6) Tribalismo, victimización y emocionalidad tóxica: ¿qué es la Identidad? (por Jan Doxrud)
Pero lo que resulta todavía más grave es que so capa de respetar las diferencias culturales o religiosas (credo básico del multiculturalismo), se encierra a los individuo en una definición étnica o racial, se los vuelve a meter en la trampa de la que se pretendía sacarlos. Ahí quedan el negro y el árabe prisioneros para siempre de su historia, reinsertados por sus buenos amigos progresistas en el contexto de la antigua dominación, sometidos al espíritu de campanario étnico”.
(Pascal Bruckner. La tiranía de la penitencia. Ensayo sobre el masoquismo occidental)
Ahora me referiré brevemente al concepto de “identity politics” así como también al de interseccionalidad. Pero antes de abordar estos dos conceptos, me referiré al concepto identidad. Comencemos con este ilustrativo párrafo escrito por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman (1925-2017)en su “Modernidad Líquida”:
“Las identidades únicamente parecen estables y sólidas cuando se ven, en un destello, desde afuera. Cuando se las contempla desde el interior de la propia experiencia biográfica, toda solidez parece frágil, vulnerable y constantemente desgarrada por fuerzas cortantes que dejan al desnudo su fluidez y por corrientes cruzadas que amenazan con despedazarla y con llevarse consigo cualquier forma que pudiera haber cobrado”
El lingüista neerlandés y académico en la Universidad Pompeu Fabra, Teun van Dijk, explica que la identidad, desde un punto de vista sociocognitivo, es a la vez personal y un constructor social, es decir, un representación mental. Esto se traduce en que las personas, en su representación del sí mismo, se construyen a sí mismas como miembros de varias categorías o grupos como mujeres, minorías étnicas, ecologista, ciudadanos, etc. Añade que cuando se comparen las experiencias con otros, estas experiencias personales abstraídas pueden fusionarse parcialmente con la autorepresentación de un grupo. Advierte el mismo autor que lo anterior no significa que tal identificación con el grupo, sea esta fuerte o débil, necesite ser dominante en situaciones específicas.
Por ejemplo, una periodista feminista podrá identificarse, cuando recopila datos y escribe, como periodista antes que feminista, mientras que podrá identificarse más con el feminismo cuando participas en acciones feministas. Pero puede suceder incluso que una mujer no quiera ser parte del movimiento feminista por diversas razones. El feminismo está lejos de ser una corriente homogénea, con ideales y metas convergentes. Pero las feministas de izquierda más radical tienden a etiquetar a estas mujeres que no comulgan con su pensamiento como “mujeres patriarcales”(¿y por qué no catalogarlas como “traidoras de género?).
En Chile, el 17 de septiembre un diario publicó la noticia en donde unas mujeres mapuche de la comunidad Temucuicui criticaban a otra mapuche, la werkén Ana Llao, por una entrevista dada el 14 de septiembre en el periódico El Mostrador. En una parte de la entrevista donde se aborda el tema del feminismo en las comunidades mapuchel Ana Llao señala:
“Las cosas están cambiando, eso se notó el 8 de marzo cuando marchamos. Es verdad que faltan mujeres en la representación, empoderamiento no sólo de la más chora o menos chora, sino empoderarse de los espacios políticos. Han aparecido mujeres jóvenes, hay que apoyarlas entre todas. Desde lo práctico, no más mujeres haciendo sopaipillas y perdiéndose la conversación, porque, hasta ahora, las mujeres siempre estuvimos lejos, mientras los hombres estaban discutiendo los temas que nos afectan a toda la comunidad”.
Las mujeres de la comunidad Temucuicui dieron un respuesta a través de un breve escrito publicado en un blog que consta de 5 párrafo. En el segundo se puede leer:
“Para las mujeres mapuche de Temucuicui, los señalados por la dirigente ANA LLAO, no nos representa en lo absoluto, queremos aclarar que con sus dichos desvaloriza el trabajo que diariamente desarrollamos en nuestra comunidad, al señalar que para lo único que servimos es para hacer sopaipillas y alejada de las discusiones”
En relación con el tema del feminismo abordado por Llao, las mujeres de la comunidad responden de manera tajante en el párrafo 3.
