(5) Una pseudociencia llamada Grafología. Cuestionamientos críticos (I) (por Jan Doxrud)

(5) Una pseudociencia llamada Grafología. Cuestionamientos críticos (I) (por Jan Doxrud)

¿Qué  hay  de las letras  en  sí  mismas?  Para  los  grafólogos tienen una estructura, una anatomía y son  ellos  (los grafólogos)  los   expertos  que  llevarán  a cabo  el   trabajo  de  diseccionar  las  letras. Se  pueden  distinguir  tres  zonas, que  poseen  una  significación psicológica. Esta la primera zona, donde se ubican las crestas que corresponden a las partes altas  de  la letra. El significado de esta zona son las necesidades mentales, tienen que ver  con  el  saber  y  el  conocimiento. La segunda zona, es  la  parte  central, y  simboliza las emociones,  como  afronta el individuo el mundo que le rodea. La  tercera  zona  abarca  las  jambas (proviene  del  francés)  y  representa  la s necesidades materiales y biológicas, incluido el sexo. Otros aspectos que se toman en cuenta consiste  en el orden con que se escribe, la organización, el manejo de los espacios, lo  cual  reflejaría  si la persona es o no organizada, disciplinada  y  responsable  a  la  hora  de  realizar  un  trabajo. La  letra  confusa   y   desorganziada, en  cambio, nos  muestra  a  un sujeto con falta de  claridad interior,  un  pensamiento débil y, según los grafólogos, una persona con poco respeto hacia los demás.

Tenemos, pues, que una escritura ordenada revela a una persona es ordenada y disciplinada, y no hay que ser un experto para poder sacar estas conclusiones, pero ¿cómo saber si tal persona es un obsesivo y  maniático  del  orden  a  quien  le preocupa más que las cosas estén ordenadas a su manera aunque esto signifique entrar en conflicto con  sus  cercanos? ¿Cómo puede la grafología obtener estos datos? Los grafólogos tratan de convencernos de  que no se les puede engañar. A pesar de las variaciones que puedan haber en la escritura de  una  persona, ya sea debido a que esté apurado, mala su postura, que esté  cansado,  enojado  por  un  mal día, el grafólogo dirá que su rígida personalidad se mantiene en los signos grafológicos. Esto se contradice con la grafoterapia, la cual dice que cambiando justamente nuestra  manera  de  escribir,  cambiará también nuestra personalidad. En el primer caso no podemos engañar  al  grafólogo  porque  nuestra  personalidad  rígida  se  mantiene detrás de los disfraces y, en el segundo caso, la personalidad se vuelve maleable por los cambios que realizamos en la escritura.

Donald Trump, al parecer, también es un experto analista de escritura.

Donald Trump, al parecer, también es un experto analista de escritura.

El  escéptico y desenmascarador de fraudes, James Randi, puso en evidencia en un programa en vivo la  falta  de  rigor  y  exactitud  de la grafología  en  determinar  rasgos  de   una   persona (ver video). En   la  BBC se  mostró   un   reportaje  en  donde  grafólogos  fueron  invitados  por  la prensa  para  que  analizaran  un  pedazo  de  papel  que contenía unos garabatos  realizados  por  aquel entonces Primer Ministro Tony  Blair  durante  el  Foro Económico Mundial. Una  grafóloga  señaló  que  el  uso  triángulos  por  Blair  representaba  “deseos  d e muerte”, reflejo  del  riesgo  que  implicaba  su carrera política. El periódico Daily Mirror  consultó a la grafóloga Elaine Quigley, quien hizo alusió  a  la  agilidad  mental  de  Blair y su  capacidad  para  responder  de  manera  fluida. Otra grafóloga,  Helen  Taylor,  interpretó   que  los  círculos  mal  hechos  por  Blair  como  una  incapacidad para  completar  tareas. Finalmente  resultó que  este  garabateo no pertenecía a Tony Blair  sino  que  Bill Gates, uno d e los empresarios  más  exitosos  del   mundo  y  siempre  en  las  cumbres del ranking Forbes. La  BBC  coloca  en el tapete el  controversial  uso  de  la  grafología  en  Inglaterra.  Señala   que  mas   de   tres   mil   empresas  utilizan  la  grafología  como  parte  del  procedimiento de reclutamiento   de   personal . La  Sociedad  Psicológica   Británica  (British   Pshychological   Society),   coloca  a  la   grafología   al   mismo  nivel  que  la astrología,  otorgándole  “validez   cero”   en  su  capacidad  de  determinar  el  carácter  de  alguien.  El  Doctor  Rowan  Bayne, que  puso  a  prueba a los grafólogos más renombrados, concluye que la práctica inútil y completamente sin esperanzas. Como  ya señalé, Bayne critica el uso de la heurística representativa por parte de la grafología. 

