Continuemos examinando algunos conceptos:
7) Riqueza / Capital / Patrimonio Nacional = riqueza privada+ riqueza pública.
Es el valor total estimado en precios de mercado de todo lo que poseen los residentes y el gobierno de un país dado en un momento determinado, siempre y cuando puedan ser intercambiados en un mercado. Se trata de la suma de activos no financieros (viviendas terrenos, negocios, edificios, máquinas, equipos, patentes y demás activos profesionales en propiedad directa) y los activos financieros (cuentas bancarias, planes de ahorro, obligaciones, acciones y demás participaciones en sociedades, inversiones financieras de todo tipo, contratos de seguro de vida, fondos de pensión, etc.) menos los pasivos financieros (todas las deudas)
8) Producto Interno Bruto (PIB): mide el conjunto de bienes y servicios producidos a lo largo de un año en el territorio de un país dado.
9) Ingreso Nacional (IN): el ingreso es concebido como un flujo, es decir, tiene una dimensión temporal, se mide por unidad de tiempo. El ingreso es la cantidad de riqueza producida y distribuida a lo largo de un período dado (se suele escoger un año como período de referencia.
IN= PIB – Depreciación del Capital + Ingresos Netos Extranjeros.
IN puede descomponerse en: Ingresos del capital + ingresos por trabajo.
10) Producción interna = PIB – DK (Depreciación del capital = 10% en la mayoría de los países) Piketty también la denomina “Producción doméstica”.
11) Fuerza de divergencia fundamental: r > g: desigualdad fundamental y principal fuerza de divergencia.
12-Primera ley fundamental del capitalismo: α = r × β (repartición capital-trabajo)
Ley según la cual la participación del capital en el ingreso nacional es igual al producto de la tasa de rendimiento del capital y la relación capital/ingreso. Esta ley permite vincular los tres conceptos más importantes para el análisis del sistema capitalista: la relación capital/ingreso, la participación del capital en el ingreso y la tasa del rendimiento del capital. Por ejemplo, si β = 6 y r = 5%, entonces tenemos que α = r × β = 30%. Esto significa que si el patrimonio o el capital representa el equivalente a seis años de ingreso nacional, y si la tasa de rendimiento promedio del capital es de 5% por año, entonces la participación del capital en el ingreso nacional es de 30% y, por ende, el porcentaje de los ingresos del trabajo es igual a 70%.
La fórmula α = r × β permite, por lo tanto, analizar la importancia del capital en el nivel de un país en su conjunto o hasta en la totalidad del planeta. Esta fórmula también puede ser utilizada para estudiar las cuentas de un empresa. Por ejemplo, Piketty pone el caso de una empresa cuyo capital es de cinco millones de euros y realiza una producción anual de un millón de euros, que se divide entre 600.000 euros de masa salarial y 400.000 euros de beneficio. De acuerdo a esto, tenemos quela relación capital/ingreso o β = 5.
En lo que respecta al rendimiento del capital, tenemos entonces que beneficio neto / capitales invertidos = 400.000/5.000.000 = 8%, de manera que r = 8%. Tenemos entonces que α = r × β = 40%.
Así, tenemos que
α = r × β = B / Y = B / K x B / Y, siendo
B = beneficios o ingresos del capital.
Y = ingreso nacional.
K = capital
13-Segunda ley fundamental del capitalismo: β = s / g
Ley conforme a la cual a largo plazo, la relación capital/ingreso es igual al cociente de la tasa de ahorro y la tasa de crecimiento. Piketty señala que por medio de esta fórmula, a largo plazo, la relación capital/ingreso o β se vincula de manera simple y transparente con la tasa de ahorro s de un país determinado y con la tasa de crecimiento g de su ingreso nacional. Tenemos que si s = 12% y g = 2%, entonces β = s / g = 600%.
Lo anterior significa que si un país ahorra cada año 12% de su ingreso nacional y si la tasa de crecimiento de este último es de 2% anual, entonces la relación capital/ingreso será igual a 600%, lo que viene a significar que el país habrá acumulado el equivalente de seis años de ingreso nacional en capital. Piketty explica que un país que ahorra mucho y crece lentamente, acumula a largo plazo un enorme acervo de capital, lo que puede tener consecuencias considerables tanto en la estructura social como en la distribución de la riqueza en un país determinado.
Por ejemplo si tenemos que s = 12% pero ahora g = 1,5%, entonces β aumentaría a ocho años de ingreso nacional. Si tenemos otro caso en que ahora g = 1% anual, tendríamos entonces que la relación β = s / g pasaría de 8 a 12 años, lo que significa que aquella sociedad es dos veces más intensiva en capital que con una tasa de 2% como sucedía en el primer ejemplo visto. En otras palabras tenemos que β = s / g = 600% (siendo s= 12% y g = 2%) pasaría a β = s / g = 1.200% (siendo s = 12% y g = 1%) Veamos ahora el caso inverso. Si tenemos que ahora g = 3%, entonces β = s / g = 400%, lo que quiere decir que el país en cuestión ha acumulado el equivalente de 4 años de ingreso nacional en capital.
