1) De las Ciencias Sociales a la Sociología (por Jan Doxrud)
“De los científicos se espera que exploren el mundo a fin de enten- derlo. Preguntan, responden y argumentan. Observan hechos —naturales, sociales o mixtos— e inventan hipótesis para explicarlos o predecirlos. Clasifican y construyen sistemas de hipótesis, vale decir, teorías de diversos grados de profundidad y extensión. Verifican los datos y las conjeturas para averiguar si esas hipótesis son al menos aproximadamente verdaderas. Inventan técnicas para recolectar, controlar o procesar datos. Y argumentan sobre proyectos y descubrimientos, amplios o limitados”.
Mario Bunge. ciencias sociales en discusión. Una perspectiva filosófica.
En el presente artículo abordaremos, de manera resumida ( para el lector no familiarizado), el pensamiento del recientemente fallecido filósofo de la ciencia, Mario Bunge (1919-2020), en relación con las ciencias sociales, específicamente, la sociología. Claro está que para poder referirme a estos temas deberé también abordar, tangencialmente, otras temáticas como la filosofía así como también el sistemismo y el materialismo emergentista del autor. Como algunas temáticas las he abordado en otros artículos, dejaré hacia el final de cada artículo algunos artículos que he escrito anteriormente y sirven como complemento.
Acerca del autor, tenemos que Mario Bunge nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919 hijo del médico y diputado socialista Augusto Bunge y la enfermera alemana María Müser. Bunge se desempeñó como profesor de Física Teórica y Filosofía en la Universidad de La Plata. Tras el golpe de Estado de 1966, el derrocamiento del Presidente Arturo Illia y el establecimiento de una dictadura cívico-militar, Bunge partió al exilio. Finalmente sería en Canadá en donde desarrollaría su carrera como académico e investigador, específicamente en la Universidad de McGill en donde enseñó Lógica y Metafísica. Las áreas de interés del autor son múltiples e incluyen: física teórica, ontología, epistemología, filosofía de la tecnología y de la ciencia, teoría del valor y ética y filosofía de la mente.
En 1982 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por su contribución al análisis y fundamentación de teorías en el campo de las Ciencias Naturales y Sociales. Quienes hayan leído a Bunge sabrán que era un hombre comprometido con la verdad, la objetividad y la rigurosidad científica. También era un polemista, que hacía uso de la ironía y la crítica ácida contra sus principales enemigos: irracionalismo, subjetivismo, posmodernismo y las pseudociencias. También se mostró píublicamente como enemigo del psicoanálisis así como también de las pseudofilosfías oscurantistas como las de Hegel, Heidegger o Derrida. El autor falleció en Montreal el 24 de febrero de 2020 a los 100 años de edad dejando tras de sí múltiples obras sobre diversos temas.
Entremos en materia. Comencemos con el concepto de ciencia cocial para lo cual, en primer lugar, explicaré el concepto de ciencia para, posteriormente, pasar al concepto de sociedad y así poder finalmente llegar al concepto de Ciencia Social. Para Bunge , la ciencia consiste en la búsqueda crítica de pautas en la naturaleza o en la sociedad. La ciencia puede ser factual o formal. En el caso de la primera, esta trata de cuestiones de hecho como es el caso de la física o la historia, ya que versan de cosas concretas como la luz, el Estado, las empresas, etc. La ciencia factual se divide en ciencias naturales (por ejemplo la biología) y ciencias sociales (por ejemplo la economía) y biosociales (por ejemplo la psicología).
En lo que respecta a las ciencias formales, estas se refieren a constructos, como es el caso de la lógica y las matemáticas las cuales versan sobre conceptos y sus combinaciones, de manera que no se sirven de procedimientos empíricos ni de datos salvo, señala Bunge, como fuente de problemas o como ayuda al razonamiento. Bunge introduce otra división en su concepto de ciencia teniendo como criterio su factibilidad. De acuerdo a esto, las ciencias aplicadas buscan un nuevo conocimiento científico para su posible utilización práctica. Ejemplos de esto son la bioquímica, física y la sociología. En cuanto a la ciencia básica, esta consiste en la búsqueda desinteresada de nuevo conocimiento científico.
Otros términos importantes y relacionados con lo anterior es el de cientificidad que consiste en la propiedad de ser científico, apunta Bunge. Lo anterior se traduce en que una persona debe cumplir ciertos criterios (reglas) de cientificidad. Ejemplo de lo anterior es que, para que las hipótesis, teorías o métodos sean científicas, estas deben ser conceptualmente precisas y susceptibles de contrastación empírica. En suma, tenemos el criterio de precisión y compatibilidad con el grueso del conocimiento científico relacionado (consistencia externa) y que sus consecuencias sean empíricamente contrastables. Otro aspecto importante es la filosofía de la cual Bunge es un ferviente defensor, claro que de “cierta filosofía” y no de aquella pseudofilosofía que el autor tilda de simple charlatanería oscurantista y anticientífica ( como es el caso de Heidegger y sus discípulos franceses).
