1/2-¿Qué causó el colapso de la Unión Soviética? (por Jan Doxrud)
El año 1989 fue año crucial ya que con la caída del Muro de Berlín (mediante el cual los comunistas encarcelaron a la población alemana), vino a simbolizar el fin de la dictadura comunista sobre Europa oriental. El año 1991 significó el fin de la URSS y la creación de la Federación Rusa. ¿Acaso debemos sorprendernos de que el gigante soviético se derrumbara fruto de su propia incompetencia, un sistema basado en la represión y un modelo económico totalmente ineficiente? Más que preguntarnos por qué se desmoronó el comunismo habría que preguntarse cómo logró mantenerse tanto tiempo con vida. Para ello me centraré principalmente en el sistema económico. Estos dos articulos puede complementar con otro que he escrito sobre la economía socialista de acuerdo al economista húngaro János Kornai.
Por ende, lo verdaderamente sorprendente es cómo logró una economía ineficiente como la socialista perdurar tanto en el tiempo y cómo logró engañar a prestigiosos economistas en Occidente durante varios años (por ejemplo el prestigioso académico del MIT Paul Samuelson). Un libro interesante (quién escribe tuvo la suerte de encontrar y comprar una edición usada) es el de los economistas Nikolai Shmelev y Vladimir Popov, que en 1989 publicaron uno de los primeros libros en donde se analizaba en detalle el funcionamiento de la economía soviética desde la perspectiva de economistas soviéticos. Si bien los autores son críticos con el sistema imperante en su país, el libro no constituye un rechazo total del ideal socialista como sistema de organización social y la aceptación acrítica de la economía de mercado. Los autores incluso señalan sentirse orgullosos de los avances alcanzados desde la Revolución de Octubre de 1917.
En relación a los cambios por los que estaba atravesando Rusia, la Glasnost y la Perestroika, los autores señalan que se enmarcaban dentro del espíritu de lo que fue la revolución bolchevique, aunque no explican cómo es posible cuadrar ese círculo, esto es, la intolerancia y violencia bolchevique con la Glasnost (transparencia) y la Perestroika (reestructuración económica).
Examinemos entonces algunas de las principales fallas del sistema económico soviético de acuerdo a Shmelev y Popov. En primer lugar tenemos el desperdicio de recursos, la escasez de material y el excedente de inventario. De acuerdo al Instituto Soviético de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, la URSS utilizaba 1.5 veces más materiales, 2.1 veces más energía por unidad de ingreso nacional y 2.8 veces más metal que Estados Unidos. La URSS hacía un uso excesivo de energía en comparación a los países de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón. Así, a pesar de exceder a Estados Unidos en el uso de energía, este segundo país tenía una mayor producción industrial. A pesar de que la URSS producía 1.5 o 2 veces más acero y cemento que Estados Unidos, la economía soviética quedaba rezagada en lo que se referría a la producción debienes derivados de estos. En la agricultura, la URSS utilizaba 3.5 veces más energía que Estados Unidos y su producción e ra un 15% menor que la de los norteamericanos. En cuanto a los resultados de la planificación indicativa, que regulaba los precios, salarios, impuestos y tasa de interés para los créditos, resultaron ser un fracaso así como el ideal de Leonid Kantorovich de una “planificación óptima”. Al respecto escriben Shmelev y Popov:
“But we must also have a clear sense of the disadvantages and the limitations of the indicative planning method. Objectively determined valuations are well and good in theory, but in practice, alas, it is not possible to apply them. The reason is the same: the enormous scope of the problem that must be solved in order to obtain «shadow prices» and the colosal volumen of information needed preclude the possibility of implementing this kind of calculation in the forseeable future”[1].
De acuerdo a los dos economistas el problema principal en torno a la fijación de precios en el sistema económico no radicaba en las políticas implementadas, sino que era la idea misma de fijar precios, que lo califican como una medida irracional ya que los precios estaban todos interconectados, por lo que influir en un precio significaba también influir en otros. Al respecto escriben los economistas:
“Everything is interconnected in the world of prices, so that the smallest change in one element is passed along the chain to millions of others. Calculating prices with an aceptable degree of accuracy is as hard as balancing the plan for physical output…In indicative planning, as well as in directive planning, the 100 percent efficiency possible in theory turns out to be unattainable utopian nonsense in practice. It is theoretically possible to turn the world upside down, but only if you have a point of leverage that does not exist in practice”[2].
