1/3-Barniz informativo: Hablemos de Rusia (por Jan Doxrud)
Conocida es la frase de Winston Churchill sobre Rusia:
"No puedo pronosticarles la acción de Rusia. Es un enigma, envuelto en un misterio, dentro de un enigma; pero tal vez haya una clave. Esa clave es el interés nacional ruso". ("I cannot forecast to you the action of Russia. It is a riddle, wrapped in a mystery, inside an enigma; but perhaps there is a key. That key is Russian national interest.")
Ahora bien, cabe señalar que esta frase fue pronunciada en un contexto determinado: comienzos de octubre de 1939 cuando la Unión Soviética de Stalin había firmado un pacto de no agresión y cooperación con la Alemania nazi de Hitler, que se traduciría en la invasión conjunta de Polonia y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Ahora bien, al final de la cita de Churchill podemos ver que el, en ese entonces, Lord del Almirantazgo destaca un concepto relevante que es el del “interés nacional” como principio rector de Rusia aunque, en realidad, el de todas las naciones. Ahora bien en el caso de los totalitarismos y dictaduras el “interés nacional” es en realidad el interés del dictador y sus cercanos, quienes lo camuflan bajo el “interés de la nación”.
Lo que si resulta un acertijo es por qué Rusia no ha logrado trascender el autoritarismo y, cuando pareciera que estuviera a punto de lograrlo, entra en otro ciclo autoritario. Como escribió Orlando Figes en su libro “La Historia de Rusia”
“En muchos sentidos, el país parece estar atrapado en un ciclo en que la historia se repite. El Estado autocrático se derrumbó dos veces durante el siglo XX, en 1917 y 1991, y en ambas ocasiones volvió a renacer con una forma distintas (…) El Estado autocrático se ha visto muchas veces retado por revueltas populares, pero siempre ha conseguido restablecer su poder”
Siguiendo a Kenneth Waltz (1924-2013) – Cientista Político y académico de la Universidad de California, Berkeley y Columbia, y considerado como “Padre del Neorrealismo” - la estructura internacional es anárquica. Sin embargo, existe una jerarquía en esta estructura en donde el poder se encuentra distribuido de manera desigual: hay potencias hegemónicas y otras potencia menores las cuales comparten algo en común: buscan maximizar su seguridad e intereses estratégicos por medio de diferentes métodos.
Con esto de la “anarquía mundial” se quiere dar a entender que los Estados existentes son soberanos e independientes, por lo que no existe un “soberano mundial” que controle a los demás Estados y un sistema jurídico internacional al que deban someterse los gobernantes. Lo anterior no significa que vivamos en un mundo cruel y violento ya que, si bien la coacción es una parte de las relaciones internacionales, también lo son las instituciones que buscan promover la paz y el diálogo. Siguiendo la denominada “teoría de la estabilidad hegemónica”, tenemos también que la existencia potencias hegemónicas pueden contribuir a mantener el orden mundial. Por último la globalización y la interdependencia económica también contribuyen a la estabilidad mundial.
Sin embargo, no podemos ser ingenuos y debemos reconocer que las naciones son movidas por sus intereses o, para decirlo más directamente, no anteponen los intereses de las demás naciones a los suyos. Es por ello que en la historia nos encontramos con estas “rarezas” como un pacto entre nazis y comunistas o en el pasado el Cardenal Richelieu – perteneciente a la Iglesia Católica – quien apoyó a la Suecia protestante contra el ferviente católico y miembro de la dinastía de los Habsburgo Fernando II, así como también la los Países bajos (protestantes) contra la monarquía española (católica): el Cardenal buscaba su interés y el de Francia. Como señalaba Richelieu, el hombre es un ser inmortal y su salvación se encontraba en el más allá. Pero en el caso de Estado, éste no poseía la inmortalidad, de manera que su salvación era ahora o nunca.
