¿Filosofía enferma? ¿Estamos ante la muerte de la filosofía?
Para este tema me basaré principalmente en Mario Bunge (1919) quien es quizás uno de los pensadores más prolíficos, riguroso, sistemático e integral que tenemos en nuestro siglo XXI, aunque también recurriré a otros autores relevantes. Bunge se graduó de física-matemática en la Universidad Nacional de la Plata, posteriormente desarrollo su carrera como docente en la Universidad de McGill. Pero la curiosidad e intereses de nuestro autor lo llevó a trascender el ámbito de las “ciencias duras”, interesándose por otras disciplinas, por lo que sería más correcto calificar a Bunge como un verdadero humanista integral. Los estudios de Bunge abarcan un enorme número de temas entre los que puedo mencionar la ontología, ética, moral, gnoseología, semántica, epistemología, economía, sociología, psicología y medicina.
Es importante tener en consideración el tema de la filosofía ya que se encuentra bastante desprestigiada y la responsabilidad de esto es de los filósofos y profesores de filosofía. Hasta tal punto hemos llegado que el Ministerio de Educación en Chile quiere transformar la asignatura en una electiva y que los contenidos sean integrados en "Formación Ciudadana" y, además, para realizar algunos ajustes en las tres modalidades de enseñanza a saber (quisiera saber cómo habrá reaccionado y qué opinión le merece esta noticia a un filósofo de la talla mundial como Roberto Torretti). En resumidas cuentas, se quiere integrar la filosofía a contenidos específicos, en este caso "Formación Ciudadana" (similar a lo que los más viejos conocen como "Educación Cívica"), de manera que la reflexión se llevará a temas relacionados con el derecho, las leyes, la ciudadanía, la ética, la igualdad, la democracia, etc. Lo anterior por supuesto que es positivo, pero la pregunta es si es necesario suprimir la asignatura de filosofía en IIIº y IVº Medio. ¿Qué proponen los docentes y académicos al respecto?
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Contenidos Mínimos Obligatorios IIIº Medio (Programa de Estudio Mineduc)
Contenidos Mínimos Obligatorios IVº Medio (Programa de Estudio Mineduc)
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Lamentablemente, muchos alumnos estarán contentos, ya que simplemente no les gusta o no le encuentran sentido a lo se les enseña en filosofía. Muchos de los lectores pensarán que la filosofía es para gente con "mucho tiempo", o para decirlo crudamente, para gente ociosa que especula sobre temas estériles. Esto responde a un estereotipo negativo que se tiene de la filosofía. Como explica Mario Bunge, todo científico natural o social usa más o menos tácitamente principios filosóficos como por ejemplo la claridad, el realismo, la racionalidad, la prueba empírica y el sistemismo. Cuando se abandona la filosofía seria, racional y contrastada con la realidad, termina por suceder lo que aconteció en la Rusia comunista de la década de 1930 en donde se rechazaron teorías relativistas y cuánticas ya que se oponían a la filosofía oficial marxista-leninista. Lo mismo sucedió en la Alemania nazi (puede consultar mi artículo al respecto). En suma, una filosofía errada puede impedir el avance del conocimiento, como es el caso de ciertas teóricas feministas que han reducido al ser humano a sólo cultura y han marginado la biología de sus estudios (es más fácil desechar la biología que esforzarse a estudiarla). Las filosofías antropocéntricas y religiosas tienden a ser anti-científicas cuando la ciencia pone en jaque alguna creencia fundamental (por ejemplo la teoría, en sentido científico del término, de la evolución), y por lo demás las filosofías antropocéntricas tienen una ética limitada que no integra a los demás animales no humanos.
Lamentablemente las principales quejas de los alumnos es que consideran a la filosofía (como se las enseñan en algunos colegios) como una historia o colección de pensamientos de autores a lo largo del tiempo que no les hacen sentido y que no le ven ninguna utilidad. Se me acusará de pragmático y reprochará que el saber es un placer en sí mismo, lo cual es cierto, pero hasta cierto punto. A un alumno que es reflexivo, pero que le preocupan problemas prácticos, poco y nada le interesarán las frases de Hegel o el deconstruccionismo de Derrida. La filosofía es algo más interesante que estudiar la vida e ideas de un número limitado de filósofos (desde Tales de Mileto hasta la actualidad).