                                      Al "affair" Bill Gates y Tony Blair

                                      Al "affair" Bill Gates y Tony Blair

La  grafología  hace  uso  y  abuso  de  la  heurística  representativa, por  ejemplo, tenemos  que  los objetos de buena calidad son caros y, por  ende,  concluimos  que  si  es  caro,  es  bueno. Esto  puede  ser  perjudicial  ya que  nos  dejamos engañar  y  podemos  comenzar,  y  reforzar,  el  juzgar  en base base  a  estereotipos:  el  que  anda  de  brazos  cruzados  está  a  la defensiva, un profesor de ética no puede ser un degenerado sexual, si tienes  la  letra  pequeña es que te  tienes poca confianza, si tachas tu firma te  estás  negando  a  ti  mismo, no  te  quieres ya que, por lo general, tachamos algo cuando esta  mal  y  queremos  corregirlo.  Esto  es  tan absurdo que los grafólogos incluso recomiendan a las personas a cambiar sus firmas, puesto que dejan en evidencia aspectos negativos de su persona.

 Otro  análisis  que  realizan  los  grafólogos  es  el  de  si  las  palabras  y  letras  están muy separadas. ¿Adivinen que puede significar  esto? Que  la  persona  necesita  de  “espacios”  personales  que deben ser   respetados,  tiene  un  anhelo  de  libertad. Pero  tenemos, por  otro lado, que esa persona tiende al aislamiento, vive  tranquilo  en  su  mundo  interno,  en  la  soledad. Pero, ¿por qué no adronar un poco más  a  esta  descripción? Es cuestión de ir agregando más información que tenga sentido con la anterior. Digamos  que  además, nuestro  sujeto  es  antisocial, tiene  una  autoestima baja, tendencia a la procastinación, no le gusta los desafíos y no es capaz  de  tomar  decisiones. En  el  polo opuesto, las palabras y letras  que se hallan muy juntas, significa  un  individuo  con  necesidades  sociales, que depende afectivamente  de los demás y podríamos agregar que es poco espontánea, y que tiene miedo a opinar por miedo al “qué dirñan” los demás. 

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Otro  aspecto  al  que  hice  alusión  es  el  de  la  dirección  de  los  renglones. Para  los  grafólogos, este ítem determina el modo en que la persona avanza hacia sus metas, como se conduce  por la vida, su  personalidad   y  cómo  esta  puede  verse  influenciada  y  afectada  por  el  medio  que  le  rodea. A  partir de la dirección de las líneas se puede obtener información acerca de la de la perseverancia en la  acción, la estabilidad, el estado de ánimo, la autoconfianza, etc. No será difícil para el lector  saber qué significaría  una  escritura  rectilínea, es  decir, donde las palabras avanzan horizontalmente sobre la base  del  renglón. El  significado  de  esto  es  el  de una  personalidad clara, con gran confianza en si  mismo, emocionalmente  estable, con objetivos claros, de voluntad firme y constante. Estos rasgos pueden  variar, así  una  persona  puede  ser  demasiado estructurada, poco  flexible y no abierta a los cambios.