Entramos así en un concepto que ya he abordado en otro artículo y es el de “Realpolitik”. Esta es un enfoque en virtud del cual dentro de la política internacional lo que es permanente o constante no son los aliados, sino que los intereses estratégicos de las naciones, de manera que son los intereses definen a los aliados. Como escribió Henry Kissinger
“Si la ideología determinara invariablemente la política exterior, Hitler y Stalin jamás se habrían dado la mano, como no lo habrían hecho tampoco, tres siglos antes, Richelieu y el sultán de Turquía”
La “Realpolitik” es una política exterior fundamentada en cálculos de poder y en el ya mencionado “interés nacional”. Este enfoque es realista y pragmático, en donde no existe ideal alguno que actué como barrera para conseguir los fines últimos de una política determinada. Así, tenemos políticas no deben ser juzgadas por su contenido moral sino que por su éxito para los éxitos del país. En el caso de Putin, el dictador está siguiendo sus intereses personales los cuales son camuflados bajo un supuesto “interés nacional” y la seguridad de Rusia.
Teniendo en consideración lo anterior, este y los demás artículos tienen como objetivo que el lector pueda informarse sobre Rusia, tanto desde un punto de vista geográfico, histórico y geopolítico. Obviamente esto no constituye una “historia de Rusia” sino que un breve resumen o “barniz informativo” que busca arrojar luces para comprender la historia del país considerando su historia pero también el espacio geográfico. Al final de estos artículos dejaré otros complementarios.
Solo para aclarar, cuando hablo de geopolítica me refiero, en primer lugar, a la influencia y el poder de un Estado o entidad no estatal) sobre el espacio y el territorio. En segundo lugar, me refiero al estudio de las diversas relaciones entre actores a escala internacional (no involucra únicamente a Estados).
Por último, la geopolítica toma en consideración cómo la geografía influye en las relaciones políticas, económicas y sociales entre los estados y otros actores internacionales. Así, la geopolítica debe entenderse como el estudio de la espacialización de la política internacional (del poder) por los Estados hegemónicos.
David Lewis, académico en la Universidad de Exeter, explica, en un artículo titulado “Strategic Culture and Geography: Russia’s Southern Seas after Crimea”, que Putin ha promovido frecuentemente la enseñanza de la geografía en las escuelas. La razón de esto es que, tal disciplina, constituye una base para la “formación de valores patrióticos, identidad cultural y nacional y autoconciencia”. Añade Lewis que el interés por la geografía no tiene un valor meramente académico, puesto que tal disciplina ha contribuido a “dar forma a la cultura estratégica de Rusia”. Continúa explicando el académico que a los líderes rusos les gusta pensar espacialmente, “articulando nuevas visiones geográficas que se extienden más allá de las fronteras de Rusia”
Entremos en materia. Geográficamente, la Federación Rusia se encuentra aproximadamente entre los paralelos 41° y 82° norte. La gran extensión del territorio ruso se encuentra al norte del paralelo 50° LN, lo que significa que sus ciudadanos habitan en una zona igual o más fría que la canadiense. En cuanto a su extensión Rusia tiene poco más de 17.000.000 de km2 y alrededor de 9.000 km de largo (China tiene más de 9.500.000km2 y EE.UU poco más de 9.800.000 KM2). Pasemos ahora a los biomas, es decir, a las grandes zonas presentes en Rusia que incluyen factores abióticos pero también la flora y fauna o bióticos.
Así, los biomas se diferencian de las zonas climáticas en cuanto a que estás últimas se encuentran definidas por variables abióticas como la temperatura, precipitación, insolación, humedad, relieve e influencia del mar. También se diferencian de los ecosistemas en cuento a que estos últimos son más pequeños y pone el énfasis en las interacciones entre componentes bióticos y abióticos.
Los principales biomas de Rusia son, en primer lugar, la “tundra” o “llanura sin árboles”. Este consiste en un terreno abierto y llano en la zonas circumpolares, en donde hay pocos árboles (de muy baja altura como arbustos, musgos y líquenes) y existe una escasa precipitación. En la tundra el suelo está congelado la mayor parte del año, lo que se conoce como permafrost. Como escribió el historiador Felipe Fernández-Armesto en su libro “Civilizaciones”: “los desiertos de hielo tienen mala reputación como morada de la civilización”. Más adelante añade:
“Las profundas capas de permafrost, de suelo siempre helado, que hacen imposible cualquier cultivo, impiden también que el hielo se evapore al derretirse y esto produce charcos que se convierten en criaderos de mosquitos durante la breve pero intensa estación cálida”.
