9-Hablemos del Lenguaje. Significado, sentido y referencia (por Jan Doxrud)
“Quien usa palabras, sin darle un sentido claro y constante, ¿qué otra cosa hace, sino encaminarse y encaminar a otros hacia el error? Y quien haga eso de propósito deber ser tenido por enemigo de la verdad y del conocimiento”.
(John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano)
Pasemos ahora a abordar qué es el “significado” de algo, puesto que un lenguaje sin significado no es lenguaje. No me referiré, por supuesto, al “significado”, por ejemplo, de la vida, que es un pseudoproblema y que, más bien, es una pregunta que apunta a una supuesta finalidad que podría ser establecida de manera objetiva e independiente de los seres humanos. Regresemos al tema central de lo que sigue. ¿Alguna vez se ha preguntado que “significa” el “significado” de una palabra? ¿Acaso una palabra tiene significado cuando se “refiere” a algo en el mundo exterior? Pero, ¿no suele suceder que un enunciado puede referirse al mismo objetivo pero tener diferente sentido? Tenemos el caso de la ironía o, lo que es lo mismo, aquella figura retórica consistente en decir exactamente lo contrario de lo que se quiere dar a entender. Captar una ironía por escrito puede ser extremadamente complejo si no sabemos el contexto y el tono en que aquella persona pronunció esa frase.
Mario Bunge escribió en su Tratado de Semántica II (Interpretación y Verdad) que no se ha ofrecido ninguna teoría propiamente dicha que haga justicia a los dos aspectos del significado distinguidos tradicionalmente: el sentido (o connotación) y la referencia (o denotación). A continuación el autor enumera una lista en donde presenta esquemática las concepciones contemporáneas más influyentes sobre el significado:
1) Psicologismo: el significado es o bien el pensamiento o bien la intención o la comprensión.
2) Pragmatismo: el significado es el uso.
3) Operacionismo: el significado es la operación (cálculo o medición).
4) Verificacionismo: el significado es la condición de verdad.
5) Concepción epistémica: el significado es la información.
6) Concepción nihilista: no hay significados.
7) Concepción referencial: el significado es la cosa aludida.
8) Concepción intensional: el significado es o bien la intensión o bien el contenido.
9) Concepción dualista: el significado tiene dos dimensiones: intensión y extensión.
10) Concepción sintética: el significado esta ́compuesto por el sentido y la referencia.
No deja de ser interesante preguntarse de qué manera los “ruidos” que emitimos con nuestra voz tienen un significado y que, además, sean compartidos por un importante número de personas. Si una persona balbucea palabras que no entendemos o hace señas con las manos, automáticamente nos preguntaremos por el significado de tales ruidos y esas señas corporales. Vemos y asignamos significados consciente e inconscientemente. Cuando vamos manejando y vemos la luz roja sabemos que eso “significa” detener nuestro auto y no comenzaremos a hacer una reflexión filosófica acerca de cómo el color rojo llegó a significar eso (puesto que no hay ninguna conexión necesaria entre ese color y detenerse).
Podemos establecer que existe una definición de color rojo, incluso podemos abordarlo desde el punto de vista de la ciencia estableciendo que existe un espectro visible que es aquella parte del espectro electromagnético visible a nuestro sistema ocular. Esta luz está formada por ondas electromagnéticas con longitudes específicas que son percibidas por nuestro cerebro como colores. Pero el lector estaría de acuerdo en que, en nuestra vida cotidiana, esta no es lo que entendemos por “rojo” no tampoco es lo que pensamos cada vez que vemos ese color. Así, el rojo puede tener una definición y una explicación pero no tiene un solo “sentido”.Así, tenemos que, mientras que en las calles el rojo del semáforo “significa” para nosotros “detenerse”, en las corridas de toro se utiliza para lo contrario (aunque al toro le sea indiferente ese color puesto que no ejerce una mayor atracción hacia este)
Si vemos una persona en un auto gritando improperios y una serie de insultos a otros, diremos que eso “significa” que está enojado (ni siquiera tenemos que escuchar sus palabras, puesto que basta ver sus gestos y escuchar su volumen y tono de voz). En clases el profesor puede pedirnos la definición de una palabra o incluso decirnos “¡qué significa este comportamiento en clases!”
Como bien lo plantea un académico español y profesor de la Universidad Castilla-La mancha, Pedro Rojas Parada en su artículo sobre al teoría del significado de Donald Davidson:
¿Cómo es posible que la materia adquiera esa capacidad significativa? ¿Cómo es posible que una vibración del aire se torne palabra, verbo, sentido? ¿De dónde procede esta “vida” de los signos que los eleva sobre la mera materialidad inerte de su sustrato físico?”
