8) Silvio Gesell: Economía, Dinero e Interés (por Jan Doxrud)
Gesell propuso la creación de una Unión Universal de Cambio llamada International Valuta Association (IVA) al cual podían adherirse los países , inclusive los no europeos.Aclara el autor que el sistema monetario permanecería nacional, pero sería administrado de acuerdo a “principios uniformes, sanos y válidos en todas las circunstancias y etapas de la evolución”. Proponía también la creación de billete internacional de cambio internacional para impedir cualquier tipo de problemas en el comercio y sería impreso por una Oficina Central bajo la mirada de los Estados miembros. Tal Oficina también se haría cargo de los gastos de importación y exportación de los billetes, para que no influyeran en su cotización a la par.
Junto a esto, Gesell afirmaba que la política monetaria activa del IVA, en su objetivo de mantener la estabilidad absoluta, se fundamentaba en la teoría cuantitativa, vale decir, “en el reconocimiento de que, por medio del aumento o de la disminución de la oferta del dinero, el nivel general de los precios siempre puede ser retraído a su punto de partida”. El autor presenta la siguiente imagen
La explicación que da Gesell de la imagen anterior es la siguiente. De acuerdo a la imagen tenemos que, al igual que en un sistema de vasos comunicantes, el nivel del agua vuelve automáticamente al mismo nivel, tras de una perturbación, así también quedarán en los Estados adheridos a la IVA los precios de las mercaderías siempre a la misma altura. Después de una perturbación lo precios (o fluidos) volverán a su nivel siempre y cuando se mantenga el compromiso con la estabilidad monetaria absoluta. En caso contrario, esto es, su un país violara los principios de la estabilidad monetaria absoluta, entonces este país se vería inundado por dichos billetes o sufriría escasez de estos mismos (ver el fluido de color negro) como es el caso de Inglaterra (repleto de billetes de Iva) y el caso contrario representado por Alemania.
Para el economista alemán e necesita de una moneda que ponga fin al privilegio de los poseedores de dinero y, tal moneda, debe ser una “envejezca como los diarios” y se “pudra como la papas”, de manera que esta no podría permanecer por largo tiempo en manos de quienes pretendan atesorarla. En el mismo libro Gesell presenta imágenes de como es la “Freigeld” y procede a explicarla como sigue.
En primer lugar esta “libremoneda” sería emitida en billetes de 1, 5, 10, 50, 100, 1000 pesos. Junto a esto, se emitiría también moneda subsidiaria en hojas perforadas (similares a los timbres postales). El objetivo de esta moneda subsidiaria es facilitar el pago de cualquier fracción del peso. En segundo lugar – y aquí viene la parte medular – es que la “Freigeld” iría perdiendo semanalmente un milésimo de su valor nominal, por lo que sería el portador quien debería reponer, utilizando las estampillas de moneda subsidiaria pegándolas en el dorso del billete.
Por ejemplo, el mismo autor nos dice que el 1 de Enero el valor de la “Freigeld” es de 1000 pesos, al llegar al 31 de Enero, esta valdrá solo 95 pesos, por lo que si el portador quisiera utilizar ese dinero en diciembre tendría entonces que añadir 5 pesos adicionales utilizando el dinero subsidiario. Así queda resuelto el problema de la asimetría de poder y se nivela la balanza en donde en un extremo está el poseedor de las mercancías y, en el otro, el poseedor de dinero. En palabras de Gesell:
“De modo que podemos señalar aquí, desde ya, un hecho digno de observación: el comprador tiene el mismo gran empeño, resultante directamente de la posesión del dinero, de cederlo al poseedor de las mercancÍas como el vendedor tiene necesidad imperiosa de ceder los productos al comprador”.
En tercer lugar Gesell nos señala que todos los billetes serían canjeados por unos nuevos. La lógica de lo anterior es clara y es presionarla circulación monetaria. A esto añade el autor:
“Ante todo debe quebrarse la prepotencia del dinero. Esta prepotencia se funda exclusivamente en el privilegio de la indestructibilidad que la moneda tradicional ostenta frente a la mercancía. Mientras los productos de nuestro trabajo ocasionan importantes gastos de almacenaje y custodia, que sólo retardan su destrucción paulatina, sin impedirla, el poseedor de la moneda está libre de toda pérdida por la naturaleza de la materia monetaria (metal precioso). Es por eso que al poseedor del dinero (capitalista) siempre le sobra tiempo para operar; mientras él no tiene ningún apuro, los poseedores de mercancías se ven en continuo apremio”.
Tenemos entonces que, de acuerdo al economista alemán, en un mundo bajo la “Freigeld” siempre habrá necesidad de dinero y la administración monetaria se limitará a emitir más dinero cuando los precios tiendan a la baja, por el contrario, y retirará dinero cuando se registre una tendencia alcista.Lo anterior obedece a la idea de Gesell de que los precios dependen exclusivamente del monto del dinero ofrecido. En síntesis, esta “Administración Monetaria Nacional” tendrá como función observar la relación entre la moneda y la mercancía, es decir, nivel general de los precios de las mercancías. En segundo lugar deberá regular, mediante el aumento o la contracción del circulante, la cotización de la moneda con el objetivo de mantener la estabilidad del nivel general de precios (haciendo uso de la estadística)