Una  escritura ascendente refleja  entusiasmo, optimismo,  energía,  pero  el lector debe preocuparse de que la letra de su hijo o la suya no sea muy ascendente, ya que indicaría  un exceso de entusiasmo, inquietud y ansiedad. En cuanto a la escritura descendente, ¿será  necesario  señalar  su  significado? ¿acaso  el  lector  no  tendrá  una  idea del significado de esto? Igualmente lo diré: indica inseguridad, complejo de inferioridad  con  respecto a los demás, tristeza, falta de energías lo que puede traducirse en estrés u otras enfermedades. También los grafólogos hacen referencia  a  la escritura  sinuosa, que presenta ondulaciones, a la escalonada ascendentey aquella  escritura  que  presenta diferente tipo de direccionesy que nos revela a una persona con un caos interno, desordenado, que  no tiene metas claras, que es poco disciplinado y que, si  tiene  algún  objetivo  que  quiere  alcanzar, no  sabe  como hacerlo.

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 ¿Qué   se  puede  decir  en  relación   a  todo esto?  Quienes no tenían conocimiento alguno  sobre la  grafología (más  allá  de  hacer  los  tests), podrán estar impactados de   semejante ante barbaridad anticientífica y que, peor  aún, es  utilizada, como  filtro,  para  contratar  a  personas. Como escribió el  filósofo  de  la  ciencia  Mario  Bunge  tanto  la  ciencia  como  la  pseudociencia, se definen como un campo de conocimientos en donde este último se  caracteriza por  ser  un  sector  de  la  actividad humana   cuya  finalidad  es  obtener,  difundir   o  utilizar  un  conocimiento  de   alguna   clase,  ya  sea  verdadero   o   falso.  Pero   Bunge,  este   campo  de  conocimiento   se   divide  a  su vez en dos subconjuntos: la  familia  de  los  campos  de  investigación donde  encontramos las  humanidades, las ciencias  formales  como  la  lógica  y  la  matemática, las  ciencias  básicas,  las  ciencias  aplicadas y las  tecnologías. La otra familia es la de los campos de creencias,y es aquí donde el autor sitúa a las pseudociencias (el  autor  incluye a la grafología dentro de esta), pero también las pseudotecnologías. Una  caracteristica  de  los  campos  de  creencias es  que  rara  vez  cambian  y si lo hacen, “es como resultado de la controversia, de la fuerza bruta o  la  supuesta  revelación”,  señala  Bunge.  En cambio, la ciencia  cambia  permanentemente  como  resultado  de  la  investigación,  se  somete  a test epíricos, revisión entre pares, test de doble ciego, es provisional y se fundamenta en la  racionalidad  científica.

La  grafología,  en  cambio, no  ha  variado  con el tiempo, ya señalé que si Michon estuviese vivo no se  sorprendería  demasiado  con  los avances en la disciplina que creó, quizás con aquellos grafólogos que hacen uso de la computación para  darle  un status más científico a su pseudociencia. Pero como nos recuerda Barry Beyerstein, existe una frase  dentro  del  campo  de la informática conocido como el  problema  GIGO  (garbage in, garbage  out) o basura  adentro, basura  hacia  afuera. Este axioma computacional  nos  advierte  sobre  el  hecho  de  que  si ingresamos datos inválidos en un programa computacional,  el  output será igualmente inválido. Computarizar  la  grafología  no  eleva  el  status de esta ya que,  como  señala  Beyerstein, si  la  materias  primas  del  análisis, como los puntos de las “i”,  la  presión  o  los  trazos  no  son  indicadores  validos  de los rasgos de la personalidad, entonces el resultado  será  igualmente  inválido. Los  grafólogos  pueden  llenar de gráficos y tablas, pero si no existe  correlación entre las características de la escritura y la personalidad, ¿de qué sirve un programa computacional? Sólo  demuestra  que  una  pseudociencia está haciendo uso de la tecnología de mala manera. Es como si un astrólogo o tarotista cuantificara  todos  los  datos obtenidos de sus pacientes, ¿tendríamos  que  tomarnos  más  en  serio estas prácticas?  Examinemos  la  explicación de Bunge en el próximo articulo.