Otro problema que tuvo que afrontar la URSS fue el del pleno empleo. Como todo mercado, el mercado laboral tiene tres elementos: oferta, demanda y precio. La demanda y el precio estaban rígidamente planificados y existía un fondo de salarios, así omo una escala salarial, por lo que el mercado laboral en su conjunto estaba estrictamente regulado. Los trabajadores tenían la posibilidad de escoger “libremente” donde querían trabajar. Si se daba el caso de que una persona no encontrase un trabajo, entonces podía acudir a una oficina de empleo regional que le daría uno de acuerdo a su especialidad. En la práctica, tales oficinas ofrecían trabajos poco demandados y deseados. La política de pleno empleo y del “derecho al trabajo” no estuvo carente de serios problemas.
El precio por garantizar el pleno empleo fue muy alto, ya que frecuentemente se tradujo en una reducción de la eficiencia en la producción debido a la contratación de personal extra. Reducir el personal podía significar contar con menos fondos salariales de manera que era más conveniente contratar más personal para así disponer de un fondo más cuantioso por parte de los poderes centrales. Debido a los controles sobre los salarios por parte del “Comité Estatal para el trabajo y los problemas sociales” (Goskomtrud), no era posible reducir el personal y pagar distintos salarios de acuerdo al tipo de trabajo que realizaba el trabajador particular. El Goskomtrud fijaba salarios así como las diferencias salariales entre regiones tomando en consideración la cualidad, cantidad, intensidad, peligrosidad y las condiciones climáticas en las que se efectuaba el trabajo en cuestión. Al respecto escriben los autores:
“A fair question would be why enterpriseshave to keep extraworkers, and it has a simple answer. The total wage fund is planned from above, and it is forbidden to pay a good worker much more than the wage stipulated in th escale set by Goskomtrud. If the allocated wage fund is not used in its entirety, the next year the ministry could cut it, so it is better to hire extraworkers «to have in reserve» –resides, they always come in handy”[3].
Otro problema era la desproporcionalidad en el empleo, lo que se traducía en que personas altamente cualificadas realizaban trabajos que no demandaban una alta cualificación. Esto significó que, quienes habían estudiado e invertido en capital humano finalmente no encontraban un trabajo que demandara sus habilidades. En palabras de Shmelev y Popov:
“…schools usually prepare a student for a work specialty, and 70 percent of high school graduates have a worker’s school rank. However, the choice of specialties taught in schools is extremly limited, reflecting neither the requirements of the economy nor the inclinations of the students themselves. As a result 90 percent of all highschool graduates do not go to work in the specialties for which they were trained”[4].
Los autores explican que mientras se insista en planificar desde la cúpula, los problemas anteriores serían inevitables. Esto se explica por la gran cantidad de información con la que tienen que lidiar los planificadores. Por ejemplolos autores escriben:
“..they have to coordinate the growth of production by sector and region with the growth,education and training of the labor force in various specialties/regions…they need to distribuye the wage fund and set wage rates and regional wage differentials…so that trained specialists can work in their given specialties in those sectors of the economy and in the region where job vacancias have been created for the”[5].
De acuerdo a lo anterior, los autores mencionan algunos de los problemas con que se enfrentaban las autoridades soviéticas:
“There are thousands of specialties and sectors. There are also thousands of regions. Furthermore, several of them are larger than entire European states. In addition to all of the above, parallel with the expansion of production, they have to plan the construction of housing and public facilities. You simply cannot chase all the rabbits at once”[6].
Además, como sugieren los datos de Shmelev y Popov (1986) sobre el salario promedio mensual en rublos, los trabajadores de “cuello azul” ganaban más que los trabajadores de “cuello blanco”. En otras palabras los trabajadores pertenecientes al sector de la metalurgia recibían 264 rublos, construcción 245 rublos, transporte 228 rublos, industria maderera 227 rublos y química 210 rublos. Los primeros ganaban más que aquellos trabajadores pertenecientes a la industria liviana que recibían 170 rublos, educación pública 156 rublos, comunicaciones 164 rublos y administración (178 rublos).
Fin parte 1
[1] Nikolai Shmelev and Vladimir Popov, The turning point: revitalizing the Soviet economy (USA: Doubleday, 1989), 166.
[2] Ibid., 172.
[3] Ibid., 181.
[4] Ibid., 182.
[5] Ibid., 182-183.
[6] Ibid., 183.