No podemos contentarnos, como advertía el recientemente fallecido filósofo español Gustavo Bueno (1924-2016), con la respuesta etimológico-psicológico, es to es, "filosofía significa amor a la sabiduría", puesto que no todo amor o deseo de saber es filosófico. De acuerdo a Bueno, el saber filosófico no es un saber doxográfico (opinión), un saber del pasado, de lo pretérito o un saber acerca de las obras de Platón, de Aristóteles, de Hegel o de Husserl. Nada de eso, puesto que el saber filosófico es un saber acerca del presente y desde el presente, de manera que la filosofía es un saber de segundo grado, que presupone por tanto otros saberes previos, «de primer grado», ya sea políticos, matemáticos, históricos, físicos, biológicos, etc. La filosofía, de esta manera, está en constante enfrentamiento con las ciencias de su tiempo, lo que lleva a decir al filósofo español que la filosofía contra alguien, esto es, un saber dibujado frente a otros pretendidos saberes. De acuerdo a lo anterior, Bueno señalaba que no es posible definir el concepto de filosofía, más que en función de otros saberes que constituyen las coordenandas del hombre y el ciudadano.
Mario Bunge nos brinda las siguientes definiciones:
1.a) Filosofía: Disciplina que estudia los conceptos más generales (ser, devenir, conocimiento, la mente, la norma) y las hipótesis más generales (cognoscibilidad del mundo externo)
1.b) Filosofía: es la parte más global y reflexivo del continuum ciencia-filosofía, el escenario de las discusiones que preceden y siguen a los avances científicos (Jesús Mosterín)
2) Ramas de la filosofía:
a) Básicas: lógica, semántica, epistemología y ontología.
b) Aplicadas: metodología, praxiología, ética ( y las filosofías "de"...x donde x puede sustiuirse por arte, derecho, medicina, economía, etc.)
3) Filosofía exacta: es la filosofía construida con la ayuda de herramientas formales como la lógica, la teoría de conjuntos y el álgebra abstracta.
4) Filosofía científica: además de ser exacta, concuerda con el grueso de la ciencia y la tecnología de su época.
5) Filosofía de escuela: filosofía de una escuela dogmática que toma una verdad a medias y la transforma en la única verdad. Por ejemplo están quienes piensan que la ciencia es un discurso más entre otros. ¿Por qué razón? Por que los seres humanos hacen ciencia y los seres humanos están condicionados por sus creencias y su medio social, por ende cualquier teoría científica está contaminada por ese medio y esas creencias. Problema de lo anterior: no distingue entre contexto de descubrimiento y contexto de justificación (la ley de la gravitación universal no es "inglesa" y representante de la mentalidad de la Inglaterra del siglo XVIII. Menos aún la gravitación universal es "machista" por el hecho de haber sido formulada por Isaac Newton)
La filosofía puede abordar distintos temas, así tenemos por ejemplo: filosofía de la economía, filosofía de la ciencia, filosofía política, filosofía del derecho, lógica, estética (belleza, las artes), epistemología (conocimiento), axiología (valores), ética. Lamentablemente han habido episodios obscuros en la historia de la filosofía como por ejemplo, el idealismo y romanticismo alemán (revolucionario en arte pero retrógrado en filosofía y ciencias) de Hegel que le dio la espalda a la ciencia, la mayor parte de la filosofía francesa a partir de la década de 1960 y el, en la actualidad, posmodernismo actual y los "conocimientos locales". Los marxistas aún creen que pueden desentrañar hacia donde se dirige la historia por medio de la "dialéctica" (en su versión materialista y no idealista como la hegeliana: tesis-síntesis-antítesis), en virtud de la cual el mundo opera por medio del choque entre contrarios, en este caso, obrero (explotado) y capitalista (empresario-explotador) y la gran síntesis sería la sociedad sin clases. Como comenta el lógico y filósofo español, Jesús Mosterín, para un lógico, la dialéctica es una palabra que normalmente no significa nada o significa una acumulación de absurdos. Si existe algo intolerable en lógica es la contradicción. La filosofía que le da la espalda a la ciencia es la cosa "más aburrida y menos sexy que uno pueda imagina", comenta Mosterín. Como nos recuerda el mismo Mosterín, filosofía y ciencia fueron por mucho tiempo de la mano. Por ejemplo, Newton tituló su gran obra "Philosophíae naturalis pincipia mathematica" (Principios matemáticos de la filosofía natural), en la química, Dalton tituló su obra como "Chemical Philosophy", mientras que en biología evolutiva, Lamarck tituló su obra como "Philosophie Zoologique".
