7/7- Repensar la pobreza (por Jan Doxrud)

Repensar la pobreza (por Jan Doxrud)

Relacionado con anterior está el tema del ahorro. Los autores demuestran la falsedad del estereotipo victoriano el cual concebía a los pobres como personas perezosas cortoplacistas, despilfarradores y sin ninguna perspectiva de futuro. En sus investigaciones en terreno los autores explican que las personas pobres tienen diversas estrategias parara ahorrar, tal como lo explica el académico de la Universidad de Manchester,  Stuart Rutheford  en su libro  “Los pobres y su dinero”. Como explica el autor ahorrar significa no consumir, es decir, postergar el consumo presente por un beneficio futuro: idea simple de entender pero no fácil de poner en práctica (no me refiero solamente a las personas pobres). Como explica Rutheford, tenemos, en primer lugar, la dificultad de encontrar un lugar donde guardar el dinero sin que se deteriore o sea robado: billetes enrollados en un bambú ahuecado, madera del techo o enterrados en la tierra. Por lo demás existe otro problema: la pérdida del poder adquisitivo producto de la inflación. 

Captura de Pantalla 2020-04-01 a la(s) 00.28.41.png

No obstante lo anterior, el autor afirma que los pobres sí pueden ahorrar, sí ahorran, y quieren ahorrar su dinero. Pero la falta de conocimiento sobre la vida de los pobres y cómo organizan sus vidas, hacen pensar que el pobre no ahorra por una razón obvia: no tienen dinero. Pero Rutheford señala que tal idea carece de fundamento. Por lo demás, los pobres necesitan realizar una serie de grandes gastos que Rutheford los  clasifica en tres categorías. En  primer lugar está el “ciclo de vida” como es el sistema de dotes en India o Pakistán, enterrar a sus muertos, nacimientos, educación y construcción de vivienda. En relación con este último aspecto, Banerjee y Duflo explican la razón por la cual en los países en vías de desarrollo existen tantas viviendas a medio hacer. La razón de esto es el ahorro, es decir, la casa se va construyendo de a poco de manera que, si se cuenta con un dinero extra, van añadiendo una pieza más, que puede que no tenga siquiera una ventana. Son las familais las que compran cemento, ladrillos y arena para hacer el trabajo en sus horas libres. 

Captura de Pantalla 2020-04-01 a la(s) 00.34.23.png

La segunda categoría  la constituyen las “urgencias”, aquellas necesidades urgentes e inesperadas las cuales pueden dividirse en personales e impersonales. Las primeras se refieren a las enfermedades, robos, pérdida de empleos u hostigamientos. Las impersonales, en cambio, incluyen las guerras, inundaciones, ciclones, incendios o demolición de viviendas por parte de las autoridades. La tercera categoría son las “oportunidades de inversión”, es decir, gastar en un nuevo negocio (o uno existente), comprar tierras u otros activos productivos. Así, en esta última categoría los pobres no se ven en la “necesidad” de desembolsar sumas de dinero sino que tienen la “oportunidad” de hacerlo.

_106199512_family-tv_jin_6657.jpg

Banerjee y Duflo explican una serie de instituciones que ayudan a los pobres a ahorrar como los clubes de ahorro que conceden préstamos a sus miembros. Como explica Rutheford, en estos clubes las personas se reúnen para crear y administrar sus propios servicios de intermediación financiera. Rutheford dedica varias páginas a explicar el funcionamiento de las llamadas  ROSCA o Asociaciones de Ahorro y Crédito Rotativo (AACR), una modalidad de club de ahorro en donde el dinero se rota equitativamente entre todos entre sus integrantes. También existe otra modalidad “acumulativa” en donde algunos socios sacan préstamos y otros no, que recibe el nombre de Asociaciones de Ahorro y Crédito Acumulativo (AACA). 

1805306_ROSCA.png

Un ejemplo simple del funcionamiento de una  ROSCA es considerar una compuesta por 15 socios que constituyen el “núcleo de participantes” y en donde cada uno aporta 100 chelines (kenianos), de manera que el total diario es de 1.500 chelines y este monto es entregado en su totalidad a uno de los participantes, proceso que dura a lo largo de 15 dias. En suma se hace un ronda diaria durante un ciclo de 15 días iniciándose, posteriormente, otro ciclo. Así, en este sistema, explica Rutheford, el club ordena cuidadosamente los pequeños ahorros diarios de estas 15 personas en una serie de 15 montos globales que disfruta cada socio por turno.  

Pero dejemos hasta aquí este tema y continuemos avanzando con el libro de Duflo y Banerjee. Los autores citan el  caso de Jennifer Auma, una vendedora del mercado de la ciudad de Bumala ubicada en Kenia. Jennifer vende habas, maíz y sorgo. Lo interesante era como esta mujer se desempeñaba en el ámbito financiero. Result que pertenecía a 6 Asociaciones de Ahorro y Crédito Rotativo. En una aportaba 1.000 chelines al mes, en otra pagaba 580 dos veces al mes y en otra 500 al mes. En otra AACR hacía abonos semanales. Cada AACR tenía un propósito específico y diferente: pagar la renta, proyectos a largo plazo, mejoras en la vivienda o matrículas escolares. 

