(I) La influencia del Romanticismo alemán en el pensamiento occidental (por Jan Doxrud)
En este escrito me propongo no sólo explicar en que consistió, a grandes rasgos, el pensamiento romántico, sino que también dejar entrever la potente influencia que e ste ejerció en la historia de las ideas en Occidente. A lo largo de este escrito debemos tener presente las siguientes preguntas: ¿Cuál fue la importancia del Romanticismo? ¿Qué aspectos de la Ilustración criticaron? ¿En qué sentido el pensamiento romántico sigue presente en personas que ni siquiera saben qué es el Romanticismo ? Se podría decir que todas las personas tienen, en menor o mayor medida, en su temperamento, su carácter o su ser algo de romántico. Sin pretender ser dogmático y crear estereotipos, uno puede notar que muchos artistas, poetas y literatos están más cercanos a la cosmovisión romántica y, por el contrario, un físico, un químico o un biólogo se encontrará más lejano a tal cosmovisión.
Es lo que coloquialmente vemos cuando a una persona se la describe como “muy lógica y racional”, una persona para la cual no habría espacio para los misterios, milagros y sentimentalismos baratos. Por otro lado están aquellas personas que son guiadas por los sentimientos, las emociones, que se ven seducidas por lo sobrenatural y lo místico, y que conciben el pensamiento lógico- racional como uno insuficiente y limitado, incapaz de percibir realidades que trascienden el mundo de la lógica. A esto podemos añadir la idea de que existen experiencias que también trascienden el mundo de las palabras y a los estudios científicos. Un neurólogo podrá explicarle en qué consiste una persona en estado de éxtasis espiritual en términos neuronales, pero el romántico rechazara completamente tal explicación reduccionista, puesto que se trata de una experiencia sublime que le está vedada a la ciencia y a la lógica y que, quizás, podría ser expresada por medio del arte, la poesía, la música o los mitos.
Obviamente con lo anterior estoy describiendo tipos ideales, puesto que pueden haber científicos que lean poesía y poetas que se interesen por las ciencias. Tenemos a un artista sensible, apasionado pero fracasado, como Adolf Hitler, que causó millones muertes y médicos como Joseph Mengele que hicieron de los campos de concentración un verdadero laboratorio para experimentar ilimitadamente con otros seres humanos. Por lo demás, debe quedar claro que esta división sentimientos y emociones, por un lado, y la lógica y el pensamiento racional, por el otro, son divisiones artificiales creadas por nuestro lenguaje puesto que, en realidad, no existe una persona puramente racional o puramente emocional, puesto que estos dos aspectos están mezclados en el ser humano.
El Romanticismo, entendido como una “actitud”, se ha aventurado más allá de la época que lo vio nacer, se ha expandido en el espacio y ha sabido adaptarse a las nuevas realidades sociales. Como señala Rüdiger Safranski, incluso un personaje como Joseph Goebbels, Ministro de propaganda nazi y sucesor de Hitler tras su suicidio, habló de un “Romanticismo de acero” adaptado a los nuevos tiempos, a la industrialización, a la guerra y a la técnica. Tal como nos recuerda Juan José Sebreli, Goebbels, en un discurso pronunciado en la feria automovilística en Berlin (1939), señalaba que se estaba viviendo una época romántica, pero también de acero, en donde se estaba descubriendo un nuevo romanticismo en los resultados de los inventos y la tecnología moderna.
Siguiendo a Sebreli, Goebbels señaló en 1943 que cada época tenía su romanticismo (ahora con un estilo alemán), su representación poética y el romanticismo de su tiempo era más cruel que el anterior y se manifestaba en acciones y hazañas al servicio de una gran meta nacional. Como señala Sebreli, el nuevo romanticismo de acero de Goebbels venía a sustituir el antiguo Romanticismo preindustrial centrado en comunidades campesinas idílicas por comunidades de soldados en el campo de batalla.
El teórico marxista (ahora ecosocialista) Michael Löwy señala en una entrevista que los actuales movimientos sociales anticapitalistas tienen aspectos románticos. Löwy entiende por Romanticismo un movimiento social y cultural amplio que se extendió en todos los campos de la cultura social (literatura, arte, filosofía, política, economía, teología y la religión). Para Löwy, lo esencial del Romanticismo es ser un movimiento cultural de protesta contra la civilización industrial - capitalista moderna . Estos movimientos sociales anticapitalistas serían románticos puesto que critican la destrucción de los modos de vida y de las culturas tradicionales por parte de la “civilización capitalista”. Sobre el Subcomandante Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación nacional, Löwy señala
“Su aspecto romántico se traduce en la dimensión poético - imaginaria de los textos del subcomandante Marcos, referida sobre todo a los mitos. Eso explica las simpatías que cosecha en México y en todo el mundo”.
