5/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)
En opinión de Said, si bien la OLP fue originariamente por la Liga Árabe como una manera de institucionalizar las energías palestinas, con el tiempo comenzó a atraer a militantes para quienes tal organización podía hacerse genuinamente nacional y gubernamental. Como afirma el mismo autor, la OLP, una organización sin territorio autóctono, pero con el tiempo logro obtener una legitimidad internacional-nacional que evolucionó hacia una nacional-internacional que le llevaría a tener problemas con otros estados como fue el caso de Jordania expulsó a la OLP de su territorio en 1970.
Ahora bien, Said destaca que uno de los aportes más relevantes de la OLP es la fuerte tradición nacionalista que se ha mantenido viva en el exilio. Junto con esto explica que la OLP fue la primera tentativa de líderes palestinos de tratar a una población fragmentada dentro del marco de una visión integradora, además de darle protección, educación y armamento. Por lo demás, la OLP fue la que, por medio de su autoridad internacional, interpretó la realidad palestina “que había pasado desapercibida al mundo durante casi un siglo (…) y, lo que es más importante, a los propios palestinos”.
Otros aspectos relevantes que destaca Said es la creación de una identidad diplomática palestina independiente, un impresionante aparato informativo y de investigación, así como también editoriales. Tales organismos lograron poner en contacto a los palestinos con otros pueblos colonizados en Asia, África y América. Por ejemplo, tenemos el discurso de Yasser Arafat en 1974 en la ONU en donde se identifica con esas otras causas:
“Un gran número de pueblos, incluidos los de Zimbabwe, Namibia, Sudáfrica y Palestina, entre muchos otros, siguen siendo víctimas de la opresión y la violencia. Sus áreas del mundo son presa de luchas armadas provocadas por el imperialismo y la discriminación racial, ambas con toda forma de agresión y de terror. Esos son los casos de los pueblos oprimidos, obligados por circunstancias intolerables a la confrontación con tal opresión. Pero dondequiera que ese enfrentamiento se produce es legítimo y justo”.
En suma, para Said, la genialidad de la OLP fue haber “convertido al palestino de un ser pasivo en un activo participante político”. Más adelante añade: “En suma, el papel de la OLP es el de representar a los palestinos como no puede hacerlo ninguna otra organización (…) y, asimismo, el de mantener viva la causa palestina, algo de mayor envergadura que una organizaciones o políticas provisionales”. Cabe destacar a Yasir Arafat en su discurso del 13 de noviembre de 1974 en la Asamblea General de las Naciones Unidas Ahí, el líder de la OLP se presentó portando la rama de olivo de la paz en una mano y el rifle de un rebelde en la otra. Esto era un mensaje en donde se presentaba una nueva imagen del palestino, quien no se limitaba a hablar el lenguaje de las armas, sino que también el de la política y la diplomacia.
Hasta nuestros días somos testigos de que la causa palestina se ha transformado en un símbolo que ha trascendido esa causa específica y se ha transformado en una causa cargada de significado para muchas personas a lo largo del mundo. La razón de esto es que la “causa palestina” se ha transformado en símbolo contra el racismo, un contra la opresión, contra la tiranía y contra la ocupación, de manera que numerosas personas se identifican con ese tema desde ese punto de vista. Estas pueden incluir a países árabes, pero también a países musulmanes no árabes como es el caso de Irán (mayoría chiíta) y Turquía, o a las distintas izquierdas como la latinoamericana que aún se definen como antimperialistas, anticapitalistas, antiestadounidenses e incluso antioccidentales. Como señaló Arafat en el discurso de 1974:
“La cuestión de Palestina pertenece a esta perspectiva de aparición y lucha. Palestina es crucial entre los que lucharon sin descanso por esas causas justas de las masas trabajadoras bajo el imperialismo y la agresión”.
Otro hecho importante fueron las consecuencias de la llamada “Guerra de los Seis Días” (1967) en donde Israel conquistó Gaza, Judea y Samaria (Cisjordania) , además de la península del Sinaí y los alto del Golán en el norte. Hay quienes sitúan en este año el surgimiento de la identidad nacional palestina. Como señala Jamal R. Nassar, la guerra de 1967 provocó un nuevo despertar en Palestina. Los árabes palestinos descubrieron que los Estados árabes ya no podrían lograr su "regreso". Es más, la rápida y devastadora derrota de las fuerzas combinadas de Egipto, Siria y Jordania habría dejado a los palestinos en shock. En no era para menos puesto que, tras seis días, Israel había cuadruplicado su tamaño.
Ahora el panorama era desolador puesto que, como afirmaba el mismo Nassar, más de un tercio de los palestinos se enfrentaban ahora al enemigo como su amo ocupante. Añade que en los años anteriores, la cultura política palestina se había caracterizado por su énfasis en la “patria perdida” y el sueño del "Retorno”. De acuerdo con Nassar , tras la derrota de 1967, los palestinos comenzaron a combinar su anhelo por el "Regreso" (que había caracterizado los años anteriores) con el énfasis en el mantenimiento de su identidad, por lo que el nacionalismo palestino comenzó a sustituir al nacionalismo árabe tradicional que había dominado la cultura política palestina antes de 1967. El mismo autor reconoce que la guerra de 1967 era una entre árabes e israelíes, por lo que la dimensión palestina estaba completamente ausente. Tras la derrota el panorama fue aún más complejo para los árabes palestinos puesto que no solo Israel negaba su existencia, sino que la misma ONU no hacía alusión al pueblo palestino salvo como refugiados.