También ocurre que los miembros sociales pueden compartir varias identidades sociales que son más o menos estables a través de los contextos personales. Por último, van Dijk explica que una persona puede ser “objetivamente” miembro de un grupo y aún así no identificarse con tal grupo. Esto puede suceder tanto en grupos de identidad intrínseca (jóvenes, adultos, viejos) así como también en grupos profesionales. En otro libro, van Dijk, revisando las ideas del sociólogo marxista y teórico cultural jamaiquino , Stuart Hall (1932 - 2014) señala que incluso la característica humana más natural – la raza de un individuo – es objeto de una construcción social.
Si interpreto bien, esto no quiere decir que existan razas, sino que, lo que constituye una construcción es el discurso en torno a las razas. Incluso puede suceder que se identifiquen con grupos que, para el grupo objetivo al cual pertenece, representa el enemigo. Esto lleva a que los miembros del grupo estigmaticen a la personas que nos e identifica con ellos y la traten de manera peyorativa y con epítetos tales como “traidor de raza”, “desclasado” (traidor de clase), “Uncle Tom” o, en el caso chileno “facho pobre” o cuando el dirigente mapuche Alcán Huilcamán se refirió otros mapuches como “mapuches domesticados”.
En suma van Dijk diferencia entre la identidad personal que consiste en la representación personal del sí mismo como un ser humano único con sus experiencias y biografías propias. Por otra parte está la identidad social que es una representación mental del sí mismo (social) como una colección de pertenencias a grupos y los procesos que están relacionado con tales representaciones de pertenencia. Por último, el autor propone que, en lugar de utilizar el concepto de identidad que suena muy estático, puede resultar más preciso utilizar el concepto de identificación.
Samuel Huntington (1927 - 2008), por su parte, señalaba, siguiendo a Erik Erikson que el concepto de identidad era, a la vez, omnipresente y vago, difícil de definir y que escapa a muchos de los métodos comunes de medición. No obstante lo anterior, el autor traza algunos rasgos de esta. En primer lugarseñala que tanto los individuos como los grupos tienen identidades y , en el caso de los primeros, estos hallan y redefinen sus identidades en el seno del grupo. Añade que un mismo individuo puede ser miembro de muchos grupos y que, por ende, es capaz de intercambiar identidades.
En segundo lugar, Huntington explica que las identidades son en su inmensa mayoría construidas, en grados diversos de presión, incentivación y libertad. Esto significa que las personas pueden heredar su etnia y su raza, pero igualmente pueden redefinirlas o incluso rechazarlas.
En tercer lugar, tenemos que los individuos y, en menor grado, los grupos tienen múltiples identidades, de manera que debemos resguardarnos de los reduccionismos y esencialismos en el tema de las identidades. Tales identidades pueden ser adscriptivas, territoriales, económicas, culturales, políticas, sociales y nacionales. En cuarto lugar, las identidades son definidas por el yo, pero son fruto de la interacción de ese yo y los otros. Por último, Huntignton señala que la prominencia relativa de las identidades alternativas de un individuo o grupo es situacional. En palabras del autor:
“(…) los fundadores de Pakistán definieron la identidad del país en términos de su religión musulmana para justificar su independencia de la India. Años más tarde, los musulmanes de Bangladesh enfatizaron su cultura y su lengua para legitimar su independencia de sus correligionarios paquistaníes”.
También podemos añadir que durante la Primera Guerra Mundial fue el nacionalismo el que se transformó para miles de europeos en su máxima fuente de identificación y no así la clase social o el ser parte de la cultura occidental. Stalin, al ser invadido por Hitler en 1941 no apeló al comunismo o a Marx para defender Rusia, sino que apeló al nacionalismo para defender la madre patria.
Kwame A. Appiah, académico de la Universidad de Princeton explica que, en lo que respecta a las identidades, todo esencialismo es, por lo común, erróneo puesto que en general no existe una esencia interior que explique porqué las personas que tienen una determinada identidad son como son. Añade que toda identidad implica una etiqueta de manera que, para comprender la identidad, primero se tiene que tener alguna idea de cómo se aplican tales etiquetas. En segundo lugar, afirma que las identidades son importantes para las personas puesto que proporcionan un sentido de cómo encajan en el mundo social. Por último, las identidades proporcionan una razón para hacer las cosas. En suma, tenemos que la identidad no es un bloque monolítico, homogéneo y que permanece estático a lo largo del tiempo. La identidad, por el contrario, es dinámica, múltiple, interactiva, situacional y, por ende, cambiante.