Esta claro que esta es una concepción confeccionada a la medida por Löwy con el objetivo de adaptarla a su agenda ideológica y, por esa misma razón, se entiende que quiera negarle cualquier carácter romántico al fascismo o al nazismo, y vincular estas dos ideologías con el “modernismo reaccionario”
Regresemos al concepto en cuestión. La palabra “romántico” o “romanticismo” está emparentada con otras palabras. Tenemos “Roma” que se utiliza para designar a las etnias gitanas, en donde “Romni” significa “mujer” y “Rom” marido. Roma también es la “ Ciudad Eterna” que para algunos, pudo haber provenido de Rómulo pero, como dice la frase Roma ante Romulum fuit, esto es, Roma existía antes que Rómulo. En el Diccionario Francés Larrousse se puede leer que esta palabra, en francés antiguo, se refería a las lenguas vulgares, esto es, en oposición a la “lengua noble” que era el latín. La palabra se utilizó también como adverbio para designar al habla de los romanos y de aquellas regiones que fueron romanizadas.
El abogado y biógrafo de Samuel Johnson, James Boswell (1740 - 1795) la utilizó en su Account of Corsica (1768) como adjetivo para describir el paisaje y a los encantos de la isla de Córcega. Por su parte, Jean Jacques Rousseau (1712 - 1778) en su “Julia, o la Nueva Eloísa” utilizó el término ya no para designar o describir un lugar, sino que para designar un sentimiento. Para Friedrich von Schlegel (1772-1829) el concepto “romántico” comienza a designar un ideal estético y opone al adjetivo “romantisch” a toda la tradición de la literatura clásica, de manera que romántico pasa a designar lo nuevo o lo moderno. Los filósofos Giovanni Reale (1931-2014) y Darío Antíseri señalan que el adjetivo “romántico” apareció por primera vez en Inglaterra hacia la mitad del siglo XVII y era utilizado para designar aquello que es “fabuloso”, “irreal” o “extravagante”.
Ciertamente resulta complejo definir qué fue el Romanticismo puesto que su significado ya se ha independizado en gran parte de su sentido etimológico. El Romanticismo que abordaré en el presente escrito se refiere a aquel movimiento integrado por una serie de autores provenientes de distintos lugares de Europa y que abarcaron diferentes áreas de reflexión: arte, música, filosofía, gnoseología, ética, estética, etc. Pero lo anterior no debe malinterpretarse, es decir, el Romanticismo no constituyó un verdadero “movimiento” o “escuela” integrada por personas que poseían ideas comunes y afines. Comos señala Rüdiger Safranski, el Romanticismo puede ser concebido, por un lado, como un movimiento que tuvo un inicio en un tiempo y lugares determinados, con una serie de representantes emblemáticos. Por otro lado, el Romanticismo puede ser concebido como una actitud y, como tal, ha trascendido el siglo y los límites geográficos que le vieron nacer.
El connotado intelectual nacido en la actual Letonia (en ese entonces Livonia que era parte del Imperio Ruso), Isaiah Berlin (1909-1997), insistió en la dificultad o, más bien, la futilidad de intentar buscar una definición del Romanticismo. Berlin recuerda las palabras de Schelling para quien el Romanticismo era como una selva o un laberinto cuyo único hilo conductor era la voluntad y estado de ánimo del poeta. Utilizaré la reflexión de Berlin sobre el romanticismo puesto que deja en evidencia lo complejo que resulta abordar el tema, porque confina el término a un tiempo determinado (no pretende analizar una actitud humana permanente en el tiempo) y porque aborda el romanticismo como una verdadera “transformación particular ocurrida en el tiempo y que aun nos afecta hoy”. Ahora bien, Berlin señala, en contra de otros autores, que sí existió efectivamente un movimiento romántico y que constituyó una revolución en el conocimiento. Berlín es enfático en este último aspecto: “Mi tesis es que el movimiento romántico ha sido una transformación tan radical y de tal calibre que nada ha sido igual después de este”.
Lecturas
-Isaiah Berlin, Las raíces del Romanticismo
-Romanticismo. Una odisea del espíritu alemán.
-Juan José Sebrelli, Las aventuras de la vanguardia: el arte moderno contra la modernidad
-Entrevista a Michael Löwy
https://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/lowy230102.htm
-Ludovico Geymonat, Historia de la filosofía y la ciencia
-Giovanni Real y Darío Antíseri, Historia de la Filosofía. Del Romanticismo al empirocriticismo.
-Raymond Bayer, Historia de la Estética.