Ciencia y filosofía van de la mano, por ejemplo, la filosofía conductista, específicamente su antropología, nos dio una visión distorsionada del ser humana ya que este pasaba a ser una materia prima con la cual se podía hacer lo que el experto quisiera por medio de estímulos (para que hablar las repercusiones de esta filosofía pedagógica en la educación) Algunos marxistas trasnochados aún defienden una concepción antropológica limitada en donde el ser humano "es sólo" el resultado de la infraestructura, de las relaciones económicas de producción (capitalista), de manera que si subvertimos esta infraestructura económica, junto a ella transformaremos también la naturaleza humana.
Mario Bunge también es conocido por ser la bête noir de la mala filosofía: el posmodernismo, el psicoanálisis freudiano y lacaniano, los estudios de género, el deconstruccionismo, así como de todas las pseudociencias que todavía se resisten a desaparecer tales como la homeopatía, el creacionismo o la parapsicología. Estamos entonces ante un pensador riguroso y con un bagaje de conocimientos que pocos intelectuales tienen, lo que hace que Bunge tenga una visión integral de los temas que aborda y que su crítica sea no definitiva, pero sí certera, implacable y bien fundamentada.
El intelectual argentino cuenta con obras de un alto nivel de complejidad pero también ha escrito otras que apuntan a un público más amplio. Este es el caso de su libro “Crisis y reconstrucción de la filosofía”. Para nuestro autor, y a diferencia de otros pensadores, la filosofía no está muerta y tampoco puede estarlo, ya que todos somos, como seres pensantes, en cierta medida filósofos. En palabras de Bunge: “…hay quienes hablan de la muerte de la filosofía. Creo que esto último es absurdo, puesto que ninguna persona pensante puede evitar por completo la filosofía. Piénsese en los conceptos de realidad, verdad y valor, o en los principios de que el mundo exterior es real, que hay verdades accesibles , y que algunos valores son objetivos y transculturales. O en las negaciones de estos principios filosóficos”. ¿Qué sucede entonces con la filosofía? Las críticas de Bunge apuntan a la filosofía académica que da la espalda a los problemas del mundo para encontrarse en problemas que carecen de interés e importancia, salvo dentro del círculo acotado círculo académico.
Diagnóstico de Bunge sobre el panorama actual de la filosofía
El diagnóstico de Bunge es que la filosofía actual adolece de diez males. El primero es la excesiva profesionalización que habrían comenzado con Kant. Esta profesionalización se traduce en que los departamentos de filosofía ya no existen verdaderos pensadores, novedosos, arriesgados e innovadores, sino que meros funcionarios que publican sobre temas que buscan impresionar y satisfacer la demanda dentro del mundo académico, y claro, para obtener así algún ascenso y oportunidad de publicar sus escritos. En palabras de Bunge: “La profesión se ha llenado así de funcionarios que no contribuyen al avance de la filosofía ni transmiten a sus alumnos entusiasmo que no tienen, y sin el cual no se puede acometer ninguna gran empresa”. El segundo mal de la filosofía académica es la confusión entre filosofar e historiar, lo que significa que los filósofos sólo se dedican a comentar las ideas de otros filósofos para caer en repeticiones y viejos errores. De acuerdo a Bunge, los filósofos no han aprendido de la historia de la filosofía. Si bien hay problemas de larga data que están lejos de haber concluido, existen otros que no han constituido aportes importante y aún así tienden a ser resucitados por los filósofos contemporáneos: “…es lamentable que tantos filósofos contemporáneos, bajo el influjo de la filosofía lingüística, de la hermenéutica, de la fenomenología o del existencialismo, se hayan desconectado del pasado”. Si bien es importante la historia de la filosofía, los filósofos contemporáneos no deben quedarse estancados o transformarse en meros comentaristas de Nietzsche, Heidegger o Wittgenstein.
