2-Los Chicago Boys y la economía chilena: Introducción (II) (por Jan Doxrud)
En lo que respecta al sistema económico, la Escuela de Chicago considera que el más óptimo (no perfecto) es el capitalismo “de libre mercado” y propiedad privada. Hago esta última precisión puesto que, como he insistido en otros artículos, si vamos a utilizar el concepto de “capitalismo”, entonces debemos precisar de qué tipo de capitalismo estamos hablando. El lector podrá estar pensando que, en el caso chileno, el capitalismo pudo coexistir con una dictadura. La respuesta a esto es afirmativa y Chile no es el único caso puesto que tenemos también otros ejemplos: el de la dictadura en Argentina o “proceso de reorganización nacional” (1976-1983) o China a partir del mandato de Deng Xiaoping. Estrictamente hablando, todas las economías existentes en los Estado - Nación modernos son capitalistas y mixtas y la diferencia radica en el grado en que el Estado interviene en la esfera económica y en la sociedad civil.
Tenemos, pues, que la coexistencia entre un sistema “capitalista” y regímenes autoritarios (y totalitarios) es perfectamente posible, han existido y continúan existiendo en la actualidad. Si bien el capitalismo (de libre mercado y propiedad privada) es una condición necesaria para la libertad, NO es suficiente por sí sola. Ahora bien, a medida que se liberaliza más una economía, esto es, que esta opere dentro de un estricto Estado de Derecho, donde los mercados funcionen sin interferencias políticas distorsionadoras, que la esfera política y económica estén claramente delimitadas, donde la propiedad privada de los medios de producción se encuentre garantizada y se promueva el libre emprendimiento y el lucro, entonces un régimen autoritario tiene pocas posibilidades de perpetuarse por mucho tiempo (una idea que también defendía Friedman).
Por otro lado tenemos otra combinación: la que existe en un sistema socialista, en donde el mercado y los precios (el“qué”,“cómo”y“para quién producir) se encuentran fuertemente controlados por el Estado y el derecho de propiedad no se encuentra garantizado. Respecto a esta última combinación ( socialismo + autoritarismo) , la experiencia ha demostrado que ambos van estrechamente de la mano puesto que un sistema socialista requiere de un aparato estatal de grandes dimensiones que reprima a la población y asuma el rol del mercado en la fijación de, por ejemplo, precios y cantidades a producir. En otras palabras, el socialismo requiere de la represión política para mantenerse a flote y, por ende, no solamente es anti-democrático sino que, peor aún, antihumanista (degrada al ser humano), antiliberal y promueve una igualdad en la miseria
En fin, ser un “Chicago Boy” vino a significar con el tiempo algo más que haber simplemente estudiado en la Universidad de Chicago. Por ejemplo Jorge Cauas y Hernán Büchi estudiaron en la Universidad de Columbia y José Piñera se doctoró en Harvard. Respecto a Piñera, Carlos Huneeus señala que no solamente no integró el núcleo original de los “Chicago Boys” sino que su incorporación al ministerio del Trabajo en 1978 causó tensiones por el hecho de haber pertenecido a la Democracia Cristiana. En todo caso, Piñera, como comenta Sebastián Edwards, se vanagloriaba de haber estudiado en Harvard puesto que su preparación era más completa, es decir, no se limitaba a la economía, sino que a otras áreas de las humanidades lo que hacía de él (Piñera) una persona más culta.
Ser un “Chicago Boy”significaba adherirse a lo que en aquella época no era parte de la ortodoxia o “recta doctrina” económica: el liberalismo económico (al menos desde la década de 1930 la década de 1970). Pero, para complicar aún más las cosas, la Escuela de Chicago no ostenta el monopolio del liberalismo, puesto que existen otras escuelas económicas que, si bien comparte algunos postulados filosóficos de los economistas de Chicago, difieren de manera significativa de esta escuela en materia económica. Tal es el caso, por ejemplo, de la Escuela Austriaca de Economía, algunas corrientes anarcocapitalistas y los movimientos libertarios que siguen las ideas de Ayn Rand.
¿Qué significaría ser un Chicago Boy”? Arriesgándome a simplificar, puedo enumerar las siguientes características mínimas:
1-Rol del Estado: defensa nacional, promover el Estado de Derecho que proteja la libertad individual, el derecho de propiedad y una legislación promueva el óptimo funcionamiento del mercado. En materia social, se defiende, en el caso chileno, un Estado subsidiario (explicado más adelante)
2-Capitalismo de libre mercado y propiedad privada: ausencia de barreras de entrada, respeto por la propiedad privada de los medios de producción, libertad de emprendimiento, formación libre de los precios a través del mercado (mecanismo óptimo para la asignación de recursos escasos con múltiples usos) y contra el capitalismo clientelista.
3-Importancia de la política monetaria: regular la cantidad de circulante en la economía para evitar así la inflación, en desmedro de políticas keynesianas que apuntan al uso del gasto fiscal.
