1/4-Marxismo y lucha de clases… pero ¿qué clases? (por Jan Doxrud)

(1) Marxismo y lucha de clases… pero ¿qué clases? (por Jan Doxrud)

Quisiera retomar la concepción de la  sociedad  que  tenía Marx así como la lucha de clases que, por lo demás, de acuerdo al polilogismo advertido por von Mises y Mannheim, resultaría ser falsa, al menos tal como lo plantea Marx:como  la  lucha   entre  dos  grupos sociales  específicos: la burguesía y el proletariado. Autores  de  izquierda  como   el sociólogo Pierre Bourdieu se alejó de Marx en este aspecto ya que para Bourdieu, quien era escéptico frente a visiones sustancialistas y metafísicas, las clases sociales no  existían  en  sí  mismas. En  otras  palabras, no existían clases sociales en la sociedad,  sino  que  clases  “en  el  papel”.  Bourdieu critica la confusión entre las clases construidas teóricamente (en el papel), con las clases reales, esto es, las que existen en una  sociedad específica. Por  lo  demás  no se pueden   explicar   las   clases,   su   génesis  y desarrollo, sólo  a  partir  de  la estructura económica puesto que se debe tener en consideración una   pluralidad   de   relaciones   entre  diversas  propiedades. Engels escribe en “Del Socialismo utópico al socialismo científico” lo siguiente  acerca   de  la   fase   en   que   finalmente   la. clase redentora, el proletariado, toma el poder:

Revolución proletaria, solución de las contradicciones: el proletariado toma el poder político, y, por   medio  de  él, convierte  e n propiedad pública los medios sociales de producción, que se le escapan  de  las  manos  a  la  burguesía. Con  este  acto, redime  los  medios de producción de la condición de capital que hasta allí tenían y da a su carácter social plena  libertad  para imponerse. A partir de ahora es ya posible una producción social con arreglo a un plan trazado  de antemano. El desarrollo de la producción convierte  en  un  anacronismo  la  subsistencia  de  diversas  clases sociales. A medida que desaparece  la  anarquía  de  la  producción  social  languidece  también la autoridad política del  Estado. Los  hombres,  dueños  por  fin  de  su  propia  existencia  social, se convierten en dueños de la naturaleza, en dueños de sí mismos, en hombres libres”.

La revolución que nunca ocurrió

La revolución que nunca ocurrió

Tras leer este tipo de declaraciones uno  se  pregunta sobre  el   supuesto  carácter  científico del socialismo de Engels. Tenemos que  el  proletario convierte la propiedad privada  en  propiedad pública,  “redimiendo”  así   los   medios   de   producción.  Engel  habla  de  un  plan trazado de antemano para llevar a cabo la producción social y que, a medida que desaparece la anarquía de la producción,  languidece  también  el  poder del Estado y el hombre llega a un estado de éxtasis de libertad. Al respecto, Ludwig von Mises critica el hecho de que Marx y Engels hablen de clases y no de individuos. De acuerdo a esto escribe Mises:

Lo que hay que demostrar es cómo los individuos son motivados a actuar de tal forma que la humanidad llegue finalmente al estado que las fuerzas materiales de producción desean que llegue[1].

No existe evidencia que apoye la idea de que los individuos prefieran los intereses de “su clase” que a sus propios intereses y, por lo demás, no existe una explicación acerca de cómo es que el individuo  averigua  cuáles  son  los  genuinos  intereses  de  su  clase. El  sociólogo  e historiador alemán Max Weber (1864-1920) tampoco aceptaba la lucha de clases como motor de  la historia. Weber no estaba de acuerdo con la relevancia que  Marx  daba  a  los  factores  económicos y tampoco aceptaba  la idea de la misión redentora del proletariado. Además Weber, en su modelo de estratificación, muestra  un  modelo de sociedad más complejo y realista en comparación con la visión simplista de Marx.  En  la  teoría  de  Weber, intervienen  componentes  donde  la  clase o posición económica del individuo no es la determinante, ya que existen otros componentes como el status, el prestigio o la popularidad social y, por último, está el poder, esto es, la oportunidad o posibilidad existente en una relación social que permite a un individuo cumplir su propia voluntad.