En segundo lugar tenemos la taiga o bosque boreal (palabra “boreal” proviene de ”Boreas”, el dios del viento frío del “norte”). En este bioma, localizado al sur de la tundra, hay presencia de Pinos, Alerces y Abetos (coníferas), los cuales mantienen sus hojas durante el año (perennifolia).
En tercer lugar tenemos la estepa que es una extensión de tierra llana que se localiza en Eurasia y que se caracteriza por sus praderas, pastos cortos, inviernos fríos y veranos más calurosos. Esta se extiende a través de países como Hungría, Bulgaria, Rumania, Moldavia y Transnistria, Ucrania, Rusia Occidental, Siberia, Kazajstán, Xinjiang, Mongolia y Manchuria. Como bien señala Felipe Fernández-Armesto en el libro mencionado:
“(…) para aquellos que la han observado desde fuera, menos protegidos, la estepa siempre ha sido una fuente de destrucción: cuna de monstruos, criadero de hombres con cabeza de perro rabioso, patria de los hunos. Aquí es donde Alejandro Magno, según la leyenda, ató a Gog y Magog detrás de unas puertas de metal”.
Más adelante añade:
“En cierto sentido, los autores de la Antigüedad griega pensaban que los habitantes de la estepa, a los que llamaban escitas y sármatas, pertenecían a un mundo extraño, salvaje y amenazador”
Rusia tiene una compleja división administrativas. En primer lugar tenemos los 48 oblasts o provincias. En segundo lugar tenemos las 24 Repúblicas, las cuales cuentan con autonomía por la presencia de minorías étnicas. Junto con lo anterior, tienen su propia constitución, idioma y legislación. En suma y “teóricamente”, son el hogar de una nacionalidad minoritaria (en algunos casos existen tales minorías como Chechenia, pero en otros pueden haber una mayoría rusa como Carelia).
En tercer lugar tenemos los 4 Distritos Autónomos que también cuentan con una autonomía limitada y están subordinados a una región más grande. En cuarto lugar están los 9 krais que en el pasado constituían las “marcas” o territorio fronterizo. En quinto lugar tenemos las ciudades federales que son Moscú, San Petersburgo y Sebastopol (tras la ocupación rusa). Por último cabe mencionar el Oblast Autónomo Hebreo creado por la Unión Soviética como parte de la política de nacionalidades. Actualmente los judíos son una minoría en aquella región.
El país se encuentra rodeado de varios mares entre los cuales cabe destacar: Mar Caspio, Mar Negro, Mar de Barents, Mar de Japón, Mar de Béring y el Mar de Ojostsk. Sumado a esto, al norte se encuentra el Océano Glaciar Ártico. Rusia cuenta con más de 144 millones de habitantes y el 75% del territorio se encuentra en Asia, pero solo un 22% vive en esa parte
La paradoja de lo anterior es que, a pesar de que Rusia está rodeada por mar, este país no constituye una potencia marítima y, como veremos, una de las constantes en la historia del país es la salida a aguas cálidas. ¿Cuáles son las barreras con las que se encuentra Rusia para acceder al Océano Atlántico? Para acceder, Rusia tiene que salir al mar Báltico pero en el camino se encuentra, en primer lugar, con el estrecho de Kategatt, controlado por miembros de la OTAN: Suecia y Dinamarca. En segundo lugar se encuentra el estrecho de Skagerrak, controlado también por miembros de la OTAN: Noruega y Dinamarca. Una vez superado estos obstáculos Rusia saldría finalmente al Mar del Norte en donde se encuentra un tercer obstáculo: la brecha GIUK. Esta hace referencia a un amplio sector marítimo controlado por Groenlandia (parte de Dinamarca), Islandia e Reino Unido y el cual constituye un cuello de botella para el paso de Rusia por mar.
¿Cuál es el obstáculo para acceder expeditamente al Mediterráneo? En primer lugar debemos referirnos a la península de Crimea la cual fue anexada ilegalmente por Putin en el año 2014. Crimea fue incorporada al Imperio Ruso por Catalina II la Grande (1783) y transferida a Ucrania por el líder soviético Nikita Jrushchov en 1954. Este último año representaba el 300 aniversario de la anexión de Ucrania a Rusia y en un gesto de buena voluntad cedió la península. Ahora bien, el líder soviético jamás imaginó que la URSS colapsaría y que Ucrania obtendría la independencia y se quedaría con este territorio estratégico. Frente a esto, Rusia pudo mantener (por medio del arriendo) su flota en el mar Negro en Sebastopol por medio del Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación (entre Boris Yeltsin y Leonid Kuchina) y otros acuerdos.
