7/8-Guerra y Guerrilla (por Jan Doxrud)

7) Guerra y Guerrilla (por Jan Doxrud)

El guerrillero de Guevara es uno que tiene como objetivo el romper los moldes de institucionalidad considerada como opresora del pueblo que, en el caso de Cuba, estaba encarnado por la dictadura de Fulgencio Batista. En virtud de lo anterior, el guerrillero se transforma en la “vanguardia” armada del pueblo, en un “guerrillero agrario” que, por las condiciones socioeconómicas de la región, comienza sus operaciones en el ámbito rural. Así, los campesinos constituyen un aliado importante en la guerra de guerrillas y en su avance desde el campo a las zonas urbanas. En palabras de Guevara:

“Al campesino siempre hay que ayudarlo técnica, económica, moral y culturalmente. El guerrillero será una especie de ángel tutelar caído sobre la zona para ayudar siempre al pobre y para molestar lo menos posible al rico, en los primeros momentos del desarrollo de la guerra”. 

La mujer también tiene un rol fundamental dentro de la guerra de guerrillas. Para Guevara la mujer, lejos de causar conflictos de tipo sexual en la tropa, puede ser de utilidad en una sería de trabajos. La mujer, aunque es más débil, puede pelear, servir de canal comunicativo entre las fuerza combatientes (ya que despierta menos sospechas), prestar atención médica, cocinar, confección de uniformes y organizar las escuelas para adoctrinar a los campesinos en la teoría revolucionaria.

guerra-de-guerrillas.JPG

En suma, la guerrilla es para Guevara la guerra del pueblo entero contra la opresión dominan. Pero esta constituye, por lo demás, una fase dentro de la guerra, para ser más específico, una de las fases “primarias” de la guerra. A medida que esta última esta avanza, la guerrilla evoluciona hasta transformarse en un ejército guerrillero, adquiriendo así las características de un ejército regular el cual tendrá que “aplicar los golpes definitivos y acreditarse la victoria”. A esto añade que el triunfo será siempre el producto de un ejército regular, “aunque sus orígenes sean el de un Ejército Guerrillero”. 

¿El objetivo de todo esto? Guevara responde que es convertir un ideal en realidad y crear así una sociedad y un hombre nuevo. Guevara no añade nada novedoso a los escritos de otros autores que le precedieron. En lo que respecta a las tácticas, el argentino destaca la importancia del sabotaje, que no es un medio acto terrorista, puesto que este último constituye una medida indiscriminada que trae consecuencias para personas inocentes. Ahora bien, el argentino no desecha esta idea, puesto que, bajo ciertas condiciones, el terrorismo puede ser deseable:

“El terrorismo debe considerarse como factor valioso cuando se utiliza para ajusticiar algún connotado dirigente de las fuerzas opresoras, caracterizado por su crueldad, por su eficiencia en la represión, por una serie de cualidades que hacen de su supresión algo útil; pero nunca es aconsejable la muerte de personas de poca calidad que traen como consecuencia un desborde de la represión con su secuela de muertes”.

Guevara capturado en Bolivia

Guevara capturado en Bolivia

Pero sabemos que la teoría del foco guerrillero como medio para crear miles de Vietnams en América latina resultó ser un fracaso. Como explica Raymond Aron, la epopeya del Che Guevara en Bolivia (hay que decirlo: una misión suicida sin sentido) consagró el fracaso del principio en virtud del cual el foco guerrillero crearía las condiciones objetivas necesarias para iniciar el proceso revolucionario. En esto, Guevara se alejó incluso de las enseñanzas de Clausewitz, Lenin y Mao. Pero el problema es que el Che, como ya he argumentado en otros artículos, fue un “fanático dentro de fanáticos” y se guió por una interpretación falsa de la experiencia cubana lo que causó que extraer lecciones erradas y, por ende, no podrían ser implementadas en otros países. 

Por lo demás la revolución en Cuba ha sido objeto de una interpretación distorsionada por parte de la propaganda castrista, mostrándola como una revolución comunista en su origen y haciendo caso omiso de las distintas tendencias ideológica existentes en la oposición a Batista, como fue el caso de personajes del peso de  Camilo Cienfuegos (1932-1959), Huber Matos (1918-2014) o René Ramos Latour (1932-1958). La obnubilación ideológica de Guevara   lo llevó a un país como Bolivia en donde tenía muy escasas de logra algún triunfo, puesto que los campesinos no se le unieron y Guevara fue percibido más bien como un extranjero que quería liberar y redimir a personas que no querían ser ni liberadas ni redimidas. En palabras de Aron:

“El compañero de Fidel murió procurando aplicar este principio derivado de la experiencia cubana, interpretada falsamente. En Cuba, los campesinos probablemente no estaban preparados para la revolución, pero ésta maduraba en las ciudades. Los fidelistas refinaron en su provecho la revolución que habían proclamado”.

Cienfuegos, Castro y Matos

Cienfuegos, Castro y Matos

En una reciente entrevista para BBC (Octubre de 2019), Eusebio Tapia Aruni, relata su experiencia como compañero de armas de Ernesto Guevara en Bolivia. Ahora bien, él no sabía quién era, solamente lo conocía bajo el nombre “Ramón” (solo cuando fue ejecutado supo que se trataba del “Che”). Cuando se le pregunta qué era ser un guerrillero, Tapia responde era “internarse en las montañas y en los montes para una guerra donde uno termina perdiendo el miedo a la muerte y donde el enemigo no es el adversario”. 

Añadía que sus enemigos eran el hambre, la sed, el frío, el calor, la suciedad del cuerpo, la fatiga, la enfermedad y “la hostilidad de los mismos campesinos que eran el objeto de nuestra lucha pero que seguían rindiendo culto a sus patrones”. Por último añadía otro problema: además la traición de algunos de nuestros propios compañeros. En cuanto al escenario, es decir, por qué Guevara escogió Bolivia, Tapia responde que, en realidad, el país que había elegido era la Argentina y no Bolivia. La intención de Guevara era encender la mecha revolucionaria en su propio país, para posteriormente propagarla a toda América Latina.  A esto añade el mismo Tapia:

En la Argentina lo rechazaron tanto el partido comunista como el peronismo, rechazo que lo obligó a irse al Perú. Creía que allí iba a tener buena acogida porque un ex cuñado suyo ya comandaba operaciones en Ayacucho. Pero la guerrilla peruana también lo rechazó, igual que el partido comunista peruano. Como ya no tenía dónde ir, regresó a Cuba y recién allí eligió a Bolivia para comenzar. Dos cubanos, a quienes conocí como “El Pombo” y “Ricardo”, vinieron a preparar el terreno”.