(V) El Manifiesto Comunista: las medidas para el cambio (por Jan Doxrud)
En la medida en que es abolida la explotación de un individuo por otro, también es abolida la explotación de una nación por otra, deapareciendo así la hostilidad entre las naciones. En lo que se refiere a la crítica contra el comunismo, desde el prisma de la filosofía, la religión y la ideología en general, para Marx y Engels la cuestion era clara y no merecía un detallado analisis. Para ellos, las raíces de estas ideas estaban en las condiciones de vida y las relaciones sociales. Cualquier cambio en estas tiene como resultado un cambio en las ideas, en la conciencia del hombre. Desde esta perspectiva, la producción intelectual se altera con la transformación de la producción material. Pero hay ciertas ideas que se han mantenido a pesar de los cambios que se han producido a lo largo de la historia. La religión, la filosofía, la moral se han mantenido a pesar de todos los cambios en la base material. Lo que pretende la revolución comunista es abolir cualquier verdad eterna que provenga de diversas fuentes. Es decir, no pretende darles una forma nueva y, por eso los autores señalan que el comunismo es un proyecto que viene a contradecir todo el desarrollo historico anterior. La revolución comunista es así, "la ruptura mas radical con las relaciones de propiedad más tradicionales”[1].
El proletariado debe apoderarse del poder político y arrebatar a la burguesía todo su capital y centralizar todos los instrumentos de producción en el Estado. Las medidas adoptadas serían diferentes, de acuerdo a la realidad de cada pais. Marx y Engels explican que en los paises más avanzados podrian ser implementadas las siguientes medidas:
1) Expropiación de la propiedad territorial y empleo de la renta de la tierra para los gastos del Estado.
2) Fuerte impuesto progresivo.
3) Abolición del derecho de herencia.
4) Confiscación de la propiedad de todos los emigrados y sediciosos.
5) Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un banco nacional del Estado y monopolio exclusivo.
6) Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte.
7) Multiplicación de las empresas fabriles pertenecientes al Estado y de los instrumentos de produccción, roturacion de los terrenos incultos y mejoramiento de las tierras, según un plan general.
8) Obligación de trabajar para todos; organización de ejercitos industriales, particularmente para la agricultura.
9) Combinacion de la agricultura yla industria; medidas encaminadas a hacer desaparcer gradualmente la diferencia entr laciudad y el campo.
10) Educación pública y gratuita de todos los niños; abolición del trabajo de estos en las fábricas tal como se practica hoy; régimen de educación combinado con la producción material.
El poder político es, para Marx y Engels, "la violencia organizada de una clase para la opresion de otra”[2]. Si el proletariado se convierte en la clase dominantea través de la revolución y suprime las viejas relaciones de producción, "suprime, al mismo tiempo que estas relaciones de producción, las condiciones para la existencia del antagonismo de clases y de las clases en general, y, porlo tanto, su propia dominación como clase”[3]. De la abolición, no sólo de la burguesía, sino que también de todo antagonismo de clases, surge una asociación donde el libre desenvolvimiento de cada uno sera la condición del libre desenvolvimiento de todos. Marx señala que los comunistas no deben esconder sus ideas, deben proclamar abiertamente que sus metas sólo pueden ser alcanzadas a través de la violencia para derrocar el orden social existente. Finalmente los autores cierran el Manifiesto con estas célebres palabras: "Los proletarios no tienen nada que perder en ella mas que sus cadenas. Tienen encambio, en cambio, un mundo que ganar”[4].
En 1848 estallan una serie de revoluciones a lo largo de Europa en contra de los gobiernos autoritarios. Las causas pueden remontarse a los probelmas económcos que azotaron al continente, como la depresión de 1837 y, sumado a esto, en 1840 hubo una hambruna generalizada debido a las malas cosechas. Las revoluciones de 1848 no tuvieron como protagonistas a los campesinos, sino que a los liberales, clases medias y trabajadores urbanos. Los objetivos eran limitar el poder de las monarquías a traves del establecimiento de gobiernos constitucionales, parlamentos electos y la garantización de las libertades civiles. Sólo en Francia se logró reemplazar la monarquía de Luis Felipe de Orleans por una república y el establecimiento del sufragio masculino. En el caso de Francia, se resolvió llevar a cabo un banquete integrado por los oponentes de Luis Felipe y de su ministro Francois Guizot. El rey prohibió esta reunión y las insurrecciones estallaron. No bastando el despido de Guizot, el rey tuvo que abdicar y huyó hacia Inglaterra. En Francia se proclamó la Segunda Republica. Los ideales de la Revolución Francesa demostraron sobrevivir a los avatares de la historia, aunque posteriormente otro Bonaparte estableceria el Segundo Imperio. El fervor social también contagio a la Austria de Fernando I, en donde se abolió el conocido “robot”, que era el sistema de trabajos forzados que tenían que realizar los campesinos.
Cuando la intensidad de los manifestantes disminuyó, el príncipe Schwarzenberg hizo los arreglos para la abdicación de Fernando I y para que subiese al trono Francisco José, quien contaba con dieciocho años. Schwarzanberg se encargó de regresar al sistema anterior a 1848 centralizando la administración del Imperio. Por otra parte, Austria reconoció la independendia de Hungría, pero gracias al asistencia militar de Rusia, pudo derrotar a las fuerzas del nacionalista Luis Kozzuth (1802-1894). En Italia, los austriacos derrotaron a los piamonteses y aseguraron sus domimios en la península. En Alemania que, al igual que Italia, sólo se unificarian en 1871, Federico Guillermo IV mostró señales de apertura, una nueva constitución y la posibilidad de llevar a cabo la unificación. Finalmente disolvió la asamblea constituyente y emitió su propia constitución. El rey declinó aceptar la corona imperial ofrecida por la Dieta de Francfurt en 1849. Así, un hubo señal alguna de una revolución proletaria internacional, y Marx falleció sin ser testigo de su profecía. En realidad ni siquiera la revolución rusa fue una revolución proletaria sino que, más bien el golpe de Estado del partido bolchevique y la imposición de una nueva elite en el poder.
[1] Ibdi., 175.
[2] Ibid., 176.
[3] Ibid.
[4] Ibid., 187-188.