¿Cuál es la relevancia de Crimea? Pueden haber varias respuestas. En primer lugar tiene una relevancia religiosa, puesto que fue ahí donde príncipe Vladimir se convirtió al cristianismo en el año 988 (en Queroseno). A esto se suma una segunda razón y es que ahí se encuentra su principal base marítima con una relevancia geoestratégica: Sebastopol. Además en la Guerra de Crimea (1853-1856), que enfrentó el Imperio ruso contra Reino Unido, Francia y el Imperio Turco, el sitio de Sebastopol (que significó la derrota rusa) constituyó un hecho heroico, de patriotismo y sacrificio para los rusos (inmortalizado por León Tolstói). Finalmente Putin se apoderó de la península y construyó el puente de Kerch para conectarla con el país. Siguiendo con el tema de la salida al Mediterráneo, tenemos que la flota rusa tiene que cruzar dos estrechos.
Regresemos ahora a la ruta de acceso de Rusia al mediterráneo. En primer lugar tenemos el estrecho del Bósforo que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara y, en segundo lugar el estrecho de los Dardanelos que conecta el Mar de Mármara con el Mar Egeo para, desde allí, salir al Mar Mediterráneo. A esto hay que añadir que por medio de la Convención de Montreux (1936) se entregó a Turquía el control de ambos estrechos. En virtud del Artículo 19 se prohíbe el paso de buques de guerra de naciones implicadas en una guerra, siempre y cuando Turquía se mantenga neutral.
Por último cabe agregar que Rusia mantiene la base naval de Tartús en Siria, relación que se remonta a la Guerra Fría cuando gobernaba Háfez al-Ásad (1930-2000), padre del actual dictador. En el 2017 se acordó mantener la presencia militar por otros 49 años.
Respecto a la salida al mar hacia el norte, tenemos que clima no ayuda puesto que el mar permanece gran parte del tiempo congelado. En cuanto al este, Rusia tiene el puerto en Vladivostok (“dominador del este”). Esta ciudad fue fundada en 1860 (territorio arrebatado a China) y constituye una “puerta” de Rusia hacia el Océano Pacífico (y donde se encuentra la última estación del Transiberiano). Ahora bien, esta ciudad y puerto se encuentran bastante lejos del corazón político y económico de Rusia.
Otro problema persistente para los gobernantes rusos viene de Occidente: la gran llanura europea con más de 4.000.000 km2. Esta gran planicie se extiende desde los Pirineos (sistema montañoso que constituye una frontera natural entre España y Francia) siguiendo por el norte de Europa hasta llegar los Montes Urales en Rusia. En su parte occidental la llanura es más estrecha, pero, a medida que avanzamos hacia el este, esta se va ensanchando. Por ende, uno de los temores de los gobernantes rusos es el potencial peligro de una invasión a través de un territorio que no presenta ningún accidente geográfico. Esto trae como consecuencia la necesidad, por parte de Rusia, de contar con “Estados tapones” o “Buffer States” que contengan este potencial peligro.
El problema es que, tras la Guerra Fría, no solamente se evidenció el fracaso del comunismo, sino que la nueva Federación Rusa perdió a los antiguos Estados satélites de Europa oriental que operaban como “estados tapone”, salvo la actual dictadura bielorrusa de Lukashenko. Peor aún, la mayor parte de los ex Estados soviéticos comenzaron no solo a formar parte de la Unión Europea, sino que también de la OTAN.
Continuemos con la geografía de Rusia. Tenemos los Montes Urales, que es una cadena montañosa de orientación norte-sur que se extiende desde la zona polar de la tundra hasta el río Ural (Kazajistán) y tiene 2.500 km de longitud, con una altura máxima de 1895 metros. Se suele establecer que los Montes Urales constituyen la barrera que marca los confines de Europa y la separación entre la “Rusia europea” y la “Rusia asiática” (aunque muchos rusos no se consideren europeos). Sumado a esto, los Montes Urales no constituyen un barrera infranqueable que proteja a Rusia de ofensivas desde el este. Como explica Orlando Figes, este accidente geográfico no ofrecía protección alguna a los colonos rusos frente a las tribus nómadas de la estepa asiática, puesto que de trata de “Se trata de una serie de elevadas cadenas montañosas dividida por anchos pasos y, en muchos lugares, formas más bien colinas”.
