4-Los Chicago Boys y la economía chilena. Orígenes (I) (por Jan Doxrud)
Comencemos con esta cita del Historiador chileno Rodrigo Henríquez Vásquez extraída de su libro “El Estado sólido. Políticas y politización en la construcción estatal. Chile 1920 -1955”:
“La creación del Estado Social chileno tiene una paradoja. Fue creado por lo militares (en septiembre de 1924 y enero de 1925) y desmantelado por los militares 50 años después”
A esta cita podemos añadir otra:
“La introducción del liberalismo económico en Chile fue intentado por un ex-militar (Carlos Ibáñez del Campo) e introducido radical y definitivamente bajo militar y en un contexto Dictadura: Augusto Pinochet”
Los antecedentes de la influencia de la Universidad de Chicago en Chile hay rastrearla en el segundo gobierno de Ibáñez del Campo (1952-1958). El contexto es la celebración de la Asamblea general de Universidades Latinoamericanas (Santiago, 1953) Se generó un temor en la Universidad Católica y otras instituciones a fin, de una pérdida de autonomía ante el proyecto de Escuelas piloto de Economía donde se titularían todos los Doctores y profesores para América Latina (estaría bajo la tutela de la Universidad de Chile)
De acuerdo a la historiadora chilena, Sofía Correa, Julio Chaná (Decano 1955 - 1963) llevó a cabo un proceso de modernización de la Facultad de Economía que dirigía. Se puso en contacto con Albion Patterson, representante en Chile del Instituto de Asuntos Interamericanos para concertar un acuerdo entre la Universidad Católica y alguna universidad estadounidense. Patterson tenía una visión que sería uno de los sellos de los Chicago Boys. En primer lugar, consideraba que la tecnocracia trascendía la lógica política y, por ende, los tecnócratas actuaban bajo criterios objetivos y científicos. En segundo lugar destaca el “espíritu misionero” estadounidense de combatir, en el plano de las ideas, las concepciones económicas de tendencia de izquierda o directamente marxista. Fue Patterson quien habría sugerido el convenio con la Universidad de Chicago, puesto que tenía un vínculo con la institución por medio del influyente economista Theodore Schultz (1902-1998). Cabe añadir que este convenio había sido ofrecido en primer lugar a la Universidad de Chile, bajo el rectorado de Juan Gómez Millas, pero habría sido rechazada por el prejuicio de vincularse a una institución estadounidense y con marcada tendencia hacia el liberalismo, lo que hubiese chocado con la ideología económica de los académicos de la Universidad de Chile. Finalmente un 28 de abril de 1955 se firmó un proyecto de acuerdo entre la Universidad de Chicago y la Universidad Católica y, en 1956, se firmaba el convenio entre ambas universidades.
No está de más señalar que la Universidad Católica fue fundada en 1888 durante la república liberal (1861-1891) En 1924 se creó de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas por parte del Rector Carlos Casanueva. En 1942 se comenzó a dictar la carrera de Ingeniería Comercial. En 1972 se creó el Magíster en Economía. En 1994 se creó el MBA UC y en el 2002 se creó el Doctorado en Economía. En lo que respecta a la Universidad de Chicago, fue fundada en 1892, auspiciada con el aporte de John D. Rockefeller de cerca de USD 600.000 (25mm actuales), la American Baptist Education Society, y tierras cedidas por el emprendedor Marshall Field[1]. En 1892 se creó el Departamento de “Economía Política" que, en 1925, pasó a denominarse Departamento de Economía.
¿Qué se acordó entre ambas universidades? Como explica la historiadora Sofia Correa, por medio del proyecto acuerdo con la Administración de Operación Extranjera (entidad coordinadora de todos los programas de cooperación técnica con EEUU) tenemos lo siguiente:
1-Se estableció un Instituto de Investigación de los Recursos Económicos dedicado a la formación de post-graduados de cualquier universidad.
2-Objetivo del Instituto: investigar el rol que le corresponde a la empresa privada en el desarrollo de la economía nacional.
