Ciencia y Pseudociencias
En nuestros días es común encontrar en varios sitios de Internet y en los canales de televisión personas que nos hablan de la magnetoterapia, grafología, cromoterapia, iridología, homeopatía, tarot, reiki, etc. Algunas de estas prácticas son ancestrales mientras que otras datan de siglos recientes como es el caso de la homeopatía de Samuel Hahnemann (1755-1843), la antroposofía de Rudolf Steiner (1861-1925) o la grafología del padre Michon. Si en nuestros días a alguien se le ocurriese ejercer la pseudociencia decimonónica denominada frenología, muchas personas lo considerarían como algo descabellado. Sin embargo nadie se impresiona con aquellas personas que practican otras disciplinas igual de antiguas y falsas como la grafología o la homeopatía.
Tomemos el caso del aura. Muchas personas creen en energías positivas o negativas e incluso en el aura donde un color simbolizaría el estado de la persona. El problema con esto es que no se explica como emerge y de qué está compuesto el supuesto aura y por qué solo un número de afortunados pueden percibirla (se nos da una respuesta absurda y es que tales personas tendrían una “sensibilidad” especial que los demás no tenemos) Por lo demás la energía es una propiedad de las cosas materiales, lo que significa que NO es una entidad que existe en sí y por sí misma. La energía es considerada como la más universal de las propiedades de las cosas reales y tiene la capacidad de generar cambios en el movimiento y posición de un cuerpo o en el estado de la materia en el que se encuentran.
Por lo demás, la energía es una sola pero se manifiesta de distintas formas. Menos aún se puede atribuir a un color o a una energía una suerte de carga anímica. El color mismo no se encuentra en las cosas, puesto que está en la luz. De acuerdo con esto, las cosas no tienen color, de manera que la luz natural (blanca) se propaga y, al hacerlo, lo hace por medio de ondas que se descomponen en siete colores, cada uno generado por una longitud de onda determinada. Así, y volviendo al aura es una falacia creer que esta adopta diferentes colores dependiendo del estado anímico de la persona.
En síntesis, existen una serie de pseudociencias que gozan de gran prestigio y que han penetrado en facultades universitarias, e incluso, como es el caso de la grafología, son usados para entrevistas laborales y se han transformado en un negocio rentable. Cómo reaccionaría usted si, para postular a un puesto de trabajo tuviese que ser entrevistado por un tarotista? Hoy sucede algo similar, ya que en las entrevistas laborales tendrá que escribir una carta para que sea examinada una grafóloga (dime como escribes y te diré quién eres) o dibujar una persona bajo la lluvia para así obtener alguna clase información sobre su carácter y personalidad. ¿No ayuda en nada al debate catalogar a estas prácticas como “terapias o ciencias alternativas”, ya que inmediatamente nos preguntamos ¿alternativa respecto a qué? Supongo que en relación a la verdadera ciencia. Pero acaso deberíamos entonces también hablar de física alternativa, química alternativa, astronomía alternativa o neurociencia alternativa? Este debate no trata de las ciencias alternativas contra la arrogancia de la ciencia y de la razón, sino que entre los es falso y lo que es verdadero
¿Qués es la pseudociencia? Mario Bunge nos ofrece la siguiente definición:
“Doctrina o práctica carente de base científica, pero que se vende como científica. Ejemplos: grafología, caracterología, parapsicología, homeopatía, psicoanálisis , psicohistoria, ciencia creacionista y microeconomía neoclásica. Las pseudociencias son excelentes piedras de toque para cualquier filosofía de la cienciaç Dime cuantas seudociencias compras y te diré cuánto vale tu filosofía de la ciencia”[i].
Continúa explicando Bunge que la pseudociencia presenta una serie de características que la diferencian de las ciencias.
1-La pseudociencia no se somete a un duro y largo aprendizaje. Escribe Bunge:
“Es fácil: no requiere un largo aprendizaje. El motivo es que no se funda sobre un cuerpo de conocimientos auténticos. Por ejemplo, quien pretenda investigar los mecanismos neurales del olvido o del placer tendrá que empezar por estudiar neurobiología y psicología, dedicando varios años a trabajos de laboratorio”[ii].