Weber entendía  por "clase" todo grupo humano que se encuentra  en  una  igual  situación  de clase.   Por  "situación  de  clase" Weber  entendía el conjunto de las probabilidades típicas de provisión de  bienes,  de  posición  externa y de destino personal. Así Weber distingue en primer lugar la clase propietaria, donde las diferencias de propiedad son las que determinan de un modo primario  la   situación   de  clase.  En   segundo  lugar   está   la   clase   lucrativa   donde  son  las probabilidades de la valorización de bienes y servicios en el mercado las  que  determinan  deun modo primario  la  situación  de  clase. Por  ultimo,  tenemos  la  clase  social, esto es, de acuerdo al  sociólogo  alemán, la totalidad de aquellas situaciones de clase entre las cuales un intercambio personal en la sucesión de las generaciones es fácil y suele ocurrir de un modo típico.

En lo que respecta a las clases propietarias, Weber distingue entre  clases  propietarias positivamente   privilegiadas,   como  es  el  caso  de  los  rentistas (de  esclavos,  tierras,  minas, instalaciones)  y  las clases propietarias  negativamente  privilegiadas, donde  se  encuentran los pobres, los proletarios, como eran entendidos en  la  antigüedad  y  deudores. Añade  Weber que entre ambas se encuentran las "clases medias", integradas por aquellas capas de toda especie de los que,  equipados con propiedades o con cualidades de educación, sacan de ellas sus ingresos. Para Weber  la  articulación  de  las clases propietarias puras no es dinámica, es decir , no conduce necesariamente a luchas de clase y a revoluciones de clase. Weber menciona las contraposiciones de clases de propiedad entre:

1. Propietarios de tierras y déclassés

2. Acreedores y deudores (con frecuencia = patricios ciudadanos  y  campesinos o pequeños artesanos de la ciudad) pueden llevar a luchas revolucionarias, que, sin  embargo, no se proponen necesariamente una transformación de la constitución económica  sino primariamente el acceso a la propiedad y la distribución de la misma (revoluciones de clases propietarias)”[2].

Continua señalando el sociólogo lo siguiente:

Ejemplo clásico de la ausencia de contraposiciones de clase se encuentra en  la  situación de los poor white trash (blancos pobres) con respecto a los propietarios de plantaciones en los estados sureños.  El poor   white  trash  era,  con  mucho, más  hostil  al  negro  que  el  propio  dueño de plantaciones, dominado muchas veces por sentimientos patriarcales“[3].

En cuanto a las clases lucrativas, Weber también distingue entre   aquellas  positiva  y negativamente   privilegiadas.  En cuanto  a  las primeras, su significación  primaria  reside  en  el monopolio   de  la   dirección de la producción de  bienes en interés de los fines lucrativos de sus propios  miembros  y  el  aseguramiento de  las oportunidades lucrativas   influyendo la política económica de las asociaciones tanto políticas como de  otro  tipo. Quienes  componen  esta clase son:  comerciantes,  armadores, industriales, empresarios agrarios,  banqueros y financieros y en determinadas circunstancias, las "profesiones liberales" tales como abogados, médicos y artistas. En relación a las clases lucrativas negativamente privilegiadas la constituyen los trabajadores en sus  distintas   especies   cualitativamente   diferenciadas   como   por   ejemplo   los trabajadores calificados, semicalificados y no calificados.

En medio de estas se encuentran también  las "clases medias" tales  como  los campesinos y artesanos independientes, así como funcionarios públicos  y privados entre otros.  En cuanto a la “clase  social”,  Weber  incluye  al   proletariado en su conjunto, a la pequeña burguesía, a la intelligentsia  sin  propiedad, los  expertos profesionales y a las clases de los propietarios y de los privilegiados por educación. Weber señala que Marx intentó ocuparse notoriamente del problema de  la  unidad  de  clase  del  proletariado  a  pesar  de  su  diferenciación  cualitativa.  De acuerdo al sociólogo alemán,  las  transiciones  de  una  a  otra  clase  son  lábiles y   más  o  menos fáciles  y, por tanto, la unidad de las clases "sociales" se manifiesta de modo muy diverso.

[1] Ludwig von Mises, Teoría e Historia, 152.

[2] Max Weber, Economía y Sociedad (España: FCE, 1993), 243.

[3] Ibid., 243.