarios (…)”
El hecho es que el socialismo (para más detalles sobre el socialismo haga click en Socialismo) es la socialdemocracia la cual, en el caso de Alemania, bajo los liderazgos de personajes como Bernstein y Kautsky, tomó distancia de las ideas medulares de Marx como la lucha de clases como motor de la historia, la pauperización progresiva de la clase trabajadora y la revolución violenta como medio para acceder al poder. El sistema capitalista podía servir, bajo la dirección del Estado, para mejorar los niveles de vida de las personas y lograr mayor equidad por medio de políticas redistributivas. En palabras de Revel:
“A decir verdad existe un sistema económico y político en que el socialismo, la libertad y el selfgovernment concilian bastante bien, un sistema cuyos éxitos económicos, así como las realizaciones en el dominio de la justicia social, son bastante concretos; además, un sistema que accesoriamente ofrece la ventaja de su existencia real: es la socialdemocracia”
Abordemos una última cuestión: ¿qué es lo que Revel crítica a los comunistas? La respuesta puede ser obvia: es una ideología que sólo accede al poder por medio de la violencia y se mantiene en el poder por medio de la instauración de una maquinaria burocrática-totalitaria que reprime a la población. En resumen: comunismo sin violencia y represión no perdura en el tiempo. Pero existe otro punto más interesante en la crítica de Revel y qué él la describe como la “particularidad específica del comunismo” o su “razón de ser”: la destrucción de las condiciones de su cuestionamiento. Al ser un doctrina dogmática el comunismo no puede ser sometido a crítica alguna, y menos aún desde las filas de quienes no pertenecen a las filas comunistas. Por lo demás, y como ya he insistido en otros artículos, los comunistas en la actualidad siempre contarán con maniobras evasivas y justificaciones absurdas sobre los fracasos económicos y matanzas humanas en el pasado. Estas evasivas van desde “eso no era el verdadero comunismo”, “no fue un fracaso del comunismo, sino de quienes lo aplicaron” o “aún no hemos presenciado la instauración del verdadero comunismo”. También es habitual culpar de los fracasos exclusiva y absolutamente a factores externos, lo cual constituye otro obstáculo para realizar un autoexamen crítico ya que, después de todo, la culpa del fracaso fueron “otros”.
El punto de esto es la falta total de autocrítica, pero esto no debe extrañarnos puesto que el comunismo no constituye una ideología como el liberalismo, sino que es una doctrina o un conjunto de ideas y dogmas que otorgan a sus seguidores un sentido a sus vidas, le entrega una utopía final a alcanzar y un propósito o sentido de misión, vale decir, que los seguidores pueden transformarse en agentes de cambio puesto que son ellos los que han recibido la revelación y, por ende, los únicos capacitados para pavimentar el camino hacia la utopia comunista, sin importar los costos que esto implique. Mientras son minoría y juegan el papel de oposición, el comunismo está dispuesto a adaptarse a las reglas del juego de las democracias liberales, esto es, aceptarán la libre expresión, el pluripartidismo, en fin, aceptarán la existencia de un Estado de Derecho. Pero el comunismo, dueño del poder absoluto, abolirá cada uno de estos elementos. En palabras del autor: “La meta de los comunistas es la ocupación del poder por el Partido Comunista. Es sin duda el propósito de todos los partidos políticos. Pero lo distingue de los demás partidos su modo de servirse del poder cuando lo ejerce”.
Junto a esta falta de autocrítica, el comunismo y la izquierda radical en nuestros días, se caracterizan por su incapacidad de ofrecer un nuevo relato. Con esto me refiero a que el discurso político siempre se reduce a un tema: la crítica al capitalismo y, en nuestros días, toma la forma de neoliberalismo. El comunismo se limita a criticar económica y moralmente al régimen capitalista. No se molestan en demostrar las denuncias que realizan desde hace cientos de años y tampoco se toman el trabajo de explicar qué entienden por capitalismo, puesto que es un sistema que puede adoptar diversas formas (para más información haga click en mi Artículo sobre el capitalismo).