2- La pseudociencia no admite su propia ignorancia y, por ende, no admite necesidad de más investigación. Esto hace que las pseudcoencias prácticamente no evolucionen a lo largo del tiempo.
3-Las pseudociencias no juzgan su campo como difícil y repleto de lagunas.
4-La pseudociencia no avanza planteando y resolviendo nuevos problemas.
5-La pseudociencia no propone y pone a prueba nuevas hipótesis.
6- La pseudociencia no intenta hallar o aplicar leyes.
7- La pseudociencia no emplea la matemática.
8- La pseudociencia no recoge o emplea datos.
9- La pseudociencia no busca contraejemplos.
10-La pseudociencia no busca comentarios críticos de expertos. En palabras de Bunge:
“Se mantiene al margen de la comunidad científica. Es decir, sus cultores no publican en revistas científicas ni participan de seminarios ni de congresos abiertos a la comunidad científica. Los científicos, en cambio, someten sus ideas a la crítica de sus pares: someten sus artículos a publicaciones científicas y presentan sus resultados en seminarios, conferencias y congresos”[iii].
11- La pseudociencia escriben informes que pueden ser entendidos por cualquier persona.
Por su parte, Alan Sokal utiliza el concepto de pseudociencia para designar cualquier conjunto de pensammiento que:
A) “haga afirmaciones sobre fenómenos reales o supuestos, o sobre relaciones causales reales o supuestas, que la corriente dominante de la ciencia considera justificadamente del todo inverosímiles, y
B) pretende apoyar esas afirmaciones mediante argumentaciones o datos que no cumplen con los requisitos lógicos y probatorios de la ciencia dominante”[iv].
¿Qué es la ciencia? Siguiendo la definición de Bunge, la “ciencia básica” es la búsqueda desinteresada de nuevo conocimiento científico. Por su parte la “ciencia aplicada” es la búsqueda de un nuevo conocimiento científico con posible utilización práctica. En cuanto a la “filosofía de la ciencia”, es el estudio de la naturaleza de la ciencia respecto a otros modos de conocimiento. Así, Bunge esta se pregunta: ¿qué es la ciencia y en qué se diferencia del conocimiento ordinario?, ¿cuáles son las semejanzas y diferencias entre ciencia y tecnología?, ¿la ciencia presupone la realidad autónoma y la legalidad del mundo?, ¿cómo se relacionan las teorías científicas con la realidad y la experiencia.
Alan Sokal señala que la palabra ciencia tiene como mínimo cuatro significados[v]:
1-Empeño intelectual dirigido a obtener una comprensión racional del mundo natural y social.
2-Corpus de conocimiento sustantivo aceptado comúnmente.
3-Comunidad de científicos, sus costumbres y estructura social y económica.
4-Ciencia aplicada y tecnología.
A continuación, Sokal da la siguiente definición de ciencia:
“…una visión del mundo que da primacía a la razón y a la observación, y a una metodologíaa orientada a alcanzar un conocimiento preciso del mundo natural y social”[vi].
El filósofo de la ciencia Jesús Mosterín señala que no se debe confundir el racionalismo con la racionalidad científica. La racionalidad científica es la racionalidad de la ciencia empírica y no guarda relación con aquel racionalismo entendido como “la confianza exagerada, ilimitada, inhabilidad de la razón, o de la intuición. O de las ideas claras y distintas”. La racionalidad científica, explica Mosterín, involucra una desconfianza en la razón y plantea que toda la nube de ideas que existen deben ser comprobadas y contrastadas con la realidad. En palabras del autor:
“Por muy evidente que parezca una idea, por muy clara y distinta que sea, por muy elegante y matemáticamente refinada que resulte, mientras no reciba el espaldarazo de la ciencia a través de la observación o el experimento, no será aceptada en el modelo estándar. A lo sumo, será considerada una especulación prometedora”[vii].