Otra curiosidad de Rusia es que mantiene un “exclave” en Europa denominado Kaliningrado. Su nombre proviene de Mijail Kalinin, Jefe de Estado de la Unión Soviética, y limita con Polonia y Lituania. Solo para aclarar, tenemos que un Exclave es aquella parte de un país que se encuentra separada físicamente de la parte principal de éste y se está rodeada por más de un territorio. En cambio, un “enclave” es aquella parte de un país rodeada completamente por otro (como por ejemplo, Lesoto)”. Es en Kaliningrado (antigua ciudad alemana de Königsberg) donde podemos apreciar la estatua del célebre filósofo prusiano: Immanuel Kant (1724-1804)
Otro dato curioso es que, efectivamente, es posible ver Rusia desde EE.UU y viceversa. Esto se debe a que existen unas islas, ubicadas en medio del estrecho de Bering, entre el mar de Chukchi y el mar de Bering. Me refiero a la Isla Diómedes Mayor u “Ostrov Ratmánova” y la Diómedides Menor perteneciente a los Estados Unidos.
Una zona emblemática del país es Siberia, consistente en una vasta región que se extiende desde los Montes Urales en el oeste hasta el Océano Pacífico en el este y, hacia el sur, desde el Ártico a las colinas del centro-norte de Kazajstán y las fronteras de Mongolia y China. Al igual que el Oeste norteamericano o La Araucanía en Chile, Siberia fue presentada por los gobernantes rusos como una colonización pacífica, un proceso “civilizatorio” en donde Rusia habría ido “colonizándose a sí misma”. Con este discurso se esconde bajo la alfombra la violencia ejercida contra los habitantes autóctonos de la región. Aquí vale la pena mencionar a un gran explorador y marino danés, Vitus Bering quien, bajo el gobierno de Pedro el Grande, realizó dos expediciones (entre 1725-1743) hacia Kamchatka. También navegó por las aguas del estrecho que lleva su nombre y llegó a la costa occidental de América del Norte.
Otra conflictiva zona en Rusia es el Cáucaso, que se encuentra entre el Mar Negro y el Mar Caspio. Su nombre deriva de la cordillera de 1.500 km de longitud que tiene una altitud máxima de 5.462 msnm (Monte Elbrús). En la zona del Cáucaso se encuentra la República de Chechenia que, de república, no tiene nada, y que es gobernado por excéntrico dictador Ramzán Kadírov, fiel aliado de Putin y dependiente de la ayuda económica del Kremlin ara mantener a raya a los movimientos islamistas.
También hay otras zonas calientes como la de Daguestán en donde en junio de 2024 hubo un atentado que dejó alrededor de 20 muertos. Tenemos también el atentado de 2002 en donde terroristas chechenos entraron al teatro Dubrovka, manteniendo como rehenes a más de 900 personas y que terminó con 40 secuestradores muertos y 130 rehenes muertos. En una grabación los terroristas señalaron lo siguiente:
“Cada nación tiene derecho a su destino. Rusia ha quitado este derecho al pueblo checheno y hoy queremos reclamar estos derechos que Allah nos ha dado, de la misma manera que se los ha dado a otras naciones. Allah nos ha dado el derecho a la libertad y el derecho a elegir nuestro destino. Y los invasores rusos han inundado nuestra tierra con la sangre inocente de nuestros hijos. Hasta ahora hemos anhelado una solución justa que no se hace presente. La gente no está al tanto de los inocentes que están muriendo día a día en Chechenia (…) Esta nuestra actitud es con el fin de lograr la libertad del pueblo checheno y en esa búsqueda, pensamos que no hay diferencia en donde muramos, y por lo tanto con ese fin, hemos decidido morir aquí, en Moscú”
Pero el ataque terrorista islamista más impactante en el Cáucaso fue la toma de rehenes en una escuela en Beslán, en la República de Osetia del Norte (que es parte de la Federación rusa) en el año 2004. Esto dejó como resultado más de 300 muertes y un fuerte cuestionamiento por parte de las familias afectadas del actuar de las fuerzas de seguridad