Por su parte, el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Juan Fierro Carrasco, explica que la relación del individuo con su comunidad es constitutiva de su identidad. Siguiendo a autores como el Charles Taylor, Michael Walzer y Alisadair MacIntyre señala el mismo autor, en que el “yo” cobra su verdadera dimensión y constitución en referencia a los “otros que le rodean”, con una historia compartida en comunidad. Añade lo siguiente: “Es dentro de una comunidad donde los individuos llegan a ser capaces de alcanzar su moralidad, se sostienen en su moralidad y se constituyen como agentes morales”.
En relación con el tema de la identidad han surgido otras corrientes que han ido más lejosy, siguiendo ideas de autores como Nietzsche, Heidegger, Foucault y Derrida, han proclamado la muerte de la metafísica, la sustancia y el sujeto. Por ejemplo, Judith Butler cita las ideas del Michel Haar(quien a su vez es un autor influenciado por Nietzsche y Heidegger) para quien la crítica de Nietzsche implica una crítica a la noción de persona psicológica y de una identidad sustancia. Así, el yo o el sujeto es una unidad ficticia que no tiene más fundamento que en el lenguaje. Para estos autores (herederos de Heidegger) o, al menos los herederos de Derrida, el lenguaje tiende a transformarse en el fundamento de toda la realidad, de manera que caemos nuevamente en un reduccionismo idealista en donde todos parece ser lenguaje, en donde tanto la realidad como el sujeto tienen un fundamento lingüístico. Como explica el historiador de las ideas, François Dosse, tanto Nietzsche como Heidegger otorgaron un valor privilegiado al lenguaje y al estudio de sus leyes de funcionamiento. Añade Dosse:
“Para Heidegger (…) no es el hombre el que habla, sino el lenguaje, el hombre se contenta con ser hablado. De ellos resulta una aproximación nominalista y una fetichización del nivel discursivo puesto que el hombre se diferencia del mundo vegetal y animal por el lenguaje (…)”.
Dentro de este tipo de pensamiento la deconstrucción de Jacques Derrida(que tomó prestada de la “Destruktion” de Heidegger) resultó tener una influencia potente desde la década de 1960. Sin querer entrar en detalles, la deconstrucción de Derrida surgió como un rechazo o rebelión ante el estructuralismo predominante. Derrida rechaza el que se homologue la deconstrucción con el pantextualismo o un omnitextualismo, es decir, que todo se reduce a lenguaje y que la realidad sería inexistente. En lo que respecta a la deconstrucción, Derrida la entiende no en el sentido de disolver o de destruir, sino en el sentido de analizar las estructuras sedimentadas que forman el elemento discursivo, la discursividad filosófica en la que pensamos. Sea como fuere, la deconstrucción tomó vida propia y ha sido utilizada más allá de los textos literarios para ser aplicados a, por ejemplo la identidad. La deconstrucción de la identidad se fundamenta en la idea de que el lenguaje es el fundamento del ser, de manera que tanto la realidad como nuestro yo es como o similar a un texto.
El ser humano, al tener un fundamento lingüístico, trae aparejado que nuestra propia identidad tienen unos pilares, ya no débiles, sino que inexistentes. Así, el ser humano no tiene una identidad puesto que esto implicaría negar que, en realidad, posee una identidad fragmentada y múltiple. Si bien hay verdad dentro de estos planteamientos, hay autores que han llevado al extremo esta idea para negar la existencia de cualquier núcleo sólido en el ser humano, de manera que este no tiene identidad o, mejor dicho, puede tener todas las identidades que desee. Tal idea se puede ver planteada en un manifiesto en donde se defiende el “nihilismo de género”. Para Judith Butler, por ejemplo, no existe una identidad de género puesto que este resulta ser preformativo, es decir, el género es un hacer y, añade, que no existe un sujeto preexistente a la acción. De ahí hay que entender el título del libro de Butler: El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad.