Otra característica de la racionalidad científica es la consistencia, es decir, que no exista una contradicción dentro de una teoría científica. A esto hay que añadir la objetividad, que es lo que separa la ciencia del arte y el mito, en el sentido de que la ciencia no aspira a ser un discurso o una narrativa más, que sólo pretende mostrar una representación subjetiva igual de válida que un mito creacionista. Ciertamente los estudios sobre el origen del universo todavía siguen curso, pero ello no significa que lleguemos a la conclusión de que el mundo fue creado por un grupo de deidades, por algún extraterrestre reptiliano o que el universo es controlado por un dictador galáctico de nombre Xenu, como sostiene el padre de la cienciología.
La objetividad es un aspecto maravilloso de la ciencia ya que resalta su carácter transcultural, es decir, la ley de la gravitación universal de Newton, la relatividad de Einstein o los estudios en neurociencia valen en Sudamérica, Asia, América y Europa. Sólo algunos lunáticos comunistas, como Lysenko o fanáticos nazis, podían llegar a afirmar aberraciones tales como que existía una ciencia “proletaria” y burguesa” o una ciencia “aria” y judía”. En aquellos casos no fue la “perversa ciencia” o la “razón instrumental” la que provocó muertes de millones de personas, sino que fue la mentalidad relativista, la creencia en pseudociencias raciales y pseudosiociologías que no guardaba relación alguna con el mundo real. La ciencia ha demostrado que el racismo es una creencia que carece completamente de fundamento.
Lamentablemente todavía existen pseudociencias que no tienen más fundamento que opiniones personales de personas que la han experimentado (más bien efecto placebo), la tradición o la autoridad de alguien. Para evitar cualquier debate que signifique poner a prueba sus ideas, catalogan a su disciplina como “ciencias alternativas”. En otras palabras, estas personas parecieran decir que en su mundo la racionalidad científica no opera, por lo que las ciencias alternativas no pueden ser sometidas al tribunal de la ciencia ya que se mueven en una suerte de universo paralelo donde las leyes de la naturaleza no funcionan. Otro rasgo de la ciencia es la provisionalidad, y esto nos revela el carácter humilde de la ciencia (y no su arrogancia como muchos critican) y su disposición al cambio si es que se llegan a encontrar datos que contradigan la teoría en cuestión.
En palabras de Mosterín:
“Frente al carácter definitivo de las religiones , ideologías y demás idearios dogmáticos, la ciencia es provisional: sólo afirma sus tesis hasta nueva orden, es decir, hasta que nuevos datos o mediciones pongan en duda su objetividad y nos obliguen a abandonarlas o revisarlas. La disposición a revisar las hipótesis y teorías siempre que haga falta en función de los nuevos datos es una de las características más obvias de la racionalidad científica, especialmente subrayada por Karl Popper”[viii].
Por último, Mosterín destaca el progreso que ocurre en la ciencia, lo cual significa que las revoluciones científicas son de tipo conservadoras en el sentido de que aquellas aplicaciones exitosas.
“…toda nueva teoría tiene que conservar los resultados de la anterior en su ámbito comprobado al menos como buena aproximación…. La relatividad especial es conservadora respecto a la mecánica newtoniana”[ix].
El lector debe entonces tener un escepticismo sano y moderado en relación a estas disciplinas. Debe primero preguntarse qué es lo que realmente quiere decir una persona por ejemplo, que por medio de la escritura se puedan obtener rasgos psicológicos de la personas. ¿Cómo se explica la conexión entre un rasgo psicológico y mi escritura? ¿Cómo puede el grafólogo saber si la persona que escribió estaba cansada en aquel momento o que tenía la mano temblorosa? ¿Cómo afecta un magneto al hierro en la sangre? ¿Acaso existe algún efecto?¿Cuáles son los conocimientos del “especialista” sobre metales y electromagnetismo para apoyar sus afirmaciones? El interesado en estos temas deberá ver la evidencia que existe a favor de estas disciplinas, el diseño de los experimentos, si son reproducibles. Deberá también examinar las hipótesis alternativas que explican ese mismo hecho y consistencia de la teoría (para más detalles puede leer mis 9 artículos sobre la grafología)
Algunas definiciones
1-Homeopatía:
A-“La homeopatía, se puede definir como un método terapéutico natural que aplica clínicamente la ley de la similitud utilizando sustancias en dosis infinitesimales, es decir que las mismas sustancias que provocan un mal lo pueden curar cuando se administran en pequeñas dosis”[x].