Ahora bien, si tenemos que ahoras = 9% y g = 3%, entonces tenemos que β = s / g = 300%, es decir, que β (relación capital/ingreso) a largo plazo es 300%, lo que viene a significar que ese país ha acumulado el equivalente de tres años de ingreso nacional en capital. Piketty aclara que esta segunda ley fundamental del capitalismo β= s/g sólo se aplica si se satisfacen varios supuestos fundamentales. En primer lugar tenemos que esta segunda ley es una ley asintónica, es decir , que es válida únicamente a largo plazo. Esto significa que β = s / g permite comprender hacia qué nivel de equilibrio potencial tiendea dirigirse la relación capital/ingreso a largo plazo, más allá de los choques y de las crisis. Escribe Piketty:
“si un país ahorra una proporción s de su producto indefinidamente y si la tasa de crecimiento de su ingreso nacional es igual a g de manera permanente, entonces su relación capital/ingreso tiende a acercarse progresivamente a β = s / g, y luego se estabiliza en ese nivel. Sin embargo, la aparición de ese fenómeno no se conseguirá en un día: si un país ahorra una proporción s de su ingreso sólo durante algunos años, no le bastará para alcanzar una relación capital/ingreso igual a β = s / g”[1].
De acuerdo a lo anterior, el primer principio que se debe tener en consideración es que la acumulación de capital lleva tiempo y se necesitan varias décadas para que se verifique la ley β = s / g. A diferencia de la primera ley, la segunda, señala Piketty, es e l resultado de un proceso dinámico ya que representa “un estado de equilibrio hacia el que tiende una economía que ahorra a una tasa (s) y que crece a una tasa (g), aunque en la práctica este estado de equilibrio jamás se alcanza perfectamente”[2].
Una segunda precisión que hace Piketty es que la ley β = s / g es válida sólo si nos enfocamos en las formas de capital acumulables por el ser humano. Puede suceder que los recursos naturales puros, cuyo valor es independiente de toda mejora añadida por el ser humano, representen una proporción significativa del capital nacional, lo que puede traducirse en que la relación β se eleve sin que se aporte el más mínimo ahorro.
Una tercera precisión que hace Piketty es que la ley β = s / g es válida sólo si el precio de los activos evoluciona en promedio de la misma manera que los precios al consumidor. Sobre esto explica Piketty:
“Si el precio de los bienes inmuebles o de las acciones aumenta de manera mucho más acusada que los demás precios, la relación β entre el valor de mercado del capital nacional y el flujo anual de ingreso nacional puede, una vez más, ser elevada sin que se haya aportado el más mínimo ahorro complementario”[3]. A pesar de esto, el autor señala que, bajo la hipótesis de que las variaciones de precios se compensan a largo plazo, la ley β = s/g es necesariamente válida a largo plazo.
En resumen, la ley β = s/g nos dice que si un país ahorra mucho y crece poco, acumula una gran masa de capital en relación con el ingreso, lo cual beneficiaría a los propietarios del capital. A largo plazo, la relación capital/ingreso como la describe la ley β = s / g depende principalmente de la tasa de ahorro (s) y la tasa de crecimiento (g), siendo estos dos parámetros macrosociales independientes el uno del otro, pero dependientes de millones de decisiones individuales en las que influyen “múltiples consideraciones sociales, económicas, culturales, psicológicas y demográficas, pudiendo variar mucho en el tiempo y entre países”[4].
La relación capital/ingreso β o lo que es lo mismo no fluctúa aleatoriamente sino que tiende asintóticamente a aproximarse al cociente g / s. De acuerdo a esto, si la fracción de lo que se ahorra (s) es 8 y la tasa de crecimiento de la economía g = 1,6%, entonces tenemos que β tiene que acercarse o tender a l valor 5. La idea de que el cociente capital/ingreso converge hacia un cierto valor que es igual a s/g no es nueva dentro de la literatura económica.
Teniendo en consideración las dos leyes fundamentales del capitalismo:
Teniendo también en consideración lo explicado en el punto 5 podemos, como explica Juan Ramón Rallo, que el porcentaje que los ingresos del capital ocupan sobre el ingreso total es fruto del producto entre la tasa de retorno (determinada por la productividad marginal del capital) y la ratio entre capital y renta (β) Continúa Rallo señalando que el peso de las ingresos del capital sobre el ingreso nacional (α) depende esencialmente de dos factores. El primero es el capital que históricamente se ha acumulado en una sociedad (β), determinable mediante la segunda ley fundamental del capitalismo.
En segundo lugar tenemos la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo. De acuerdo a esto último Rallo explica que si la elasticidad de sustitución entre el factor trabajo y el factor capital es igual a 1, por mucho que se acumule más capital, esto es, por mucho que este aumente, el peso de las rentas delcapital dentro del ingreso nacional (α) no crecerá y se mantendrá estable según viene determinado por su contribución a la función de producción.
Continúa explicando el economista español que si la elasticidad de sustitución es inferior a 1, la acumulación de capital (β) provocará una reducción de la tasa de retorno (r) mayor que el incremento de l capital y, por tanto, decrecerá el peso de las rentas del capital dentro de la renta nacional (α). Si la elasticidad de sustitución entre el factor trabajo y el factor capital es superior a 1, entonces tendremos que, a pesar de que la productividad del capital decrezca conforme aumente su cantidad (β), la caída de la tasa de retorno será relativamente menor que el incremento del nuevo capital y, por tanto, crecerá el peso de las rentas de capital en la renta nacional (α).
[1] Ibid., 186.
[2] Ibid., 187.
[3] Ibid.
[4] Ibid., 220.