Artículos complementarios
Algunas palabras sobre el relativismo cultural (por Jan Doxrud)
(1) Occidente: autoflagelo y el monopolio de la culpa (por Jan Doxrud)
(2) Occidente: Autoflagelo y el monopolio de la culpa (por Jan Doxrud)
1/2-Libro: La guerra contra Occidente de Douglas Murray (por Jan Doxrud)
2/2-Libro: La guerra contra Occidente de Douglas Murray (por Jan Doxrud)
Libro: “Izquierda no es woke”, de Susan Neiman (por Jan Doxrud)
(I) El debate en torno a la Naturaleza Humana (por Jan Doxrud)
(II) El debate en torno a la Naturaleza Humana (por Jan Doxrud)
1/5-Fanáticos y Creyentes (por Jan Doxrud)
2/5-Fanáticos y Creyentes (por Jan Doxrud)
3/5-Fanáticos y Creyentes (por Jan Doxrud)
4/5-Fanáticos y Creyentes (por Jan Doxrud)
5/5-Fanáticos y Creyentes. Patricio Cueto: de la militancia a la libertad (por Jan Doxrud)
1/7-Entendiendo el Discurso Filosófico de la Modernidad (por Jan Doxrud)
2/7-Entendiendo el Discurso Filosófico de la Modernidad (por Jan Doxrud)
3/7-Entendiendo el Discurso Filosófico de la Modernidad (por Jan Doxrud)
5/7-Entendiendo el Discurso Filosófico de la Modernidad: Marx y Baudelaire (por Jan Doxrud)
Introducción a la Posmodernidad (1) (por Jan Doxrud)
Introducción a la Posmodernidad (2): Jean-Francois Lyotard y el fin de los grandes relatos (por Jan Doxrud)
1/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
2/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
3/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
4/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
5/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando? Consideraciones críticas
6/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando? Consideraciones críticas y síntesis
(1) Feminismos: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
(2) Feminismos: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
(3) Feminismos: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
(4) Feminismos: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
(5) Feminismos: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
I) Fuentes (internet)
1) Werken Ana Llao: “No más mujeres mapuche haciendo sopaipillas y perdiéndose la discusión”
https://www.elmostrador.cl/braga/2019/09/14/werken-ana-llao-no-mas-mujeres-mapuche-haciendo-sopaipillas-y-perdiendose-la-discusion/
2) Mujeres de Temucuicui rechazan el feminismo en la lucha por el territorio ancestral: "No permitimos ningún tipo de ideología foránea"
https://www.elmostrador.cl/braga/2019/09/15/mujeres-de-la-comunidad-autonoma-de-temucuicui-rechazan-al-feminismo-en-la-lucha-por-la-tierra-y-el-territorio-ancestral/
3) Blog de la comunidad Temucicui (respuesta a los dichos de Anna Llao)
https://comunidadtemucuicui.blogspot.com/2019/09/declaracion-publica-mujeres-de.html?fbclid=IwAR2ny8n60R8f9KG5iy0o-JqUF3Cr0rCBF8hCDm4ObUDE4rHcJC33JwTE0ds
Algunas lecturas:
Teun van Dijk. El discurso como interacción social.
Teun van Dijk. Ideología.
Giovanni Sartori. La sociedad multiétnica.
Peter L. Berger y thomas Luckmann. La construcción social de la realidad
Samuel Huntington. ¿Quiénes somos? Los desafíos de la identidad nacional estadounidense
Jaime Fierro. La ciudadanía y sus límites.
Charles Taylor. Fuentes del Yo.
Michael Walzer. Pensar políticamente.
Francois Dubet. De la sociología de la identidad a la sociología del sujeto
Judith Butler. El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad.
Zygmunt Bauman. La Modernidad Líquida.
Francois Dosse. Histora del Estructuralismo (2 tomos)
Victoria Camps. Elogio de la duda.
Victoria Camps. El gobierno de las emociones.
Pascal Bruckner. La tiranía de la penitencia. Ensayo sobre el masoquismo occidental.
Francis Fukuyama. Confianza. Las virtudes sociales y la capacidad de generar prosperidad.
George Lukianoff y Jonathan Haidt. Malcriando a los jóvenes estadounidenses. Cómo las buenas intenciones y las malas ideas están preparando a una generación para el fracaso.