Un tercer mal de la filosofía es la confusión entre oscuridad y profundidad, que es una tradición (dejando de lado a la tradición mística) que se remonta a Hegel y pensadores posteriores, siendo un caso emblemático para Bunge el de Martin Heidegger.
Un cuarto mal es la obsesión por el lenguaje. Si bien, para nuestro autor es importante preocuparse por las palabras que se emplean, tal preocupación también la tienen los intelectuales, periodistas, historiadores o demógrafos. Para Bunge es un error poner el lenguaje en el centro de la reflexión filosófica, ya que el filósofo no se encuentra capacitado para ello, menos aún si no presta atención a los expertos en la materia, es decir, a los lingüistas. El quinto mal en la filosofía contemporánea es el idealismo que tiende a revivir cada cierto tiempo encarnándose en distintas disciplinas como el textualismo hermenéutico. Hoy existen quienes afirman que "todo es lenguaje" (reduccionismo inaceptable) . Se nos dice que no existe nada fuera del lenguaje, todo es una construcción lingüística (en su versión más fuerte están aquellos que consideran a las ciencias como un discurso más entre otros, sin ningún tipo objetividad y pretensiones de validez en relación a otra clase de discursos). Un filósofo alemán popularizó la idea de que el ser humano tiene un "fundamento lingüístico", que el lenguaje es la casa del ser, de manera que todo lo que guarde relación con lo humano se resuelve por medio del lenguaje. No es de extrañar que esté de moda decir que todas las enfermedades son construcciones sociales, incluso el átomo y los partículas subatómicas.
El sexto mal es la atención exagerada que la filosofía contemporánea pone a los“miniproblemas” y juegos académicos de moda. En su diccionario de filosofía Bunge define como “miniproblemas” como aquellos problemas “cuya solución apenas importa excepto para las perspectivas de la promoción académica”. La pobreza, la desigualdad y el desempleo no parecen ser dignos de ser objeto de la reflexión filosófica, no así los comentarios sobre otro filósofo sobre las Investigaciones Filosóficas de Wittgenstein o “Ser y Tiempo” de Heidegger.
El séptimo mal de la filosofía es el formalismo insubstancial y la substancialidad informe. El octavo mal es la falta de filosofías sistemáticas o “grandes sistemas”, que han sido sustituidas por el fragmentarismo y el aforismo. Aristóteles, Leibniz y Kant han sido sustituidos por Nietzsche, Derrida, Vattimo y el popular Slavoj Zizek. El noveno mal es el enajenamiento de los motores intelectuales de la civilización moderna que son la ciencia, la tecnología y la ideología. El enajenamiento de estos estimula a que los filósofos construyan sistemas que dan completamente la espalda a los avances científicos teniendo como resultado el que el límite entre filosofía y ficción quede completamente borrada. Por ejemplo Bunge señala como ejemplo las filosofías de la mente que ignoran la existencia misma de la neurociencia cognitiva; las filosofías del lenguaje que ignoran que la lengua es principalmente una herramienta de conocimiento y acción social, las filosofías de la historia que ignoran el enfoque sistémico, materialista y realista.
El último mal de la filosofía es la “torre de marfil”, que significa que los filósofos están encerrados en una burbuja académica donde sólo se leen entre ellos y publican escritos que serán leídos (y entendidos) sólo por ellos mismos y sobre temas que sólo les interesan a ellos.
Hay que añadir que el libro no se centra sólo en un diagnóstico de la filosofía actual ya que Bunge aborda una serie de temas muy interesantes que ha abordado a lo largo de su vida intelectual. El lector podrá encontrar una serie de temas como el capítulo tercero donde el autor explica su concepción del materialismo que trasciende al materialismo vulgar o mecanicista, y que es compatible con los actuales avances científicos. También hay otros capítulos dedicados al escepticismo y el dogmatismo, al diagnóstico de la pseudociencia y un estudio sistémico sobre los seres humanos y la sociedad. Central son dos ideas que subyacen a la obra de Bunge y que también desarrolla en este escrito: el humanismo naturalista y el enfoque sistémico.
Si te interesa más sobre este autor:
-La editorial Gedisa publicó sus memorias, donde el autor relata una interesante aventura intelectua.
-Sitio no official dedicado a Mario Bunge en donde hay disponible artículos, entrevistas y bibliografía: http://www.mariobunge.com.ar/articulos