Por su parte, Michael Dummett (1925-2011),filósofo analítico, quien ocupó la Cátedra Wykeham de Lógica en la Universidad de Oxford, se preguntaba en un artículo ¿qué es una teoría del lenguaje? A esto responde que es una teoría que pretende explicar en qué consiste que las palabras de un lenguaje tengan el significado que tienen. Paso seguido Dummett afirma que la pregunta “en qué consiste” que una palabra tenga significado, es una de tipo filosófica. Esta pregunta resultar ser medular para la filosofía analítica a tal punto que Dummett señala que podría usarse como una definición de “filosofía analítica” la siguiente: el estilo de filosofía para los que la teoría del significado es central. Y así fue para sus fundadores como el checo Bernard Bolzano (1781-1848), el alemán Gottlob Frege (1849-1925), G. E. Moore (1873-1958) o Bertand Russell (1872-1970). ¿Por qué resulta central? Dummett responde:
“Se admite como incuestionable la importancia del lenguaje en nuestra existencia: es el espacio en el que se mueve nuestra vida mental. Usamos palabras para dirigir nuestras interacciones con otras personas; confiamos en ellas para descubrir lo que nos gustaría conocer del mundo; las necesitamos para orientarnos en la calle y para comprar provisiones; construyen novelas, poemas, obras de teatro, debates políticos, noticiarios, misas; pensamos en palabras. Pero, en cualquier caso, como el mismo Frege advirtió, lo que es importante son los pensamientos que expresamos en las palabras, no las palabras mediante las que los expresamos”.
La última frase es importante ya que, como señala el mismo Dummett, los filósofos analíticos asumieron, explícita o tácitamente, que un tratamiento del pensamiento independientemente de su expresión lingüística era algo imposible, ya que este último es el medio para exteriorizar tales pensamiento. De esta manera, para Dummett y otros representantes de la “filosofía analítica”, para la construcción de una teoría del significado se debe, entre otros procedimientos, aclarar la relación entre las palabras y las oraciones. Cabe precisar que son sólo estas últimas las que tienen un significado operativo, mientras que las palabras tienen “significados contributorios”, esto es, significados que contribuyen a determinar el significado operativo de las oraciones. Ahora bien, esto no resulta ser una tarea simple puesto que, como explica Dummett, el significado operativo de una oración dependerá de si la oración es declarativa, interrogativa o imperativa. Dummett trae a la palestra al matemático y lógico alemán, Gottlob Frege (1848-1925), destacando su distinción entre la “fuerza” que gobierna una oración y su sentido. Así, señala Dummett
“Cuando la fuerza asertórica (expresa una verdad de hecho) es separada de tal modo del sentido se hace posible pensar diferentes fuerzas aplicadas a un mismo sentido: por ejemplo, entender «La puerta está cerrada» y «¿Está la puerta cerrada?» como expresando el mismo sentido, pero difiriendo sólo en que la primera porta una fuerza asertórica y la última interrogativa”.
Lo que Frege quería solucionar eran aquellos casos en que dos expresiones podían hacer referencia a un mismo objeto, pero tener distintos significados, y es por ello que introduce los conceptos de sentido (Sinn) y significado (Bedeuting). Así, en virtud de la esta distinción introducida por Frege, Dummett explica que una teoría del significado tendría que, en primer lugar, explicar los diferentes tipos de fuerzas que pueden añadirse a una oración y, en segundo lugar, indicar en qué consiste en general sentido de una oración. Frege es célebre por su teoría del signo en donde distingue las dos dimensiones anteriormente mencionadas: la referencia y el sentido, en donde este último, de acuerdo a Dummett sería el “camino” hacia la referencia. Tenemos el ejemplo de 2 expresiones que designaban a un mismo objeto: Venus. Estas expresiones era:1) El lucero vespertino” y “el lucero matutino”. Este enunciado lo podemos formular como:
a = a (El lucero matutino es el lucero matutino)
a = b (El lucero matutino es el lucero vespertino) Tenemos elc aso de dos expresiones con sentidos diferentes y en donde “a” y “b” tienen un mismo objeto referencial
A pesar de que se hace referencia Venus, el sentido no es el mismo, puesto que uno connota la mañana y el otro la tarde. Al respecto comenta Beuchot:
“Hay identidad referencial y diversidad de sentido. El sentido es lo que captamos cuando escuchamos la expresión, el contenido ideativo; la referencia es el objeto que la expresión designa”.
Tenemos, pues, que cuando hablamos de la referencia de un signo, estamos hablando de un objeto sensible que podemos percibir, mientras que la “representación”que nosotros podemos tener de ese objeto es una imagen interna y subjetiva, por lo que la representación mía no es idéntica a la de otra persona. A diferencia de lo que pensó Mill años antes, Frege defiende la idea de que los nombres propios poseen tanto referencia como sentido. El sentido de un nombre (que Mill negaba) era para Frege aquellas propiedades que nosotros atribuimos a ese nombre en cuestión que empleamos. Algunos ejemplos de esto:
Marco Aurelio; El Emperador Sabio; El padre de Cómodo; El Emperador estoico.
Distintas personas podrán conocer a la figura de Marco Aurelio por medio de distintos propiedades, como el de haber sido emperador, adherente a la filosofía estoica, haber sido sabio o ser padre del futuro emperador Cómodo.