Por su parte, la filosofía de la ciencia viene a ser el estudio de la naturaleza de la ciencia, esto es, aborda la diferencia entre esta respecto a otras formas de conocimiento (por ejemplo el ordinario). Preguntas que se formula la filosofía de la ciencia son: ¿Qué es la ciencia? ¿en qué se diferencia de la tecnología? ¿cuáles son sus supuestos filosóficos? ¿cómo identificar las pseudociencias? ¿cómo se relacionan las teorías científicas con la realidad y la experiencia? ¿qué son las leyes y explicaciones científicas? ¿cuál es la relación entre ética y ciencia?
Para cerrar con el concepto de ciencia definamos el concepto de tecnología. Como explica Bunge, la tecnología moderna se basa en la ciencia de manera que puede perfeccionarse con la ayuda de la investigación. En cuanto a una definición de tecnología, el autor señala que es aquella rama del conocimiento que se ocupa de diseñar artefactos y procesos y, junto a esto, a la normalización y el diseño de la acción humana. Los artefactos, explica el filósofo argentino, es un objeto creado por los seres humanos los cuales incluyen símbolos, procesos industriales, máquinas, organizaciones sociales, etc.
Ciencia Social
Pasemos ahora a abordar el concepto de sociedad, que es el objeto de estudio de las ciencias sociales (y de la sociología que veremos más adelante). Para Bunge la sociedad es un sistema compuesto por animales de la misma especie, asentados en un territorio y que se mantienen unidos por vínculos de algún tipo, como por ejemplo, económicos, políticos o culturales. Sin entrar en detalles, Bunge define “sistema” como un objeto complejo cuyas partes o componentes se relacionan con al menos algún otro componente. Ejemplos de esto es el átomo que, como sistema físico, se encuentra compuesto de protones, neutrones y electrones. El autor divide los sistemas en 2: conceptuales y materiales. El primero se encuentra compuesto exclusivamente por conceptos, como puede ser el caso de los sistemas hipotético-deductivos o los códigos legales. Los sistemas materiales, por su parte, pueden ser naturales, sociales o artificiales. Ejemplo de los naturales son los átomos, sistema nervioso o el sistema solar. Dentro de los sistemas artificiales o sociales tenemos los sociales (escuelas, empresas, ONGs, congregaciones religiosas), técnicos (carreteras, máquinas, sistema de alcantarillado) y semióticos (desde los lenguajes hasta partituras musicales)
Para analizar un sistema, el autor distingue 4 conceptos presentes en estos a saber: composición (la colección de sus partes), estructura (conjunto de relaciones entre los componentes de este mismo y con el de su entorno), entorno (colección de cosas que actúan sobre los componentes del sistema) y mecanismo ( procesos internos que hacen funcionar el sistema, es decir, cambiar en algunos aspectos mientras se conservan otros). Como todo sistema, una sociedad también se compone de otros subsistemas: biológico ( necesidades primarias, supervivencia, crianza ), político (administración legal del poder, Estado de derecho, democracia), cultural (ideologías, creencias, religión, educación, mitos) y económico (producción y distribución de recursos escasos con usos alternativos).
Tenemos, por ende, que la sociedad es un sistema y esto trae consigo algunas interrogantes como por ejemplo: ¿cómo se estudian las sociedades? Bunge rechaza tanto el enfoque “bottom-up” del individualismo (atomismo) metodológico así como también el “top-down” del holismo. El autor lo plantea de la siguiente manera
“¿Hay alguna alternativa tanto al holismo como al individualismo, vale decir, un enfoque que considere la acción individual en un contexto social y la sociedad como un sistema de individuos que, a través de sus interacciones, se modifican a sí mismos y construyen, sostienen, reforman o desmantelan sistemas sociales tales como las familias, las escuelas, las orquestas, los equipos de fútbol, los pools de transporte, los clubes, las empresas comerciales, los gobiernos y hasta naciones enteras?”
Artículos complementarios (hacer click en los títulos)
Ciencia y Pseudociencias (por Jan Doxrud)
Sistemas y sistemismo (por Jan Doxrud)
(I) De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)
(II) De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)
(III) De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)
(II) El debate en torno a la Naturaleza Humana (por Jan Doxrud)
(I) El debate en torno a la Naturaleza Humana (por Jan Doxrud)
¿Por qué vivimos en sociedades? (1): La idea del Contrato Social (por Jan Doxrud)
¿Por qué vivimos en sociedades? (2): La teoría de juegos (por Jan Doxrud)
¿Por qué vivimos en sociedades? (3): Contrato Social y Naturaleza Humana (por Jan Doxrud)
Breve reflexión en torno al concepto de “racionalidad” (por Jan Doxrud)