4-Crítica al Keynesianismo: crítica a la intervención del Estado para intentar estabilizar la economía vía política fiscal.
5-Aplicación del enfoque económico a ámbitos “no económicos” , donde el gran precursor fue el influyente economista y académico de la Universidad de Chicago: Gary Becker(recursos escasos con fines alternativos y competitivos, donde el individuo debe elegir racionalmente de acuerdo a la información que posee (VER MIS ARTÍCULOS AL RESPECTO)
6-Conducta de optimización de los agentes individuales , esto es, que los individuos deciden optimizar su conducta a la hora de tomar decisiones. Esto no significa que las personas siempre obtengan los resultados deseados, sino que estas hacen elecciones racional aún cuando tales elecciones no se traduzcan en los resultados esperados.
7-Orientación matemática, en donde se encuetran influenciados por economistas como León Walras (1834-1910) y Alfred Marshall (1842-1924).
En segundo lugar quisiera señalar que, en el presente artículo me propongo, antes de comenzar directamente con los Chicago Boys, abordar brevemente a un acontecimiento específico ocurrido durante el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1952-1958), período durante el cual en se contrató una asesoría de expertos académicos estadounidense: Julius Klein y Julien Saks, más conocida como la Misión Klein - Saks (1955), que constituyó un antecedente de la posterior reforma económica liberal en la década de 1970. Como explica Rolf Lüders, el programa propuesto por la Misión Klein-Saks no se diferenciaba significativamente de aquel liderado por los Chicago Boys 20 años después, tanto en lo que respecta a sus objetivos como a sus medios.
En resumen, tal misión realizó un diagnóstico de la situación de la economía chilena y sus recomendaciones para el saneamiento económico fueron una serie de medidas de corte liberal que no lograron prosperar e instaurarse, puesto que iban en contra de la ortodoxia económica de la época. También es relevante este período puesto que fue en éste cuando se llevó a cabo el acuerdo de cooperación entre la universidad Católica de Chile y la Universidad de Chicago.
Posteriormente explicaré en este artículo la introducción del modelo liberal en Chile en 1975, destacando cómo se gestó, algunas personalidades influyentes, el diagnóstico que realizaron de la economía heredada de la Unidad Popular y las medidas que aplicaron. Para finalizar me referiré a la crisis económica acontecida a comienzos de la década de 1980 y el recambio que hubo en los mandos del poder económico.
Por último me gustaría señalar que en este escrito no me referiré a la polémica en torno al régimen dictatorial de Pinochet y a la temática de la represión y la violación de los DDHH. Solo puedo señalar que, en mi opinión, es innegable que los economistas que se hicieron cargo de la economía durante la dictadura operaron en un clima que no era normal, puesto que la oposición, los medios de comunicación, las manifestaciones sindicales y estudiantiles estaban estrictamente controladas, de manera que la revolución económica emprendida podía, al menos, estar “tranquila” en ese aspecto. En este sentido, Patricio Meller afirmó lo siguiente:
“El contexto político era un paraíso para los tecnócratas; los economistas de Chicago creían ser poseedores del enfoque correcto para los problemas económicos de Chile puesto que su análisis “científico” no estaba distorsionado por consideraciones políticas”.
Este no fue el caso del segundo gobierno de Ibáñez del Campo (1952-1958), en donde la Misión Klein - Saks experimentó un fuerte rechazo por parte de la ciudadanía, sectores políticos y sindicatos, que se opusieron, por diferentes razones, a la implementación de medidas de corte liberal. Sin embargo, hacia el final del artículo realizaré algunos comentarios personales respecto al legado del modelo económico y las diferentes posturas que existen en torno a este tema.
Libros:
-Juan Pablo Couyuomdjian (ed). Reformas económicas e instituciones políticas. La experiencia de la misión Klein-Saks en Chile.
-Patricio Meller. Un siglo de economía política chilena (1890-1990)
-Ricardo Ffrench-Davis. Chile entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad.
-Carlos Huneeus. El Régimen de Pinochet.
-Ernesto Fontaine. Mi visión
-Manuel Gárate. La revolución capitalista de Chile (1973-2003)
-Hernán Büchi. La transformación económica de Chile. El modelo del progreso.
-Francisco Rosedende (ed.) La Escuela de Chicago.
-Germán Urrea. Chile: por un nuevo modelo. Para una sociedad democrática, solidaria y sustentable.
-Manuel Delano y Hugo Traslaviña. La herencia de los Chicago Boys (http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/mc0032319.pdf)
-Sofía Correa, Algunos antecedentes Históricos del Proyecto Neoliberal en Chile (https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjK3Oe8x8_dAhUCIZAKHX7ZBmQQFjAAegQICBAC&url=http%3A%2F%2Frepositorio.uchile.cl%2Fbitstream%2Fhandle%2F2250%2F146089%2FAlgunos%2520antecedentes.pdf%3Fsequence%3D1%26isAllowed%3Dy&usg=AOvVaw3v5mn0DYruh9ua1RTgqhsF)