La crítica Marxista a Piketty (por Jan Doxrud)
Dicho esto, se comprenderá entonces que Piketty no ha recibido sólo críticas de sectores de derecha, “neoliberales” y de economistas burgueses, sino que también de los economistas marxistas. Por ejemplo, David Harvey escribe en un artículo que un problema central en el argumento de Piketty descansa en su definición errónea que hace del capital. Harvey afirma que el libro de Piketty no trata en absoluto del capital, ni siquiera explica por qué se produjo la crisis de 2008 y sus consecuencias, así como tampoco la razón por la cual Europa se encuentra atrapada en las políticas deausteridad.
Harvey[1], fiel a la tradición marxista, afirma que el capital no es una cosa, sino que un proceso de circulación en el cual el dinero se utiliza para crear más dinero, M – D – M’. Lo anterior se logra usualmente, aunque no de manera exclusiva, por medio de la explotación de la fuerza de trabajo. Por lo tanto Harvey no concuerda con Piketty, quien define el capital como el stock de todos los valores que son propiedad privada de los individuos, corporaciones y gobiernos, y que pueden servir para el comercio en el mercado, sin importar si estos valores están siendo utilizados o no. De acuerdo a Harvey, el dinero, la propiedad inmobiliaria, las fábricas y máquinas que no se utilizan de forma productiva no son capital.
En relación a r > g, Harvey considera que no explica casi nada en relación a las causas de las desigualdades y difícilmente puede considerarse como una ley. Por lo demás no explica la causa de esta gran contradicción. De acuerdo a Harvey, Marx habría atribuido la existencia de dicha ley al desequilibrio de poder entre capital y trabajo. Para el autor la causa se encuentra en el declive constante en la participación del trabajo en la renta nacional. Este fenómeno se viene observando desde la década de 1970 y principalmente, con el advenimiento de losgobiernos de Reagan y Thatcher. En cuanto a las soluciones que ofrece Piketty para disminuir las desigualdades, Harvey las considera inocentes, si no utópicas.
Otro economista marxistas, el académico argentino Rolando Astarita, también señala que Piketty poco tiene que ver con Marx. En primer lugar, para estos economistas, Piketty es parte de la ortodoxia económica y como tal, propone una explicación neoclásica ortodoxa de la economía, de las desigualdades y de la distribución. Otra crítica ligada a la anterior es que, en la exposición de Piketty, las contradicciones de clases y el fenómeno de la explotación quedan ocultas bajo explicaciones de tipo técnico, por la productividad marginal del capital o la sustitución de factores.
El sociólogo y economista español, Vicenç Navarro[2], escribe que el crecimiento de estos beneficios del sector de la economía productiva no se ha basado en el crecimiento de las ventas ni en el aumento de los precios, sino en la enorme reducción de los costes de producción, y muy en especial del precio del trabajo, y este es un tema sobre el cual Piketty guarda silencio. El punto débil del libro, de acuerdo a Navarro, es que parece no percibir que no se puede entender el mundo del capital sin entender el mundo del trabajo ni tampoco cómo estos dos se relacionan entre ellos. Navarro añade que Piketty guarda silencio s obre otros temas como el control público del capital, y por ende, la necesidad de su nacionalización y la necesidad de incrementar las rentas del trabajo.
De esta manera tenemos que el trabajo de Piketty carece del radicalismo de El Capital de Marx, donde el autor alemán cuestionaba el sistema económico mismo por construirse sobre la base de la explotación de los trabajadores y en la apropiación de la plusvalía por parte de los empresarios. Como explica Astarita, el mensaje central de Marx, y que no está presente en Piketty, es que la sociedad moderna se fundamenta en la explotación del trabajo y esto permanece al margen de que aumente o no la desigualdad del ingreso. En Piketty el proceso de acumulación no revela su verdadero carácter que es el de ser contradictorio y en donde operan tendencias y contratendencias.
El eje de Marx es la teoría de la explotación, es decir, la tendencia al aumento de la brecha en las desigualdades, que es un efecto de esa explotación. Al igual que Harvey y los marxistas en general, Astarita no concuerda con el concepto de capital de Piketty, concepto que se opone completamente al de Marx, quien lo concebía como una relación social. Continúa explicando el economista argentino que, de acuerdo a esta concepción, el capital no s erían más que “cosas” como por ejemplo, máquinas, tierra, activos financieros, dinero, yacimientos mineros, etc.
Tales “cosas” quedan agrupadas bajo “K”, el cual rendiría ganancias, rentas, intereses, dividendos e ingresos en distintas formas. El capital de Piketty tiene rendimientos porque es productivo y su tasa de rentabilidad viene a coincidir con su productividad marginal, de manera que “K” pasa a ser una fuente autónoma de plusvalía, que genera valor y ganancia al margen del trabajo y con independencia de este. El “K” de Piketty, como el de la economía neoclásica, está totalmente vaciado de su contenido histórico, es una concepción ahistórica y asocial. Esto lo lleva además a pasar por alto las particularidades de cada período histórico y a establecer que sus leyes son válidas para todos los períodos, es decir, son leyes de tipo ahistóricas.
Piketty también ignora la importancia que da Marx a la tasa de plusvalía como elemento fundamental dentro de su enfoque. Por lo demás la tasa de beneficio G’ o r, depende de la tasa de plusvalía pv’ lo cual explica el porqué los capitalistas intentan aumentar pv’ para de esa manera aumentar su tasa de beneficio, y así también terminan por afectar la distribución del ingreso. Este enfoque, señala Astarita, revela que el conflicto social es algo inherente a la naturaleza del beneficio y de la participación relativa del capital y el trabajo en el ingreso o en la riqueza.
[1] David Harvey, “Algunas ideas sobre Piketty, Marxismo Crítico, 21 de mayo de 2014 (artículo en línea: http://marxismocritico.com/2014/05/21/algunas-ideas-sobre-piketty-david-harvey/)
[2] Vicenç Navarro, El porqué de las desigualdades: una crítica del libro de Thomas Piketty “Capital in the Twenty-First Century”, 15 de mayo de 2014 (artículo en línea: http://www.vnavarro.org/?p=10830)