Revel se refiere a las “exageradas” criticas que el comunismo esgrimen contra el capitalismo. Cada cierto tiempo, especialmente tras las crisis económicas, comenzamos a escuchar una retórica y conceptos bastante antiguos: el capitalismo es inviable, el capitalismo es insostenible, se acentúan las contradicciones de clase, la explotación aumenta o que la pobreza es cada vez mayor. El capitalismo (o neoliberalismo actual)produce pobreza, extrema riqueza, obesidad, desnutrición, atenta contra el medioambiente e incluso, de acuerdo a algunos colectivos feministas, atenta contra las mujeres. El problema con estas críticases que, en primer lugar, los comunistas compara sistemas económicos realmente existentes con una alternativa (comunismo) que sólo existe idealmente como una utopía. En palabras de Revel:
“En efecto, la cuestión decisiva consiste en saber no sólo si el capitalismo tiene defectos, sino si tiene más o menos defectos que los restantes sistemas económicos existentes o anteriores, y defectos más o menos graves que aquéllos”. Más adelante añade Revel: “Por lo tanto el método que ustedes (comunistas) aplican es en definitiva, no la confrontación entre la hipótesis y el dato (…) sino la comparación entre lo existente y lo inexistente.”
En segundo lugar, los males que por cientos de años han denunciado contra el sistema capitalista no son males de este mismo, puesto que también ocurrían en los capitalismos de Estado de la órbita soviética durante la Guerra Fría. Por ejemplo, la inflación no es un fenómeno que comenzó en el siglo XX puesto que desde el emperador Dioclesiano sabemos de fenómenos como subidas de precio y escasez fruto de los controles impuestos por el poder político. Las inflaciones e hiperinflaciones actuales no se deben “al sistema capitalista” puesto que tal acusación es simplista y no ayuda a comprender las raíces de la inflación, como puede ser la política monetaria expansionista de los bancos centrales (instituciones monopolistas de la emisión de dinero). Tampoco es un fenómeno propio del “capitalismo”, por ejemplo la URSS también atentó seriamente contra la naturaleza como fue el caso del mar de Aral. El demógrafo y especialista en salud y medioambiente, Murray Feshbach, escribió un libro titulado “Ecocidio en la URSS”, en donde plantea que el derrumbe del imperio soviético se debió al desastre ecológico que causó.
El autor explica que la mitad de la tierra estaba anegada, salinizada o erosionada. El aire en ciertas ciudades, como la de Nizhni Tagil en los Urales, era simplemente tóxico. Lo mismo sucedía con el agua, en donde tres cuartas partes de esta no era potable o apta para beber. Incluso tenemos casos de sociedades precapitalistas, como el caso de los habitantes de Isla de Pascua que provocaron una significativa alteración ecológica producto de la tala indiscriminada de árboles. Esto respondía, de acuerdoa Jared Diamond, a motivos religiosos y de poder, es decir, en la competencia en la construcción de Moais en donde las maderas servían como raíles para transportar. Cabe aclarar que han aparecido otros estudio que cuestionan esta hipótesis como la de los arqueólogos Terry Hunt y Carl Lipo.
El punto es que atentar contra el medioambiente no es patrimonio exclusivo del capitalismo y menos aún que un comunismo primitivo (inexistente) indígenas habrían sido una suerte de precursores de los modernos ecologistas. Lamentablemnte la visión romántica de los pueblos originarios nos hacen perder de vista que fueron también pueblos violentos. Tampoco el trabajo infantil comenzó en Europa, específicamente Inglaterra, con la revolución industrial. Lamentablemente no contamos con imágenes sobre como era la vida de los trabajadores en un feudo medieval, sus niveles de vida y esperanza de vida. Pareciera que con el capitalismo industrial comenzaron fenómenos como la pobreza y el desempleo. En suma, en relación a este tema Revel señala que la manía de atribuir al capitalismo todas aquellas características negativas que no le son propias, “como si su misión fuera asumir los pecados del mundo, incluso los de sus antecesores y aún los de sus adversarios”.
Por último, los comunistas engloban bajo el rótulo “capitalismo” todos los sistemas económicos existentes que sean distintos al que ellos predican. El problema con esto es que el capitalismo no necesariamente es sinónimo de “libre mercado”, puesto que existen sistemas capitalistas altamente intervenidos por el Estado y otros con un mayores niveles de libertad económica, emprendimiento y respeto de la propiedad privada. Ciertamente el capitalismo soviético no era similar al estadounidense y el capitalismo chileno de la década de 1930 y 1940 no es el mismo que el actual. A pesar de esto, se puede entender el hecho que el comunismo no abandone su trasnochado y vetusto discurso anticapitalista puesto que, dentro del metarrelato escatológico marxista el capitalismo constituye no solamente el enemigo, sino que también la condición previa para que pueda construirse la sociedad comunista, de manera que no se puede prescindir de aquella pieza clave dentro del discurso comunista. La paradoja fue que ahí donde los comunistas lograron hacerse violentamente con el poder, no aconteció en países desarrollados e industrializados, todo lo contrario, en países principalmente agrícolas donde la industria era escasa o casi inexistente como fue el caso de China