En 1969, la Primera ministra de Israel, Golda Meir (1898-1978), había aseverado que no existía un pueblo y una nación palestina. Ahora bien, hay un grado de verdad en esta afirmación si esta se entiende en el sentido de que efectivamente no existió un “Estado-nación” palestino independiente (tal como se entiende en Occidente), pero aquello no priva a que los palestinos actuales no puedan aspirar a tener un Estado propio en los actuales territorios en los cuales habitan. Esto no es solo un fenómeno del pasado. Hoy en día hay quienes niegan la existencia de una identidad palestina. Tomemos un ejemplo extremo, como fue el caso del ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich (del Partido Sionista religioso).
En marzo de 2023 afirmó que no existía ni nación, ni historia ni idioma palestino. Smotrich añadía que él también era palestino y que su abuela nacida en Metula, en el norte de Israel hace más de un siglo, también lo era, al igual que su abuelo, quien era jerosolimitano (oriundo de Jerusalén) de decimotercera generación, es decir, “un verdadero palestino”. En suma, de acuerdo con las palabras de este político, podemos inferir que, para él, los actuales palestinos han – por así decirlo – “secuestrado” o “monopolizado” esta palabra, una que en realidad no les pertenece. En otras palabras puede que sean parte de Palestina pero no son Palestina.
Volviendo al período post 1948 y las consecuencias de la guerra de 1967, Mahmoud Mi’ari señala que la identidad árabe fue dominante durante el período del mandato británico y continuó siéndolo después de la 'Nakba' de 1948. Posteriormente, la débil identidad palestina comenzaría a fortalecerse continuamente entre todos los palestinos después de la Guerra de Junio de 1967. Bajo la ocupación Israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza la identidad palestina se intensificó enormemente, transformándose en la identidad más fuerte en las últimas dos o tres décadas.
Mi’ari destaca también acontecimientos externos que tuvieron lugar fuera de Cisjordania y la Franja de Gaza, como es el caso del amplio reconocimiento internacional del derecho palestino a la autodeterminación y otros internos que tuvieron lugar dentro de Cisjordania y la Franja de Gaza. Entre estos últimos el autor destaca la política represiva aplicada por la ocupación israelí, el aumento de la influencia de la OLP en los Territorios Palestinos ocupados, el crecimiento de una élite nacional interna apoyada por la OLP y, por último, la formación de varias organizaciones de la sociedad civil.
No podemos pasar por alto otro al Harakat al-Muqawama al-Islamiyya más conocido como Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica). Este surgió hacia finales del año 1987 en Gaza como un movimiento, más bien islamista, que de liberación nacional palestina (como su mismo nombre lo indica). En su carta fundacional de 1988 tenemos que solo a partir del artículo 6 se hace referencia a Palestina. En los 5 artículos anteriores se hace más bien alusión a su vínculo de la resistencia islámica con los Hermanos Musulmanes de Egipto y el islam como una forma de vida. En el artículo 11 se nos dice que la tierra de Palestina es un habiz (donación) islámico consagrado a todas las generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio.
Más adelante, en el artículo 14 añaden que Palestina es un territorio islámico que alberga la primera Qibla – la dirección hacia la que miran los musulmanes durante los rezos, que en un tiempo fue la Mezquita de Al-Aqsa – así como también el tercer santuario sagrado del islam. Es por ello, tal como podemos leer en el artículo 15, que es una obligación de todo musulmán ser parte de la yihad frente a la ocupación enemiga de tierras musulmanas islámico. El enemigo no solo es el judío, sino que también el occidente cristiano así como también el comunismo.
De hecho en el artículo 25, Hamas es claro en advertir a los movimientos nacionalistas – dentro del contexto de la liberación palestina – que serán apoyados siempre y cuando no entreguen su lealtad al comunismo al occidente de los cruzados. Junto con esto, tales movimientos deben aceptar que el Movimiento de Resistencia Islámica es uno moral y yihadista. En el artículo 27 hace referencia explícita a la OLP y, a pesar de reconocerle su importancia y logros, critica su idea de un Estado secular
Hamas afirma que no se puede cambiar el presente y el futuro del islam en Palestina para adoptar una ideología secular, debido a que la cuestión palestina es de naturaleza islámica Así, Hamas señala que el día en que OLP adopte el islam como forma de vida, ellos se transformarían en sus soldados y el combustible para su fuego, que quemará a los enemigos.
Como señalé, hemos abordado un tema complejo centrado en la identidad palestina. Los 5 artículos constituyen una breve mirada panorámica de los diversos hechos que fueron moldeando a la población árabe palestina y cómo se fue gestando una identidad nacional palestina. Para complementar estos artículos recomiendo la lectura del libro de Rashid Khalidi sobre la identidad palestina que está disponible en la web por Columbia Internbational Affairs Online, asím como otros artículos que he mencionado. Terminemos con la siguiente cita del autor del capítulo 8 de su “Palestinian Identity”:
“La identidad palestina, sin embargo, no está ni nunca ha estado definida únicamente por el conflicto con el sionismo e Israel. Tiene muchos otros aspectos que los palestinos tendrán que resolver por sí mismos. Uno de ellos es que, si bien para los palestinos está claro qué constituye la identidad de un palestino, por difícil que sea definirlo, no está tan claro cuáles son las dimensiones de Palestina, este país del que proceden los palestinos, y con el que se relacionan su identidad. En otras palabras, como preguntamos al principio, ¿cuáles son los límites de Palestina?”
Artículos complementarios
1/3-Reflexiones en torno al nacionalismo (por Jan Doxrud)
2/3-Reflexiones en torno al nacionalismo (por Jan Doxrud)
3/3-Reflexiones en torno al nacionalismo (por Jan Doxrud)
1/2-Algunas palabras sobre el concepto de Imperio (por Jan Doxrud)
2/2-Algunas palabras sobre el concepto de Imperio (por Jan Doxrud)
Antisemitismo: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)