3-La Universidad Católica establecería un Consejo Consultivo del Instituto integrado principalmente por personalidades destacadas de las actividades productoras.
La Universidad recibiría un aporte anual de USD 300.000 y esta, a su vez, desembolsaría un total de USD 100.00, como señala Sofía Correa. Lo anterior suponía que era la Universidad de Chicago con la que se realizaría el acuerdo. Para evaluar el acuerdo, académicos estadounidenses viajaron a Chile donde se entrevistaron con académicos, alumnos, empresarios y autoridades de la universidad. Como explica Sofía Correa, lo que más atrajo a los académicos estadounidenses era la ausencia de trayectoria académica en la Facultad de Economía, lo que les permitiría comenzar desde cero. Junto a la presencia de profesores extranjeros que realizarían clases, también se llevó a cabo un proceso de selección de aquellos alumnos que asistirían a cursos de profesores extranjero y a aquellos que realizarían sus estudios en la Universidad de Chicago (con compromiso de contratar a, al menos, 4 full time). Esto se financiaría por medio del United States Agency for International Development (USAID) y posteriormente recibiría financiamiento por medio de otras instituciones.
En una entrevista con Catalina Parot y Patricia Arancibia, Sergio de Castro (uno de los hombres fuertes, junto a Cauas, en los primeros años del régimen) comentaba que los alumnos que fueron a realizar estudios de postgrado a Chicago no sabían en que se estaban metiendo, pues el nivel de conocimientos que ellos tenían fruto de la su formación económica en la Universidad Católica era de un nivel pésimo, por lo que tuvieron que empezar casi de cero una vez llegados a Estados Unidos. Sergio de Castro destaca la figura de Carlos Massad (cercano a la DC) que, por haber estudiado en la Universidad de Chile, se encontraba mejor preparado que sus compañeros egresados de la Universidad Católica, lo que permitió que Massad los ayudara en sus quehaceres. El convenio se extendió desde 1956 a 1961 con un total de 30 becados y el primer grupo de becarios partió en 1956 .Pero la influencia de estos economistas sería nula durante la presidencia de Jorge Alessandri (1958-1964), Eduardo Frei (1964-1970) y, claro está, en el de Salvador Allende (1970-1973). Frente al pensamiento económico dominado por la Cepal, el keynesianismo y el marxismo (durante la UP) poco tenían que ofrecer este grupo formado en el liberalismo y monetarismo de la Universidad de Chicago.
[1]The University of Chicago: The Early Years (https://www.uchicago.edu/about/history/)
Libros:
-Juan Pablo Couyuomdjian (ed). Reformas económicas e instituciones políticas. La experiencia de la misión Klein-Saks en Chile.
-Patricio Meller. Un siglo de economía política chilena (1890-1990)
-Ricardo Ffrench-Davis. Chile entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad.
-Carlos Huneeus. El Régimen de Pinochet.
-Ernesto Fontaine. Mi visión
-Manuel Gárate. La revolución capitalista de Chile (1973-2003)
-Hernán Büchi. La transformación económica de Chile. El modelo del progreso.
-Francisco Rosedende (ed.) La Escuela de Chicago.
-Germán Urrea. Chile: por un nuevo modelo. Para una sociedad democrática, solidaria y sustentable.
-Manuel Delano y Hugo Traslaviña. La herencia de los Chicago Boys (http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/mc0032319.pdf)
-Sofía Correa, Algunos antecedentes Históricos del Proyecto Neoliberal en Chile (https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjK3Oe8x8_dAhUCIZAKHX7ZBmQQFjAAegQICBAC&url=http%3A%2F%2Frepositorio.uchile.cl%2Fbitstream%2Fhandle%2F2250%2F146089%2FAlgunos%2520antecedentes.pdf%3Fsequence%3D1%26isAllowed%3Dy&usg=AOvVaw3v5mn0DYruh9ua1RTgqhsF)