Fuente: http://www.collaborativefinance.org/rosca/social-saving/

Fuente: http://www.collaborativefinance.org/rosca/social-saving/

Pero como continúan explicando los autores, la “cartera financiera” de Jennifer no se acababa ahí puesto que también pertenecía a la caja de ahorros del pueblo en donde tenía una cuenta. Pero sucedía que tenía poco dinero ahí puesto que lo había utilizado para comprar acciones del banco local lo que faculta a su propietario recibir un crédito por 4 chelines. En el caso de Jennifer esto se tradujo en que pudo obtener un préstamo de 70 mil chelines. Junto a esto, Jennifer tenía además dinero escondido en varias partes de la casa y le debían dinero algunas personas a las cuales les había prestado. Este caso solo demuestra cómo las personas pobres, al no tener acceso a cuentas bancarias, buscan sustitutos, lo cual no significa que podrían estar mejor si tuviesen acceso a tales servicios.

Junto a esto tenemos el tema de la psicología del ahorro, las preferencias temporales de las personas y el autocontrol. Así, los autores señalan que no todo obstáculo para el ahorro viene desde fuera, puesto que también entra en escena las pequeñas tentaciones que nos asechan.  Estas tentaciones, explican los autores, suelen ser expresiones de necesidades viscerales como el sexo, dulces, alcohol o tabaco. El problema es que mucho de los bienes que los pobres quieren son relativamente caros, por lo que el incentivo para ahorra es bajo. Por ejemplo cuando un “bien tentación” se presenta ante una persona pobre, puede que esta caiga en la trampa puesto que pensará que nunca podrá ahorrar lo suficiente como para comprarse, por ejemplo, un refrigerador. En palabras de Banerjee y Duflo:

“El resultado es un círculo vicioso: el ahorro es menos atractivo para los pobres porque para ellos el objetivo tiende a encontrarse muy lejos y saben que por el camino encontrarán muchas tentaciones.  Sin embargo, es evidente que si no ahorran seguirán siendo pobres”.

tiempo-vs-dinero.jpg

Explican los autores que el “autocontrol”  necesario  para no caer en la trampa de los “bienes tentación” es como un músculo lo que se va debilitando y que, en el caso de los pobres, el problema se agrava. La razón de esto es que  las personas pobres se encuentran sometidas a altos niveles de estrés y depresión. Esto tiene consecuencia que el nivel de cortisol (indicador del estrés) suba. El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que ayuda al organismo a controlar el estrés y a que funcione correctamente el sistema inmune.  Estos altos niveles de cortisol pueden influir en las decisiones que toman las personas y puede ir a contracorriente de las conductas autocontroladas. 

Hacia el final del libro los autores resumen  5 ideas centrales del libro. En primer lugar está el problema de la información, vale decir, que los pobres muchas veces carecen de conocimientos, por ejemplo, del valor que tienen los primeros años de estudio o no toman consciencia de las ventajas de vacunar a sus hijos o, por último, desconocen las formas de contagio del VIH. En virtud e lo anterior es importante la información y las formas más eficientes de difundirla: decir algo que la gente no sepa, comunicarse de manera sencilla y atractiva y, por último, proceder de una fuente fiable. En segundo lugar tenemos que los pobres tienen que asumir demasiadas responsabilidades en sus vidas, como por ejemplo, depurar ellos mismos el agua para contar con agua potable. Es aquí donde es importante facilitarles su trabajo, diseñar programas de incentivos e implementar los “pequeños empujones” para ayudarlos a tomar las mejores decisiones. 

Captura de Pantalla 2020-04-01 a la(s) 00.52.42.png

En tercer lugar es la falta de mercados eficientes y regulados para los pobres, como era el caso de los seguros para ganado, mal tiempo o la oportunidad de acceder a préstamos fuera de los círculos de los prestamistas informales . Así, los gobiernos podrían promover estos mercados y que, con el objetivo que operen bien, estén debidamene regulados.   En cuarto lugar tenemos el mal diseño de políticas públicas que, en muchas ocasiones, se basan en la ignorancia del contexto en la que se aplican, así como también en la ideología (dar espalda a la experiencia). 

Si bien no es necesario realizar un gran cambio en las instituciones, sí se pueden hacer estos cambios a nivel local.  Por último  destaca el tema de las expectativas. Es importante que en la escuela el profesor no solamente enseñe y se asegure que sus alumnos aprendan una serie de habilidades, ya que también resulta ser relevante que los profesores crean en sus alumnos y abandonen estereotipos que puedan tener sobre sus alumnos. En el ámbito político, los políticos al sber que nadie espera nada de ellos, entonces carecen de los incentivos para intentar hacer un mejor trabajo que apunte a mejorar la vida de las personas 

 

Artículos complementarios (hacer click en los títulos)

1) Angus Deaton: El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”. Progreso y Desigualdad (por Jan Doxrud)

2) Angus Deaton: El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”. Pobreza y Desigualdad (por Jan Doxrud)

3) Angus Deaton: El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”. Salud (por Jan Doxrud)

4) Angus Deaton: El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”. ¿Es eficiente la ayuda internacional? (por Jan Doxrud)

1) La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)

2) La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)

3) La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)

4) La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)

1-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)

2-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)

3-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)

4-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)

5-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)

6-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)

Pobreza, Desigualdad y Bienestar (por Jan Doxrud)