B- “La homeopatía Unicista es un sistema médico que se basa en leyes naturales. La principal idea de la misma es "Similia Similibus Curentur", que significa la cura por el medicamento similar. Por ejemplo: si hay hiperacidez en el estómago, receta antiácidos, es decir, el opuesto. En homeopatía el medicamento cura por semejanza, no se opone a nada, cura estimulando la propia energía vital para el restablecimiento de la salud”[xi].
2-Medicina Antroposófica:
A- La Medicina Antroposófica es hija de la Antroposofía, así como la Pedagogía Waldorf, la Agricultura Biológica Dinámica y la Euritmia, entre otras. “La Antroposofía es una camino del conocimiento que se busca desde el corazón”, señalaba Rudolf Steiner, su fundador, y como tal, la Antroposofía se abre al mundo en actitud científica, pero acompañada con el calor del sentimiento, de respeto y profundo aprecio por el ser humano.
B- La antroposofía reconoce como válida a la medicina oficial que se basa en el método científico experimental. Con éste ha obtenido enormes conocimientos del hombre físico, enfocando principalmente el tema de la enfermedad. A estos conocimientos y prácticas la antroposofía agrega otros conocimientos sobre el hombre espiritual o suprafísico. El médico antroposófico ha de obtener un saber operativo del hombre y el mundo que le rodea. Del hombre total, en tanto ser con cuerpo, vida, alma (psique) e individualidad espiritual. Del mundo en su aspecto astronómico, botánico, zoológico y mineral. De ambos, hombre y mundo, en sus procesos de evolución. Una gran parte de los medicamentos antroposóficos están elaborados conforme a métodos homeopáticos, de los cuales toma – de forma diferenciada - la técnica de la dinamización (potenciación) y la designación de las distintas diluciones en base decimal. Sin embargo, tanto la concepción de la “fórmula” y su aplicación terapéutica, así como los procesos farmacéuticos de transformación, se diferencian del resto de los métodos homeopáticos clásicos.
La medicina Antroposófica entiende al ser humano, como a un Ser en desarrollo interrelacionado íntimamente con toda la naturaleza de su entorno. Por lo tanto, además de los signos y síntomas físicos, también tiene en cuenta su vitalidad, su vida emocional y su biografía”[xii].
Otros artículos
(I) De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)
(II) De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)
(III) De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)
Notas
[i] Mario Bunge, Diccionario de Filosofía (México: Siglo XXI Editores, 2005), 192.
[ii] Mario Bunge, ¿Qué son las seudociencias?, La Nación, 19 de febrero de 2001 (artículo en línea: http://www.lanacion.com.ar/52951-que-son-las-seudociencias)
[iii] Ibid.
[iv] Alan Sokal, Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura (España: Ediciones Paidós Ibérica, 2010), 338
[v] Ibid., 336.
[vi] Ibid., 337.
[vii] Jesús Mosterín, Ciencia, filosofía y racionalidad (España: Editorial Gedisa, 2013), 92.
[viii] Ibid., 95-96.
[ix] Ibid., 96.
[x] http://www.naturalmedicinesolutions.com/Modalidades/homeopatia.html
[xi] http://www.guiahomeopatica.com.ar/htm/homeopa.htm
[xii] http://www.mamadre.cl/salud-2/pediatras-antroposoficos/
[xiii] http://www.grafologico.com/articulos/la_grafologia.asp